Text 10
tasmā imaṁ śāpam adād asādhur
ayaṁ durātmākṛta-buddhir adya
viprāvamantā viśatāṁ tamisraṁ
yathā gajaḥ stabdha-matiḥ sa eva
tasmai—a Mahārāja Indradyumna; imam—esta; śāpam—maldición; adāt—dio; asādhuḥ—nada amable; ayam—esta; durātmā—alma degradada; akṛta—sin educación; buddhiḥ—su inteligencia; adya—ahora; vipra—a un brāhmaṇa; avamantā—que insulta; viśatām—que entre; tamisram—en las tinieblas; yathā—como; gajaḥ—un elefante; stabdha-matiḥ—de inteligencia obtusa; saḥ—él; eva—en verdad.
Agastya Muni pronunció entonces esta maldición: «Este rey Indradyumna no es nada amable. Como es ruin y no tiene educación, ha insultado a un brāhmaṇa. Por lo tanto, que entre en la región de las tinieblas y reciba el cuerpo mudo y torpe de un elefante».
SIGNIFICADO: Los elefantes son muy fuertes; su cuerpo es muy grande, pueden hacer trabajos muy pesados, y comen grandes cantidades de alimento; sin embargo, su inteligencia no es proporcional a su fuerza y su tamaño. Así, a pesar de toda su fuerza física, tienen que trabajar como simples sirvientes de los seres humanos. El sabio Agastya Muni consideró oportuno maldecir al rey condenándole a nacer como elefante, porque el poderoso rey no le había ofrecido el recibimiento que se debe ofrecer a los brāhmaṇas. Sin embargo, aunque le maldijo a nacer como elefante, su maldición fue indirectamente una bendición, pues, al tener que pasar una vida en cuerpo de elefante, Indradyumna Mahārāja puso fin a las reacciones de todos los pecados de su vida anterior. Inmediatamente después de completar su período de vida como elefante, se elevó a Vaikuṇṭhaloka para gozar de la compañía personal de la Suprema Personalidad de Dios, Nārāyaṇa, en un cuerpo exactamente igual al del Señor. De ese modo alcanzó sārūpya-mukti.