No edit permissions for Español

Text 23

ayaṁ ca tasya sthiti-pālana-kṣaṇaḥ
sattvaṁ juṣāṇasya bhavāya dehinām
tasmād vrajāmaḥ śaraṇaṁ jagad-guruṁ
svānāṁ sa no dhāsyati śaṁ sura-priyaḥ




ayam—este período; ca—también; tasya—de la Suprema Personalidad de Dios; sthiti-pālana-kṣaṇaḥ—el momento del mantenimiento, o para establecer Su gobierno; sattvam—la modalidad de la bondad; juṣāṇasya—aceptar (ahora, sin esperar); bhavāya—para aumentar el crecimiento o establecimiento; dehinām—de todas las entidades vivientes que reciben cuerpos materiales; tasmāt—por lo tanto; vrajāmaḥ—aceptemos; śaraṇam—refugio; jagat-gurum—a los pies de loto de la Suprema Personalidad de Dios, que es el maestro espiritual universal; svānām—Sus propias personas; saḥ—Él (la Suprema Personalidad de Dios); naḥ—a nosotros; dhāsyati—dará; śam—la buena fortuna que necesitamos; sura-priyaḥ—pues por naturaleza los devotos sienten un gran amor por Él.

vv

Ahora es el momento de invocar la modalidad de la bondad de las entidades vivientes que han recibido cuerpos materiales. La modalidad de la bondad tiene por objeto establecer el gobierno del Señor Supremo, que mantendrá la existencia de la creación. Por lo tanto, este es el momento oportuno para refugiarse en la Suprema Personalidad de Dios. Él es por naturaleza muy bondadoso con los semidioses, para quienes es muy querido. Por lo tanto, Él nos otorgará, ciertamente, toda buena fortuna.


SIGNIFICADO: Las tres modalidades de la naturaleza —sattva-guṇarajo-guṇa y tamo-guṇa— dirigen el mundo material. Mediante la acción de rajo-guṇa se crea todo lo material, por medio de sattva-guṇa se mantiene adecuadamente, y por medio de tamo-guṇa, cuando la creación se encuentra en una situación que no es apropiada, todo se destruye.


Este verso nos permite entender la situación de Kali-yuga, la era en que vivimos. Inmediatamente antes del comienzo de Kali-yuga, o, en otras palabras, al final de Dvāpara-yuga, el Señor Śrī Kṛṣṇa hizo Su advenimiento y nos dejó Sus instrucciones en la forma del Bhagavad-gītā, donde pide a todas las entidades vivientes que se entreguen a Él. Sin embargo, en la práctica, desde que comenzó Kali-yuga la gente ha sido prácticamente incapaz de entregarse a los pies de loto de Kṛṣṇa. Por esa razón, unos cinco mil años después, Kṛṣṇa vino de nuevo como Śrī Caitanya Mahāprabhu para enseñar al mundo entero la manera de entregarse a Él, a Śrī Kṛṣṇa, y de ese modo purificarse.


Entregarse a los pies de loto de Kṛṣṇa significa alcanzar la purificación completa. En el Bhagavad-gītā (18.66), Kṛṣṇa dice:

sarva-dharmān parityajya
mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja
ahaṁ tvāṁ sarva-pāpebhyo
mokṣayiṣyāmi mā śucaḥ



«Abandona toda clase de religión y sencillamente entrégate a Mí. Yo te liberaré de toda reacción pecaminosa. No temas». Así, en cuanto nos entregamos a los pies de loto de Kṛṣṇa, quedamos libres de toda contaminación, sin duda alguna.


Kali-yuga está completamente contaminada. Esto se explica en el Śrīmad-Bhāgavatam (12.3.51):

kaler doṣa-nidhe rājann
asti hy eko mahān guṇaḥ
kīrtanād eva kṛṣṇasya
mukta-saṅgaḥ paraṁ vrajet


Los defectos de la era de Kali son ilimitados. En verdad, es como un océano de defectos (doṣa-nidhi). Sin embargo, hay una posibilidad, una oportunidad: kīrtanād eva kṛṣṇasya mukta-saṅgaḥ paraṁ vrajet: Por el simple hecho de cantar el mantra Hare Kṛṣṇa, podemos liberarnos de la contaminación de Kali-yuga, y, en nuestro cuerpo espiritual original, ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Esa es la oportunidad que ofrece Kali-yuga.


Kṛṣṇa vino y nos dejó Sus órdenes; y cuando ese mismo Kṛṣṇa, en la forma de Śrī Caitanya Mahāprabhu, hizo Su advenimiento como devoto, nos mostró la senda para atravesar el océano de Kali-yuga. Esa es la senda del movimiento Hare Kṛṣṇa. En Su advenimiento, Śrī Caitanya Mahāprabhu inauguró la era del movimiento de saṅkīrtana. Está escrito también que esta era continuará durante diez mil años. Esto significa que, por el simple hecho de aceptar el movimiento de saṅkīrtana y cantar el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa, las caídas almas de este Kali-yuga se liberarán. Kali-yuga dura 432 000 años a partir de la batalla de Kurukṣetra, en la que se habló el Bhagavad-gītā; desde entonces, solo han pasado 5 000 años. Por lo tanto, quedan todavía 427 000 años. En esos 427 000 años, los diez mil años del movimiento de saṅkīrtana inaugurado por Śrī Caitanya Mahāprabhu hace quinientos años dan a las caídas almas de Kali-yuga la oportunidad de unirse al movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa, para así cantar el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa, liberarse de las garras de la existencia material, e ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios.


La potencia del mahā-mantra Hare Kṛṣṇa es siempre muy grande, pero en esta era de Kali tiene un poder especial. Por esa razón, Śukadeva Gosvāmī, cuando instruía a Mahārāja Parīkṣit, subrayó la importancia del canto del mantra Hare Kṛṣṇa.

kaler doṣa-nidhe rājann
asti hy eko mahān guṇaḥ
kīrtanād eva kṛṣṇasya
mukta-saṅgaḥ paraṁ vrajet


«Mi querido rey, Kali-yuga está llena de defectos, pero todavía queda una buena cualidad: por el simple hecho de cantar el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa podemos liberarnos del cautiverio material y elevarnos al reino trascendental» (Bhāg. 12.3.51). Aquellos que han asumido la tarea de propagar el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa con plena conciencia de Kṛṣṇa, deben aprovechar esta oportunidad para liberar fácilmente a la gente de las garras de la existencia material. Por lo tanto, tenemos el deber de seguir las instrucciones de Śrī Caitanya Mahāprabhu y predicar el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa por todo el mundo con gran sinceridad. Esa es la actividad más benéfica para la paz y prosperidad de la sociedad humana.


El movimiento de Śrī Caitanya Mahāprabhu consiste en propagar el kṛṣṇa-saṅkīrtanaParaṁ vijayate śrī-kṛṣṇa-saṅkīrtanam: «¡Toda gloria al Śrī Kṛṣṇasaṅkīrtana!». Śrī Caitanya Mahāprabhu también explica por qué es tan glorioso: ceto-darpaṇa-mārjanam: El canto del mahā-mantra Hare Kṛṣṇa limpia el corazón. El problema de esta era de Kali radica en que no hay sattva-guṇa y el corazón no se limpia, con lo cual la gente se identifica erróneamente con el cuerpo. La práctica totalidad de los grandes filósofos y científicos con quienes tratamos viven convencidos de que son el cuerpo. Un eminente filósofo con quien hablamos hace unos días, Thomas Huxley, se sentía orgulloso de ser inglés, lo cual significa que su concepto de la vida es corporal. En todas partes encontramos el mismo error. El concepto corporal de la vida pone a las personas al mismo nivel que los perros y los gatos (sa eva go-kharaḥ). Así, de todas las impurezas del corazón, esa identificación del cuerpo con el ser es el error más peligroso. Bajo la influencia de ese concepto erróneo, pensamos: «soy el cuerpo, soy inglés, soy indio, soy americano, soy hindú, soy musulmán». Esa identificación falsa es el peor de los obstáculos, y hay que eliminarla. Así nos lo instruyen el Bhagavad-gītā y Śrī Caitanya Mahāprabhu. De hecho, la primera instrucción del Bhagavad-gītā es:

dehino ’smin yathā dehe
kaumāraṁ yauvanaṁ jarā
tathā dehāntara-prāptir
dhīras tatra na muhyati


«Del mismo modo que el alma encarnada pasa en este cuerpo continuamente de la niñez a la juventud y a la vejez, pasa también a otro cuerpo en el momento de la muerte. La persona sensata no se confunde ante ese cambio» (Bg. 2.13). Pese al hecho de que el alma está dentro del cuerpo, los conceptos erróneos y las propensiones animales nos llevan a identificar el cuerpo con el ser. Caitanya Mahāprabhu dice, por lo tanto: ceto-darpaṇa-mārjanam: Solo mediante el śrī-kṛṣṇa-saṅkīrtana podemos limpiar el corazón, que está lleno de conceptos erróneos. Los líderes del movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa deben tomar muy en serio esta oportunidad de mostrarse bondadosos con las almas caídas liberándolas del erróneo concepto materialista de la vida.


No hay forma alguna de ser feliz en el mundo material. Como se afirma en el Bhagavad-gītā (8.16):

ābrahma-bhuvanāl lokāḥ
punar āvartino ’rjuna


«Desde el planeta más elevado del mundo material hasta el más bajo, son todos lugares de sufrimiento en los que tienen lugar sucesivos nacimientos y muertes». Por lo tanto, de nada sirven los viajes a la Luna: en el mundo material no encontraremos la menor felicidad ni siquiera si llegamos a Brahmaloka, el sistema planetario más elevado. Quien de verdad desee la felicidad, debe ir al mundo espiritual. El mundo material se caracteriza por la lucha por la existencia y por el bien conocido principio de la supervivencia del más apto; sin embargo, las pobres almas del mundo material no saben, ni qué es sobrevivir, ni quién es apto. Sobrevivir no significa tener que morir; significa no morir, y disfrutar de una vida eterna de conocimiento y bienaventuranza. Eso es supervivencia. El objetivo del movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa es que todas las personas se capaciten para la supervivencia. En verdad, su objetivo es poner fin a la lucha por la existencia. El Śrīmad-Bhāgavatam y el Bhagavad-gītā señalan claras directrices acerca de cómo detener la lucha por la existencia y sobrevivir en la vida eterna. El movimiento desaṅkīrtana es, por lo tanto, una gran oportunidad. Por el simple hecho de escuchar el Bhagavad-gītā y cantar el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa, nos purificamos por completo. De ese modo, la lucha por la existencia se termina y vamos de regreso al hogar, de vuelta a Dios.

« Previous Next »