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Text 28

dṛṣṭvārīn apy asaṁyattāñ
jāta-kṣobhān sva-nāyakān
nyaṣedhad daitya-rāṭ ślokyaḥ
sandhi-vigraha-kālavit


dṛṣṭvā—observando; arīn—a los enemigos; api—aunque; asaṁyattān—que no se esforzaban por luchar; jāta-kṣobhān—que se agitaron; sva-nāyakān—a sus propios capitanes y generales; nyaṣedhat—impidió; daitya-rāṭ—el emperador de los daityas, Mahārāja Bali; ślokyaḥ—muy respetable y eminente; sandhi—para negociar; vigraha—así como para luchar; kāla—el momento; vit—perfectamente consciente de.


Mahārāja Bali, un famosísimo rey de los demonios, sabía muy bien cuándo era tiempo de paz y cuándo de guerra. Así, aunque sus generales y capitanes se agitaron mucho y estuvieron a punto de matar a los semidioses, Mahārāja Bali se lo prohibió, pues vio que los semidioses venían en son de paz.


SIGNIFICADO: La norma védica de etiqueta ordena: gṛhe śatrum api prāptaṁ viśvastam akutobhayam: Cuando un enemigo acude a visitar a su rival, debe ser tan bien recibido que llegue a olvidar la hostilidad entre los dos bandos. Bali Mahārāja era un perfecto conocedor de los artes de hacer la paz y declarar la guerra, de modo que, pese a la agitación de sus generales y capitanes, supo ofrecer un buen recibimiento a los semidioses. Esas pautas de conducta aún seguían en vigor durante la batalla entre los Pāṇḍavas y los Kurus. Durante el día, ambos bandos combatían con todas sus fuerzas, pero, cuando se ponía el Sol, visitaban amistosamente el campamento de sus rivales y eran bien recibidos. En esos encuentros amistosos, un enemigo ofrecería al otro todo lo que pudiera desear. Esa era la costumbre.

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