Text 8
rājño jīvatu deho ’yaṁ
prasannāḥ prabhavo yadi
tathety ukte nimiḥ prāha
mā bhūn me deha-bandhanam
rājñaḥ—del rey; jīvatu—que cobre nueva vida; dehaḥ ayam—este cuerpo (ahora conservado); prasannāḥ—muy complacidos; prabhavaḥ—capaces de hacerlo; yadi—si; tathā—que así sea; iti—así; ukte—cuando fue contestado (por los semidioses); nimiḥ—Mahārāja Nimi; prāha—dijo; mā bhūt—no lo hagan; me—mi; deha-bandhanam—nuevo aprisionamiento en un cuerpo material.
«Si están satisfechos con este sacrificio y si realmente tienen poder para ello, les pedimos que devuelvan a Mahārāja Nimi a este cuerpo para que viva de nuevo en él». Los semidioses contestaron afirmativamente a la petición de los sabios, pero Mahārāja Nimi dijo: «Por favor, no me aprisionen de nuevo en un cuerpo material».
SIGNIFICADO: Los semidioses son muy superiores a los seres humanos. Por esa razón, los grandes santos y sabios, que de por sí eran brāhmaṇas poderosos, pidieron a los semidioses que reviviesen el cuerpo de Mahārāja Nimi, que conservaban en bálsamos aromáticos. No debemos pensar que el poder de los semidioses se reduce al disfrute de los sentidos; su poder les permite incluso devolver la vida a un cuerpo muerto. Las Escrituras védicas nos ofrecen muchos ejemplos como este. En la historia de Sāvitrī y Satyavān, por ejemplo, Satyavān murió y Yamarāja se lo llevó, pero, ante el ruego de su esposa, Sāvitrī, se le devolvió a la vida en el mismo cuerpo. Es importante notar este hecho en relación con el poder de los semidioses.