Texts 27-28
sā sannivāsaṁ suhṛdāṁ
prapāyām iva gacchatām
vijñāyeśvara-tantrāṇāṁ
māyā-viracitaṁ prabhoḥ
sarvatra saṅgam utsṛjya
svapnaupamyena bhārgavī
kṛṣṇe manaḥ samāveśya
vyadhunol liṅgam ātmanaḥ
sā—Devayānī; sannivāsam—vivir en compañía; suhṛdām—de amigos y familiares; prapāyām—en un lugar donde se sirve agua; iva—como; gacchatām—de turistas que van de excursión de un lugar a otro; vijñāya—entender; īśvara-tantrāṇām—bajo la influencia de las estrictas leyes de la naturaleza; māyā-viracitam—las leyes impuestas por māyā, la energía ilusoria; prabhoḥ—de la Suprema Personalidad de Dios; sarvatra—en todas partes en el mundo material; saṅgam—compañía; utsṛjya—abandonar; svapna-aupamyena—por analogía con un sueño; bhārgavī—Devayānī, la hija de Śukrācārya; kṛṣṇe—al Señor Kṛṣṇa; manaḥ—atención completa;samāveśya—fijando; vyadhunot—abandonó; liṅgam—los cuerpos denso y sutil; ātmanaḥ—del alma.
Devayānī, la hija de Śukrācārya, se dio entonces cuenta de que los vínculos materiales con el esposo, los amigos y los familiares, son como los que se establecen entre los turistas en un hotel. Los vínculos con la sociedad, la amistad y el amor son creación de la māyā de la Suprema Personalidad de Dios, exactamente como en un sueño. Por la gracia de Kṛṣṇa, Devayānī abandonó su posición imaginaria en el mundo material. Fijando su mente por completo en Kṛṣṇa, logró liberarse de los cuerpos denso y sutil.
SIGNIFICADO: Debemos convencernos de que somos almas espirituales, partes integrales del Brahman Supremo, Kṛṣṇa, pero que, por alguna razón, hemos sido atrapados por las cubiertas materiales de los cuerpos densos y sutiles, compuestos de tierra, agua, fuego, aire, éter, mente, inteligencia y ego falso. Debemos saber que los vínculos con la sociedad, la amistad, el amor, el nacionalismo, la religión, etc., no son más que creaciones de māyā. Nuestro único deber es volvernos conscientes de Kṛṣṇa y ofrecer a Kṛṣṇa todo el servicio que nos sea posible en nuestra condición de seres vivos. De ese modo nos liberaremos del cautiverio material. Por la gracia de Kṛṣṇa, Devayānī alcanzó ese estado gracias a las instrucciones de su esposo.