Texts 23-24
nābhāgo diṣṭa-putro ’nyaḥ
karmaṇā vaiśyatāṁ gataḥ
bhalandanaḥ sutas tasya
vatsaprītir bhalandanāt
vatsaprīteḥ sutaḥ prāṁśus
tat-sutaṁ pramatiṁ viduḥ
khanitraḥ pramates tasmāc
cākṣuṣo ’tha viviṁśatiḥ
nābhāgaḥ—con el nombre Nābhāga; diṣṭa-putraḥ—el hijo de Diṣṭa; anyaḥ—otro; karmaṇā—por ocupación; vaiśyatām—la orden de los vaiśyas; gataḥ—obtuvo; bhalandanaḥ—con el nombre Bhalandana; sutaḥ—hijo; tasya—de él (de Nābhāga); vatsaprītiḥ—con el nombre Vatsaprīti; bhalandanāt—de Bhalandana; vatsaprīteḥ—de Vatsaprīti; sutaḥ—el hijo; prāṁśuḥ—fue llamado Prāṁśu; tat-sutam—el hijo de él (de Prāṁśu); pramatim—fue llamado Pramati; viduḥ—debes entender; khanitraḥ—fue llamado Khanitra; pramateḥ—de Pramati; tasmāt—de él (de Khanitra); cākṣuṣaḥ—fue llamado Cākṣuṣa; atha—así (de Cākṣuṣa); viviṁśatiḥ—el hijo llamado Viviṁśati.
Diṣṭa tuvo un hijo llamado Nābhāga. Este Nābhāga, que no debe confundirse con el Nābhāga de que hablaremos más tarde, fue un vaiśya en virtud de su ocupación prescrita. El hijo de Nābhāga fue Bhalandana, que fue padre de Vatsaprīti, cuyo hijo fue Prāṁśu. Prāṁśu fue padre de Pramati, que tuvo como hijo a Khanitra. Khanitra, a su vez, fue padre de Cākṣuṣa, cuyo hijo fue Viviṁśati.
SIGNIFICADO: De los hijos de Manu, uno se volvió kṣatriya, otro brāhmaṇa y otro vaiśya. Esto confirma la declaración de Nārada Muni: yasya yal lakṣaṇaṁ proktaṁ puṁso varṇābhivyañjakam (Bhāg. 7.11.35). Siempre debemos recordar que los brāhmaṇas, kṣatriyas y vaiśyas nunca deben ser considerados miembros de una casta por herencia. Un brāhmaṇa puede volverse kṣatriya, y un kṣatriya, brāhmaṇa. Del mismo modo, los brāhmaṇas o kṣatriyas también pueden volverse vaiśyas, y los vaiśyas, brāhmaṇas o kṣatriyas. Esto se confirma en el Bhagavad-gītā (cātur-varṇyaṁ mayā sṛṣṭaṁ guṇa-karma-vibhāgaśaḥ). Así pues, los brāhmaṇas, kṣatriyas o vaiśyas no lo son por herencia, sino por sus cualidades. Hay una gran necesidad de brāhmaṇas. Por esa razón, en el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa, estamos tratando de formar brāhmaṇas que guíen a la sociedad humana. En la actualidad hay una gran escasez de brāhmaṇas, y, debido a ello, la sociedad humana ha perdido su cerebro. Como la práctica totalidad de las personas son śūdras, en la actualidad nadie puede guiar a la sociedad por la senda correcta que lleva a la perfección de la vida.