Text 56
śrī-śaṅkara uvāca
vayaṁ na tāta prabhavāma bhūmni
yasmin pare ’nye ’py aja-jīva-kośāḥ
bhavanti kāle na bhavanti hīdṛśāḥ
sahasraśo yatra vayaṁ bhramāmaḥ
śrī-śaṅkaraḥ uvāca—el Señor Śiva dijo; vayam—nosotros; na—no; tāta—¡oh, mi querido hijo!; prabhavāmaḥ—con poder suficiente; bhūmni—a la grande y Suprema Personalidad de Dios; yasmin—en quien; pare—en la Realidad Trascendental; anye—otros; api—incluso; aja—el Señor Brahmā; jīva—entidades vivientes; kośāḥ—los universos; bhavanti—pueden llegar a ser; kāle—con el paso del tiempo; na—no; bhavanti—pueden llegar a ser; hi—en verdad; īdṛśāḥ—de este modo; sahasraśaḥ—muchos miles de millones; yatra—donde; vayam—todos nosotros; bhramāmaḥ—rodamos.
El Señor Śiva dijo: Mi querido hijo, yo, el Señor Brahmā y los demás semidioses, que damos vueltas por el universo falsamente convencidos de nuestra grandeza, no disponemos de ningún poder para competir con la Suprema Personalidad de Dios, pues el Señor, con una simple indicación, trae a la existencia y aniquila infinidad de universos, con todos sus habitantes.
SIGNIFICADO: En el mundo material hay infinidad de universos, y también hay infinidad de brahmās, śivas y otros señores y semidioses. Todos ellos ruedan por el mundo material bajo la dirección suprema de la Personalidad de Dios. Por consiguiente, nadie puede competir con la fuerza del Señor. El Señor Śiva también se negó a proteger a Durvāsā, ya que también su poder era inferior al de los rayos del cakra Sudarśana enviado por la Suprema Personalidad de Dios.