Texts 25-26
manaḥ pṛthivyāṁ tām adbhis
tejasāpo ’nilena tat
khe vāyuṁ dhārayaṁs tac ca
bhūtādau taṁ mahātmani
tasmiñ jñāna-kalāṁ dhyātvā
tayājñānaṁ vinirdahan
hitvā tāṁ svena bhāvena
nirvāṇa-sukha-saṁvidā
anirdeśyāpratarkyeṇa
tasthau vidhvasta-bandhanaḥ
manaḥ—la mente (llena de deseos materiales de comer, dormir, aparearse y defenderse); pṛthivyām—en la tierra; tām—eso; adbhiḥ—con agua; tejasā—y con fuego; apaḥ—el agua; anilena—en el fuego; tat—eso; khe—en el cielo; vāyum—el aire; dhārayan—amalgamar; tat—eso; ca—también; bhūta-ādau—en el ego falso, origen de la existencia material; tam—eso (el ego falso); mahā-ātmani—en el mahat-tattva, la energía material total; tasmin—en la energía material total; jñāna-kalām—el conocimiento espiritual y sus diversas ramas; dhyātvā—por meditar; tayā—con ese proceso; ajñānam—la ignorancia; vinirdahan—específicamente sometidas; hitvā—abandonar; tām—ambición material; svena—con autorrealización; bhāvena—con servicio devocional; nirvāṇa-sukha-saṁvidā—con bienaventuranza trascendental, poniendo fin a la existencia material; anirdeśya—imperceptible; apratarkyeṇa—inconcebible; tasthau—permaneció; vidhvasta—liberado por completo de; bandhanaḥ—el cautiverio material.
Mahārāja Hariścandra purificó, en primer lugar, su mente, que estaba llena de disfrute material, amalgamándola con la tierra. Luego amalgamó la tierra con el agua, el agua con el fuego, el fuego con el aire, y el aire con el cielo. A continuación, amalgamó el cielo con la energía material total, y la energía material total con el conocimiento espiritual. Ese conocimiento espiritual es la comprensión de que nuestro ser es parte del Señor Supremo. Cuando el alma espiritual autorrealizada se ocupa en el servicio del Señor, es eternamente imperceptible e inconcebible. Así establecida en el conocimiento espiritual, se libera por completo del cautiverio material.
Así terminan los significados de Bhaktivedanta correspondientes al capítulo séptimo del Canto Noveno del Śrīmad-Bhāgavatam, titulado «Descendientes del rey Māndhātā».