TEXT 21
yad yad ācarati śreṣṭhas
tat tad evetaro janaḥ
sa yat pramāṇaṁ kurute
lokas tad anuvartate
yat yat—cualquier, ācari—él hace; śreṣṭhaḥ—un líder respetable; tat—eso; tat—y solo eso; eva—indudablemente; itaraḥ—común; janaḥ—persona; saḥ—él; yat—cualquiera; pramāṇam—ejemplo; kurute—que realiza; lokaḥ—todo el mundo; tat—eso; anuvartate—sigue los pasos.
Los hombres comunes siguen los pasos de un gran hombre, sea cual fuere la acción que éste ejecute. Y cualesquiera que sean las pautas que él establezca mediante actos ejemplares, el mundo entero las sigue.
SIGNIFICADO: La generalidad de la gente siempre requiere de un líder que pueda enseñarle por medio de su comportamiento en la práctica. Un líder no puede enseñarle a la gente a dejar de fumar, si él mismo fuma. El Señor Caitanya dijo que un maestro debe comportarse correctamente, incluso antes de empezar a enseñar. Aquel que enseña de esa manera recibe el nombre de ācārya, o maestro ideal. Por lo tanto, un maestro debe seguir los principios del śastra (la Escritura), para enseñarle al hombre común. El maestro no puede inventar reglas que vayan en contra de los principios de las Escrituras reveladas. Las Escrituras reveladas, tales como la Manu-saṁhitā y otras similares, se consideran los libros modelo que debe seguir la sociedad humana. Así pues, la enseñanza del líder debe estar basada en los principios de esos śastras modelo. Aquel que desee perfeccionarse, debe seguir las reglas que sirven de pauta tal como las practican los grandes maestros. El Śrīmad-Bhāgavatam también afirma que uno debe seguir los pasos de los grandes devotos, y esa es la manera de progresar en el sendero de la comprensión espiritual. Al rey o al primer mandatario de un estado, al padre y al maestro de escuela se los considera líderes naturales del inocente hombre común. Todos esos líderes naturales tienen una gran responsabilidad para con sus dependientes, por lo cual deben estar bien versados en libros modelo de códigos morales y espirituales.