Texto 124
“koṭi-nāma-grahaṇa-yajña kari eka-māse
ei dīkṣā kariyāchi, haila āsi’ śeṣe
koṭi-nāma-grahaṇa—rezar diez millones de nombres; yajña—ese sacrificio; kari—yo hago; eka-māse—en un mes; ei—este; dīkṣā—voto; kariyāchi—yo he hecho; haila—estaba; āsi’—acercándose; śeṣe—el final.
«He hecho voto de rezar diez millones de nombres en un mes. He hecho el voto, pero ahora estoy a punto de cumplirlo.
SIGNIFICADO: Si se rezan de modo regulado 333.333 nombres al día durante un mes (30 días), sólo hay que rezar 10 nombres más para llegar a los diez millones de nombres. De ese modo, el devoto adora a la Suprema Personalidad de Dios. Esa adoración se denomina yajña. Yajñaiḥ saṅkīrtana-prāyair yajanti hi su-medhasaḥ: las personas de inteligencia brillante aceptan este hari-nāma-yajña, el yajña de cantar el santo nombre del Señor. Quien lleva a cabo ese yajña, satisface a la Suprema Personalidad de Dios, y de ese modo alcanza la perfección en la vida espiritual.
Desde un punto de vista externo, Haridāsa Ṭhākura pertenecía a una familia musulmana. Sin embargo, por ocuparse en el yajña de cantar el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa, llegó a ser un brāhmaṇa debidamente iniciado. Como se afirma en el Śrīmad-Bhāgavatam (3.33.6):
yan-nāmadheya-śravaṇānukīrtanād
yat-prahvaṇād yat-smaraṇād api kvacit
śvādo ’pi sadyaḥ savanāya kalpate
kutaḥ punas te bhagavan nu darśanāt
Un devoto puede haber nacido en una familia de comedores de perros, pero, tan pronto como se entrega a la Suprema Personalidad de Dios, se vuelve un brāhmaṇa cualificado, que inmediatamente es apto para celebrar yajña; en cambio, una persona nacida en familia de brāhmaṇas tiene que esperar a completar el proceso purificatorio antes de que pueda calificársele de saṁskṛta, purificado. El Śrīmad-Bhāgavatam (12.1.40) dice además:
asaṁskṛtāḥ kriyā-hīnā rajasā tamasāvṛtāḥ
prajās te bhakṣayiṣyanti mlecchā rājanya-rūpiṇaḥ
«En la era de Kali, los mlecchas, las personas de bajo nacimiento que no se han sometido al proceso purificatorio de saṁskāra, que no saben cómo aplicar ese proceso en la vida real, y que están cubiertos por las modalidades de la pasión y la ignorancia, ocuparán puestos de administrador. Con sus actividades ateas, devorarán a los ciudadanos». La persona que no se ha purificado mediante el proceso prescrito de saṁskāra recibe el calificativo de asaṁskṛta, pero si continúa siendo kriyā-hīna después de haberse purificado mediante la iniciación, o en otras palabras, si fracasa en la aplicación práctica de los principios de pureza en su vida, sigue siendo un mleccha o yavana no purificado. Por otra parte, vemos que Haridāsa Ṭhākura, pese a haber nacido en una familia de mlecchas o yavanas, llegó a ser Nāmācārya Haridāsa Ṭhākura, debido a que realizaba el nāma-yajña un mínimo de 300.000 veces al día.
En este verso vemos que Haridāsa Ṭhākura seguía estrictamente su principio regulativo de rezar 300.000 nombres. Así, cuando la prostituta comenzaba a inquietarse, le explicó que primero tenía que terminar de rezar, y que después podría satisfacerla. En realidad, Haridāsa Ṭhākura rezó el santo nombre del Señor tres noches seguidas, y dio a la prostituta la posibilidad de escucharle. De ese modo, como se verá en los siguientes versos, ella se purificó.