Text 184
prabhu kahe, — śruti, smṛti, yata ṛṣi-gaṇa
sabe ‘eka’-mata nahe, bhinna bhinna dharma
prabhu kahe—el Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu dijo; śruti—los Vedas; smṛti—los Purāṇas; yata—todos; ṛṣi-gaṇa—los grandes sabios; sabe—todos ellos; eka-mata nahe—no están de acuerdo; bhinna bhinna dharma—principios religiosos de distintos niveles.
Śrī Caitanya Mahāprabhu contestó: «Los Vedas, los Purāṇas y los grandes sabios eruditos no siempre están de acuerdo entre sí. Es por eso que hay distintos principios religiosos.
SIGNIFICADO: Hasta que no se llega a la Verdad Absoluta, no hay posibilidad de acuerdo. Nāsāv ṛṣir yasya mataṁ na bhinnam: Los grandes eruditos y sabios no son reconocidos como tales si no manifiestan una opinión distinta a los demás eruditos y sabios. En el plano material, no hay posibilidad de acuerdo; por eso hay distintos tipos de sistemas religiosos. Pero la Verdad Absoluta es una, y, cuando nos situamos en la Verdad Absoluta, todo desacuerdo desaparece. En ese plano absoluto se puede adorar a la Suprema Personalidad de Dios. Como se afirma en la Bhagavad-gītā (18.55): bhaktyā mām abhijānāti yāvān yaś cāsmi tattvataḥ. En el plano absoluto, la Deidad adorable es una, y el proceso de adoración también es uno. Ese proceso es el bhakti.
Si en el mundo hay muchas religiones distintas, es porque no todas están en el plano absoluto del servicio devocional. Como se confirma en la Bhagavad-gītā (18.66): sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja. La palabra ekam significa «uno», Kṛṣṇa. En ese plano, ya no hay distintos sistemas religiosos. Según el Śrīmad-Bhāgavatam (1.1.2): dharmaḥ projjhita-kaitavo 'tra. En el plano material, los sistemas religiosos son diferentes. El Śrīmad-Bhāgavatam los califica desde su mismo comienzo de dharmaḥ kaitavaḥ, religiones engañosas. Ninguna de esas religiones es realmente auténtica. El auténtico sistema religioso es el que nos capacita para ser amantes de la Suprema Personalidad de Dios. En palabras del Śrīmad-Bhāgavatam (1.2.6):
sa vai puṁsāṁ paro dharmo yato bhaktir adhokṣaje
ahaituky apratihatā yayātmā suprasīdati
«La ocupación suprema (dharma) para toda la humanidad es aquella mediante la cual los hombres pueden alcanzar el servicio devocional amoroso del Señor trascendental. Para que satisfaga completamente al ser, ese servicio devocional debe estar libre de motivaciones y ser ininterrumpido».
En ese plano, no existe otra cosa que el servicio del Señor. La unidad y el acuerdo en los principios pueden darse cuando no existen motivaciones personales. Como cada quien tiene un cuerpo y una mente distintos, se necesitan distintos tipos de religión. Pero, cuando nos situamos en el plano espiritual, las diferencias basadas en el cuerpo y la mente dejan de existir. Por consiguiente, en el plano absoluto hay unidad en la religión.