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Text 133

kṣīra laha ei, yāra nāma ‘mādhava-purī’
tomā lāgi’ gopīnātha kṣīra kaila curi

kṣīra laha—toma el cuenco de arroz dulce; ei—este; yāra—cuyo; nāma—nombre; mādhava-purī—Mādhavendra Purī; tomā lāgi’—para ti solamente; gopīnātha—la Deidad del Señor Gopīnātha; kṣīra—el cuenco de arroz dulce; kaila—hizo; curi—robar.

Con el cuenco de arroz dulce en la mano, el sacerdote gritaba: «¿Quién se llama Mādhavendra Purī? ¡Por favor, ven a recoger este cuenco de arroz con leche! ¡Gopīnātha lo ha robado para ti!»

SIGNIFICADO: Aquí se explica la diferencia entre la Verdad Absoluta y la verdad relativa. El Señor Gopīnātha ha declarado abiertamente que es un ladrón. Pero, aunque robó el cuenco de arroz dulce, no mantuvo en secreto Su hurto, pues Su acto de robar es fuente de gran bienaventuranza trascendental. En el mundo material, robar es un acto criminal, pero en el mundo espiritual, los robos del Señor son fuente de bienaventuranza trascendental. Hay sinvergüenzas mundanos que, incapaces de comprender la naturaleza absoluta de la Personalidad de Dios, a veces acusan al Señor Śrī Kṛṣṇa de inmoral, sin saber que Sus actividades en apariencia inmorales y que no son ningún secreto, dan placer a los devotos. Sin entender la conducta trascendental de la Suprema Personalidad de Dios, esos sinvergüenzas ponen tachas a Su carácter, e inmediatamente caen en la categoría de los malvados (los sinvergüenzas, los más bajos entre los hombres, los demonios y aquellos a quienes la energía ilusoria les ha robado el conocimiento). Kṛṣṇa explica en la Bhagavad-gītā (7.15):

na māṁ duṣkṛtino mūḍhāḥprapadyante narādhamāḥ
māyayāpahṛta-jñānā
āsuraṁ bhāvam āśritāḥ

«Esos malvados sumamente necios, que son lo más bajo de la humanidad, a quienes la ilusión les ha robado el conocimiento, y que participan de la naturaleza atea de los demonios, no se entregan a Mí».

Los sinvergüenzas mundanos no pueden comprender que todo lo que Kṛṣṇa hace, siendo de naturaleza absoluta, es completamente bueno. Esa cualidad del Señor se explica en el Śrīmad-Bhāgavatam (10.33.29). En función de cálculos mundanos, podríamos considerar inmorales ciertos actos de una persona supremamente poderosa, pero en realidad no es así. El Sol, por ejemplo, absorbe el agua de la superficie de la Tierra, pero no sólo el agua del mar, sino también la que hay en las más sucias alcantarillas y cloacas llenas de orina y otras sustancias impuras. El Sol, sin embargo, no se contamina por evaporar esas aguas. Al contrario, purifica los lugares sucios. El devoto que acude a la Suprema Personalidad de Dios se purifica aunque sus fines sean inmorales o impropios; el Señor no Se contamina. En el Śrīmad-Bhāgavatam (10.29.15) se afirma que la persona que acude al Señor Supremo, aunque lo haga con lujuria, ira o miedo (kāmaṁ krodhaṁ bhayam), se purifica. Las gopīs, como muchachas jóvenes que eran, iban a ver a Kṛṣṇa porque era un muchacho joven muy hermoso. Desde el punto de vista externo, acudían al Señor por lujuria, y el Señor bailaba con ellas a medianoche. Desde el punto de vista mundano, esas actividades pueden parecer inmorales, porque una muchacha joven, sea soltera o casada, no puede irse de su casa para estar con un jovencito y bailar con él. Aunque desde el punto de vista mundano eso es inmoral, las actividades de las gopīs se consideran la forma suprema de adoración, pues a quien fueron a ver llenas de deseos lujuriosos en la oscuridad de la noche fue al Señor Kṛṣṇa.

Estas cosas, sin embargo, no pueden comprenderlas los no devotos. Debemos entender a Kṛṣṇa en tattva (verdad). Debemos utilizar el sentido común y considerar que si, por el simple hecho de cantar el santo nombre de Kṛṣṇa, nos purificamos, ¿cómo puede ser inmoral la persona Kṛṣṇa? Por desdicha, los necios mundanos son tenidos por líderes y educadores, y se les ofrecen puestos muy elevados para que enseñen principios irreligiosos a la población. Esto se explica en el Śrīmad-Bhāgavatam (7.5.31): andhā yathāndhair upanīyamānāḥ. Los ciegos tratan de guiar a otros ciegos. Debido a la inmadura comprensión de esos sinvergüenzas, los hombres comunes no deben hablar de los pasatiempos de Kṛṣṇa con las gopīs. Los no devotos ni siquiera deben hablar de que Él roba arroz dulce para Sus devotos. Se les advierte de que ni siquiera piensen en esas cosas. Aunque Kṛṣṇa es el más puro de los puros, las personas mundanas se contaminan ellas mismas por pensar en la aparente inmoralidad de los pasatiempos de Kṛṣṇa. Śrī Caitanya Mahāprabhu nunca habló en público de las relaciones de Kṛṣṇa con las gopīs. Sólo comentaba esos temas con tres amigos íntimos. Nunca habló del rāsa-līlā en público, como hacen los recitadores profesionales, que ni siquiera entienden a Kṛṣṇa ni la naturaleza de quienes les escuchan. Śrī Caitanya Mahāprabhu, al contrario, animaba a la gente a cantar el santo nombre, en gran escala y por tantas horas como fuese posible.

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