Text 173
jīvera dehe ātma-buddhi — sei mithyā haya
jagat ye mithyā nahe, naśvara-mātra haya
jīvera—de las entidades vivientes; dehe—en el cuerpo; ātma-buddhi—considerar el ser; sei—eso; mithyā—falso; haya—es; jagat—la manifestación cósmica; ye—esa; mithyā—falsa; nahe—no; naśvara-mātra—solamente temporal; haya—es.
«La teoría de la ilusión sólo puede aplicarse cuando la entidad viviente se identifica con el cuerpo. Por lo que se refiere a la manifestación cósmica, no puede considerarse falsa, aunque, sin duda alguna, es temporal.»
SIGNIFICADO: La entidad viviente es el sirviente eterno de Kṛṣṇa. Como parte integral del Señor, es constitucionalmente pura, pero, debido al contacto con la energía material, se identifica con el cuerpo material, denso o sutil. Esa identificación es ciertamente falsa, y constituye el verdadero trasfondo de la teoría de la ilusión. La entidad viviente es eterna; a diferencia de sus cuerpos denso y sutil, ella nunca puede quedar sujeta a los límites del tiempo. La manifestación cósmica nunca es falsa, pero, por la influencia del factor tiempo, está sujeta al cambio. Para la entidad viviente, considerar la manifestación cósmica como campo para el disfrute de los sentidos es, ciertamente, ilusorio. El mundo material es la manifestación de la energía material del Señor. Así lo explica Kṛṣṇa en la Bhagavad-gītā (7.4):
bhūmir āpo ’nalo vāyuḥ khaṁ mano buddhir eva ca
ahaṅkāra itīyaṁ me bhinnā prakṛtir aṣṭadhā
«La tierra, el agua, el fuego, el aire, el éter, la mente, la inteligencia y el ego falso; estos ocho elementos en conjunto constituyen Mis energías materiales separadas».
El mundo material es la energía inferior de la Suprema Personalidad de Dios, pero no es cierto que el Señor Supremo Se haya transformado en el mundo material. Los filósofos māyāvādīs, carentes de comprensión verdadera, han confundido, mediante juegos de palabras, la teoría de la ilusión y la teoría de la manifestación cósmica. La teoría de la ilusión puede aplicarse a la persona que se identifica con el cuerpo. La entidad viviente es la energía superior del Señor Supremo, y el mundo material es la energía inferior. Ambas, sin embargo, son prakṛti (energía). Aunque la energía es a la vez una y diferente del Señor, el Señor nunca pierde Su forma personal por la transformación de Sus diversas energías.