TEXTO DIEZ
karmibhyaḥ parito hareḥ priyatayā vyaktiṁ yayur jñāninas
tebhyo jñāna-vimukta-bhakti-paramāḥ premaika-niṣṭhās tataḥ
tebhyas tāḥ paśu-pāla-paṅkaja-dṛśas tābhyo ’pi sā rādhikā
preṣṭhā tadvad iyaṁ tadīya-sarasī tāṁ nāśrayet kaḥ kṛtī
karmibhyaḥ — que todos los trabajadores fruitivos; paritaḥ — en todos los aspectos; hareḥ — por la Suprema Personalidad de Dios; priyatā — por ser favorecidos; vyaktim yayuḥ — se dice en el śāstra; jñāninaḥ — aquellos que son adelantados en cuanto al conocimiento; tebhyaḥ — superiores a ellos; jñāna-vimukta — liberados debido al conocimiento; bhakti-paramāḥ — aquellos que están ocupados en el servicio devocional; prema-eka-niṣṭhāḥ — aquellos que han logrado amor puro por Dios; tatah — superiores a ellos; tebhyaḥ — mejores que ellos; tāḥ — esas; paśu-pāla-paṅkaja-dṛśaḥ — las gopīs que siempre dependen de Kṛṣṇa, el pastorcillo de vacas; tābhyaḥ — por encima de todas ellas; api — ciertamente; sā — Ella; rādhikā — Śrīmatī Rādhikā; preṣṭhā — muy querida; tadvat — en forma similar; iyam — éste; tadīya-saras — Su largo, Śrī Rādhā-kuṇḍa; tām — Rādhā-kuṇḍa; na — no; āśrayet — no se refugiaría en; kaḥ — quién; kṛtī — muy afortunado.
En el śāstra se dice que todos los tipos de trabajadores fruitivos, aquel que es adelantado en cuanto al conocimiento de los valores superiores de la vida, es favorecido por el Supremo Señor Hari. De entre muchas personas así que han desarrollado conocimiento [jñānīs], aquel que está prácticamente liberado en virtud de su conocimiento, quizás emprenda el servicio devocional. Él es superior a los otros. Sin embargo, alguien que realmente ha desarrollado prema, amor puro por Kṛṣṇa, es superior a él. Las gopīs se destacan entre todos los devotos adelantados, pues siempre dependen totalmente de Śrī Kṛṣṇa, el pastorcillo trascendental de vacas. Entre las gopīs, Śrīmatī Rādhārāṇī es la más querida de Kṛṣṇa. Su kuṇḍa [lago] es tan profundamente querido del Señor Kṛṣṇa como lo es ésta, la más querida de las gopīs. Entonces, ¿quién no vivirá en el Rādhā-kuṇḍa y, en un cuerpo espiritual rebosante de sentimientos devocionales extáticos [aprākṛta-bhāva], no le prestará servicio amoroso a la pareja divina, Śrī Śrī Rādhā-Govinda, quienes llevan a cabo Su aṣṭakālīya līlā, es decir Sus óctuples y eternos pasatiempos diarios? En verdad, aquellos que ejecutan servicio devocional a orillas del Rādhā-kuṇḍa, son las personas más afortunada del universo.
En la actualidad casi todo el mundo está ocupado en algún tipo de actividades fruitiva. Se llama karmīs, o sea trabajadores fruitivos, a aquellos que desean ganar beneficios materiales mediante su trabajo. Todas las entidades vivientes de este mundo material han quedado bajo el hechizo de māyā. El Viṣṇu Purāṅa (6.7.61) describe esto:
viṣṇu-śaktiḥ parā proktā
kṣetrajñākhyā tathā parā
avidyā-karma-saṁjñānyā
tṛtīyā śaktir iṣyate
Los sabios han dividido las energías de la Suprema Personalidad de Dios en tres categorías, llamadas la energía espiritual, la energía marginal, y la energía material. La energía material es considerada la energía de tercera clase (tṛtīyā śaktiḥ), Los seres vivientes que están dentro de la jurisdicción de la energía material a veces actúan como perros y cerdos trabajando muy arduamente simplemente para complacer sus sentidos. Sin embargo, ya sea en esta vida o en la siguiente vida, después de haber ejecutado actividades piadosas, algunos karmīs quedan fuertemente atraídos a realizar diversos sacrificios que se mencionan en los Vedas. Así, ellos son elevados a los planetas celestiales en base a sus méritos piadosos. Efectivamente, aquellos que realizan sacrificios que están estrictamente en conformidad con los mandatos védicos, son elevados a la Luna y a los planetas que están por encima de la Luna. Tal como se menciona en El Bhagavad-gītā (9.21), kṣṣṇe puṇye martya-lokaṁ viśanti: después de agotar los resultados de sus supuestas actividades piadosas, ellos regresan de nuevo a la Tierra, la cual es llamada martya-loka, el lugar de la muerte. Aunque dichas personas quizá sean elevadas a los planetas celestiales a causa de sus actividades piadosas, y disfruten allí de la vida durante muchos miles de años, de todos modos deben regresar a este planeta cuando se hayan agotado los resultados de sus actividades piadosas.
Éstas es la situación de todos los karmīs, incluyendo a los que actúan en forma piadosa o impía. Observando que en este planeta hay muchos hombres de negocios, políticos y otros, que únicamente se interesan en la felicidad material. Ellos tratan de ganar dinero usando cualquier medio, sin tomar en cuenta que dicho medio sea piadoso o impío. Tales personas son llamadas karmīs, o sea muy materialistas. Entre los karmīs hay algunos vikarmīs, o sea gente que actúa sin la guía del conocimiento védico. Aquellos que actúan en base al conocimiento védico realizan sacrificios para satisfacer al Señor Viṣṇu y recibir Sus bendiciones. Ellos son elevados así a los sistemas planetarios superiores. Dichos karmīs son superiores a los vikarmīs, ya que son fieles a los mandatos de los Vedas e indudablemente le son queridos a Kṛṣṇa. En El Bhagavad-gītā (4. 11) Kṛṣṇa dice: ye yathā māṁ prapadyante tāṁs tathaiva bhajāmy aham. “Yo recompenso a alguien según la manera en que se entregue a Mí”. Kṛṣṇa en tan bondadoso que satisfizo los deseos de los karmīs y de los jñānīs, y qué decir de los bhaktas. Aunque los karmīs son a veces elevados a los sistemas planetarios superiores, deberán tomar nuevos cuerpos materiales después de la muerte mientras continúen apegados a las actividades fruitivas. Si uno actúa piadosamente, puede recibir un cuerpo nuevo entre los semidioses de los sistemas planetarios superiores, o alcanzar otra posición en la que pueda disfrutar un nivel superior de felicidad material. Por otro lado, quienes se ocupan en actividades impías se degradan y nacen como animales, árboles o plantas. Las personas eruditas y santas no aprecian por eso a los trabajadores fruitivos (vikarmīs) que hacen caso omiso de las instrucciones védicas. Como se afirma en El Śrīmad-Bhāgavatam (5.5.4):
nūnaṁ pramattaḥ kurute vikarma
yad indriya-prītaya āpṛṇoti
na sādhu manye yata ātmano ’yam
asann api kleśada āsa dehaḥ
“Los materialistas que trabajan arduamente como perros y cerdos, sólo para complacer sus sentidos, en realidad son unos locos. Ellos simplemente realizan todo tipo de actividades abominables para satisfacer sus sentidos. Las actividades materialistas no son en absoluto dignas de un hombre inteligente, pues como resultado de dichas actividades uno recibe un cuerpo material, el cual está lleno de sufrimiento”. El propósito de la vida humana es liberarse de las tres clases de condiciones desoladoras, las cuales son concomitantes a la existencia material. Desgraciadamente los trabajadores fruitivos están locos por ganar dinero y adquirir comodidades materiales temporales y están dispuestos a usar cualquier medio, por lo tanto se arriesgan a ser degradados a especies inferiores de vida. Los materialistas hacen tontamente muchos planes para ser felices en este mundo material. Ellos no se paran a reflexionar que vivirán sólo un determinado número de años, la mayoría de los cuales pasarán adquiriendo dinero para complacer sus sentidos. Finalmente dichas actividades terminarán con la muerte. Los materialistas no reflexionan que después de abandonar su cuerpo, pueden encarnar como animales inferiores, plantas o árboles. Así todas sus actividades simplemente arruinan el propósito de la vida. No únicamente nacen ignorantes, sino que también actúan en la plataforma de ignorancia, pensando que están obteniendo beneficios materiales en la forma de rascacielos, grandes automóviles, posiciones honorables, etc. Los materialistas no saben que en la siguiente vida serán degradados, y que todas sus actividades sólo sirven como parābhava, su derrota. Éste es el veredicto de El Śrīmad-Bhāgavatam (5.5.5): parābhava tāvad abodha- jātaḥ.
Por lo tanto, uno debe anhelar comprender la ciencia del alma (ātma-tattva). Uno permanece en el plano de la ignorancia a menos que ascienda al plano de ātma-tattva, en el cual se comprende que uno es alma y no el cuerpo. De entre miles y millones de ignorantes que sólo pierden el tiempo complaciendo sus sentidos. Puede que uno ascienda al plano del conocimiento y comprenda los valores más elevados de la vida. Tal persona recibe el nombre de jñānī. El jñānī sabe que las actividades fruitivas lo atarán a la existencia material y le harán transmigrar de un tipo de cuerpo a otro. El Śrīmad-Bhāgavatam indica con el término śarīra-bandha (atado a la existencia corporal) que, mientras se mantenga algún concepto de disfrute de los sentidos, la mente permanecerá absorta en karma, las actividades fruitivas, y esto obligará que uno transmigre de un cuerpo a otro.
Así, se considera que el jñānī es superior al karmī, pues por lo menos se abstiene de las ciegas actividades del goce de los sentidos. Éste es el veredicto de la Suprema Personalidad de Dios. Sin embargo, aunque el jñānī esté libre de la ignorancia (avidyā), a menos que ascienda a la plataforma del servicio devocional. Aunque se acepte a alguien como jñānī, o sea alguien avanzado en cuanto al conocimiento, se considera que su conocimiento en impuro porque no tiene información sobre el servicio devocional, y por ello olvida la adoración directa de los pies de loto de la Suprema Personalidad de Dios.
Cuando el jñānī adopta el proceso de servicio devocional, se vuelve rápidamente superior al jñānī ordinario. Dicha persona avanzada es descrita como jñāna-vimukta-bhakti-parama. En El Bhagavad-gītā (7.19) se menciona la forma en que el jñānī abraza el proceso de servicio devocional; allí Kṛṣṇa dice:
bahūnāṁ janmanām ante
jñānavān māṁ prapadyate
vāsudevaḥ sarvam iti
sa mahātmā sudurlabhaḥ
“Después de muchos nacimientos y muertes, aquel que realmente tiene conocimiento se entrega a Mí, conociéndome como la causa de todas las causas y de todo lo que existe. Es muy raro encontrar a semejante gran alma”. En realidad, una persona es sabia cuando se entrega a los pies de loto de Kṛṣṇa, pero es muy raro encontrar a tal mahātmā, gran alma.
Después de que la persona adopta la causa del servicio devocional siguiendo los principios regulativos, puede pasar al plano de amor espontáneo por Dios, si sigue los pasos de grandes devotos tales como Nārada, Sanaka y Sanātana. Entonces la Suprema Personalidad de Dios lo reconoce como superior. Los devotos que han desarrollado amor por Dios ciertamente están en una posición excelsa.
De todo estos devotos, se reconoce a las gopīs como superiores debido a que no saben nadaexcepto satisfacer a Kṛṣṇa.Las gopīs no esperan que Kṛṣṇa les dé nada a cambio. En verdad Kṛṣṇa a veces las hace sufrir en sumo grado separándose de ellas. Sin embargo, ellas no pueden olvidar a Kṛṣṇa. Cuando Kṛṣṇa dejó Vṛndāvana para ir a Mathurā, las gopīs quedaron sumamente abatidas y simplemente pasaron el resto de su vida llorando en separación de Kṛṣṇa. Eso significa que en un sentido nunca se separaron realmente de Kṛṣṇa. No hay diferencia alguna entre pensar en Kṛṣṇa y asociarse con Él. Más bien, vipralambha-sevā, pensar en Kṛṣṇa en separación, tal como lo hizo Śrī Caitanya Mahāprabhu, es mucho mejor que servir a Kṛṣṇa directamente. Es por eso que, de entre todos los devotos que han desarrollado amor devocional puro por Kṛṣṇa, las gopīs son de lo más excelso, y de entre todas estas gopīs excelsas, Śrīmatī Rādhārāṇī es la más elevada. Nadie puede superar el servicio devocional de Śrīmatī Rādhārāṇī. En realidad ni siquiera Kṛṣṇa puede comprender la actitud de Śrīmatī Rādhārāṇī; por eso tomó la posición de Ella y apareció como Śrī Caitanya Mahāprabhu, únicamente para comprender los sentimientos trascendentales de Ella.
Śrīla Rūpa Gosvāmī concluye gradualmente que Śrīmatī Rādhārāṇī es la devota más excelsa de Kṛṣṇa, y que Su kuṇḍa (lago), Śrī Rdhā-kuṇḍa, es el lugar más excelso. Esto es verificado en un pasaje de El Laghu-bhāgavatāmṛta (Uttara-khaṇḍa 45), citado en El Caitanya-caritāmṛta:
yathā rādhā priyā viṣṇos
tasyāḥ kuṇḍaṁ priyaṁ tathā
sarva-gopīṣu saivaikā
viṣṇor atyanta-vallabhā
“Así como el Señor Supremo Kṛṣṇa [Viṣṇu] quiere a Śrīmatī Rādhārāṇī, Kṛṣṇa también quiere igualmente al sitio de Su baño [Rādhā-kuṇḍa]. De entre todas las gopīs, sólo Ella figura como suprema, siendo la más amada del Señor”.
Por consiguiente, todo aquel que esté interesado en cultivar conciencia de Kṛṣṇa debe refugiarse finalmente en el Rādhā-kuṇḍa y ejecutar allí servicio devocional durante toda su vida. Ésta es la conclusión de Rūpa Gosvāmī en el décimo verso de El Upadeśāmṛta.