Text 17
tasmān nāmnā viṣṇu-rāta
iti loke bhaviṣyati
na sandeho mahā-bhāga
mahā-bhāgavato mahān
tasmāt—por lo tanto; nāmnā—con el nombre; viṣṇu-rātaḥ—protegido por Viṣṇu, la Personalidad de Dios; iti—así pues; loke—en todos los planetas; bhaviṣyati—será bien conocido; na—no; sandehaḥ—dudas; mahā-bhāga—de lo más afortunado; mahā-bhāgavataḥ—el devoto de primera del Señor; mahān—poseedor de todas las buenas cualidades.
Por esa razón, este niño será bien conocido en el mundo como «aquel que está protegido por la Personalidad de Dios». ¡Oh, tú, el muy afortunado!, no hay duda alguna de que este niño se convertirá en un devoto de primera y que poseerá todas las buenas cualidades.
SIGNIFICADO: El Señor les brinda protección a todos los seres vivientes, porque Él es su líder supremo. Los himnos védicos confirman que el Señor es la Suprema Persona entre todas las personalidades. La diferencia que hay entre las dos clases de seres vivientes radica en que el uno, la Personalidad de Dios, mantiene a todos los demás seres vivientes, y al llegar a conocerlo, se puede alcanzar la paz eterna (Kaṭha Upaniṣad). Esa protección se las brindan Sus diferentes potencias a diferentes clases de seres vivientes. Pero en lo que respecta a Sus devotos puros, Él les brinda la protección personalmente. De manera que Mahārāja Parīkṣit está protegido desde el mismo momento de su aparición en el vientre de su madre. Y debido a que el Señor lo protege de un modo especial, ha de concluirse que el niño será un devoto de primera del Señor, dotado de todas las buenas cualidades. Hay tres niveles de devotos, a saber: el mahā-bhāgavata, el madhyama-adhikārī y el kaniṣṭha-adhikārī. Aquellos que van a los templos del Señor y le ofrecen a la Deidad respeto y veneración, pero que no tienen suficiente conocimiento acerca de la ciencia teológica y, en consecuencia, no tienen tampoco ningún respeto por los devotos del Señor, se denominan devotos materialistas o kaniṣṭha-adhikārī, devotos de tercera. En segundo lugar, los devotos en los que se ha desarrollado una mentalidad de genuino servicio al Señor y que, por consiguiente, hacen amistad solo con devotos similares a ellos, favorecen a los neófitos y evitan a los ateos, se denominan devotos de segunda. Pero aquellos que ven que todo está en el Señor o que todo es del Señor, y que además ven en todo una relación eterna del Señor, de modo tal que no hay nada al alcance de su vista que no sea el Señor, reciben el nombre de mahā-bhāgavatas, o devotos de primera del Señor. Estos devotos de primera del Señor son perfectos en todos los aspectos. El devoto que se encuentre en cualquiera de esas categorías está dotado automáticamente de todas las buenas cualidades, y, por lo tanto, un devoto mahā-bhāgavata como Mahārāja Parīkṣit es sin duda perfecto en todos los aspectos. Y como Mahārāja Parīkṣit nació en la familia de Mahārāja Yudhiṣṭhira, se le designa aquí como el mahā-bhāgavata, o el más grande de los afortunados. La familia en la que nace un mahā-bhāgavata es afortunada, pues, gracias al nacimiento de un devoto de primera, los miembros de la familia —pasados, presentes y futuros, hasta un total de cien generaciones— se liberan por la gracia del Señor, en virtud del respeto que Él le tiene a Su amado devoto. De modo que, uno le hace el mayor bien a su familia simplemente con volverse un devoto puro del Señor.