Text 29
abhūta-pūrvaḥ sahasā
kṣut-tṛḍbhyām arditātmanaḥ
brāhmaṇaṁ praty abhūd brahman
matsaro manyur eva ca
abhūta-pūrvaḥ—sin precedentes; sahasā—circunstancialmente; kṣut—hambre; tṛḍbhyām—así como también por la sed; ardita—estando afligido; ātmanaḥ—de su ser; brāhmaṇam—a un brāhmaṇa; prati—en contra;abhūt—se puso; brahman—¡oh, brāhmaṇas!; matsaraḥ—envidioso; manyuḥ—furioso; eva—así pues; ca—y.
¡Oh, brāhmaṇas!, la ira y envidia del rey, dirigidas hacia el sabio brāhmaṇa, no tenían precedentes, ya que las circunstancias le habían provocado el hambre y la sed.
SIGNIFICADO: Para un rey como Mahārāja Parīkṣit, enojarse y sentir envidia, especialmente de un sabio y brāhmaṇa, era sin duda algo sin precedentes. El rey sabía bien que los brāhmaṇas, los sabios, los niños, las mujeres y los ancianos siempre se encuentran fuera de la jurisdicción del castigo. De igual modo, aunque el rey cometa un gran error, nunca se le debe considerar un delincuente. Pero en este caso, fue por la voluntad del Señor que Mahārāja Parīkṣit se enojó con el sabio y se puso envidioso de él a causa de la sed y el hambre. El rey tenía razón en castigar a su súbdito por recibirlo fríamente o desdeñarlo, pero como el culpable era un sabio y un brāhmaṇa, ello no tenía precedentes. Así como el Señor jamás envidia a nadie, así mismo ocurre con el devoto del Señor. Lo único que justifica el comportamiento de Mahārāja Parīkṣit era que lo había ordenado el Señor.