Text 13
vyasanaṁ vīkṣya tat teṣām
ananya-viṣayātmanām
sudarśanena svāstreṇa
svānāṁ rakṣāṁ vyadhād vibhuḥ
vyasanam—gran peligro; vīkṣya—habiendo observado; tat—eso; teṣām—de ellos; ananya—ningún otro; viṣaya—en medio; ātmanām—inclinado así; sudarśanena—mediante la rueda de Śrī Kṛṣṇa; sva-astreṇa—mediante el arma; svānām—de Sus propios devotos; rakṣām—protección; vyadhāt—lo hizo; vibhuḥ—el Todopoderoso.
La todopoderosa Personalidad de Dios, Śrī Kṛṣṇa, habiendo observado que un gran peligro acechaba a Sus devotos puros, quienes eran almas totalmente entregadas, esgrimió de inmediato Su disco Sudarśana para protegerlos.
SIGNIFICADO: El brahmāstra, el arma suprema lanzada por Aśvatthāmā, era un arma similar a la nuclear, pero con más radiación y calor que esta. Ese brahmāstra es el producto de una ciencia más sutil, siendo el producto de un sonido más fino, un mantra que se encuentra en los Vedas. Otra ventaja de esa arma es que no es ciega como el arma nuclear, pues puede ser dirigida únicamente hacia el blanco y nada más. Aśvatthāmā lanzó el arma solo para acabar con todos los miembros varones de la familia de Pāṇḍu; por lo tanto, en un sentido era más peligrosa que las bombas atómicas, porque podía penetrar incluso en el lugar más protegido de todos y nunca erraba el blanco. Sabiendo todo esto, el Señor Śrī Kṛṣṇa esgrimió de inmediato Su arma personal para proteger a Sus devotos, los cuales no tenían a nadie más que a Kṛṣṇa. En el Bhagavad-gītā, el Señor ha prometido claramente que Sus devotos nunca habrán de ser vencidos. Y Él se comporta conforme a la calidad o grado del servicio devocional que le prestan los devotos. Aquí es significativa la palabra ananya-viṣayātmanām. Los Pāṇḍavas dependían de la protección del Señor en un cien por ciento, aunque todos ellos eran de por sí grandes guerreros. Pero el Señor no les hace caso ni siquiera a los más grandes guerreros, y además los vence en un dos por tres. Cuando el Señor vio que no quedaba tiempo para que los Pāṇḍavas contraatacaran el brahmāstra de Aśvatthāmā, esgrimió Su arma, incluso a riesgo de romper Su propio voto. Aunque la batalla de Kurukṣetra estaba casi terminada, aun así, de acuerdo con Su voto, Él no debió haber esgrimido Su propia arma. Pero la emergencia era más grande que el voto. Él es mejor conocido como el bhakta-vatsala, o el amante de Su devoto, y, así pues, prefirió continuar como bhakta-vatsala, antes que ser un moralista mundano que nunca rompe su solemne voto.