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Text 36

śṛṇvanti gāyanti gṛṇanty abhīkṣṇaśaḥ
smaranti nandanti tavehitaṁ janāḥ
ta eva paśyanty acireṇa tāvakaṁ
bhava-pravāhoparamaṁ padāmbujam

śṛṇvanti—oyen; gāyanti—cantan; gṛṇanti—adoptan; abhīkṣṇaśaḥ—continuamente; smaranti—recuerdan; nandanti—se complacen; tava—Tus; īhitam—actividades; janāḥ—la gente en general; te—ellos; eva—ciertamente; paśyanti—pueden ver; acireṇa—muy pronto; tāvakam—Tus; bhava-pravāha—la corriente del renacer; uparamam—cese; pada-ambujam—pies de loto.

¡Oh, Kṛṣṇa!, aquellos que continuamente oyen, cantan y repiten las narraciones de Tus actividades trascendentales o se complacen cuando otros lo hacen, ven ciertamente Tus pies de loto, que son lo único que puede detener la repetición del nacimiento y la muerte.

SIGNIFICADO: Nuestra presente visión condicional no puede ver al Supremo Señor Śrī Kṛṣṇa. Para verlo a Él, uno tiene que cambiar su visión actual mediante el desarrollo de una condición de vida diferente, colmada de espontáneo amor por Dios. Cuando Śrī Kṛṣṇa estaba presente personalmente en la faz del globo, no todo el mundo pudo verlo como la Suprema Personalidad de Dios. Materialistas como Rāvaṇa, Hiraṇyakaśipu, Kaṁsa, Jarāsandha y Śiśupāla, eran personalidades altamente capacitadas en virtud de la adquisición de bienes materiales, pero fueron incapaces de apreciar la presencia del Señor. Por consiguiente, pese a que el Señor se halle presente ante nuestros ojos, no es posible verlo, a menos que tengamos la visión que se requiere para ello. Este requisito necesario se desarrolla únicamente por medio del proceso del servicio devocional, comenzando con oír a las fuentes correctas hablar del Señor. El Bhagavad-gītā es una de las obras literarias populares cuyo contenido la generalidad de la gente comúnmente oye, canta, repite, etc., pero a pesar de dicho oír, etc., a veces se experimenta que el ejecutor de dicho servicio devocional no ve al Señor cara a cara. La razón de ello es que lo primero, śravaṇa, es muy importante. Si se oye a las fuentes correctas, el oír actúa muy rápidamente. Por lo general, la gente oye a personas desautorizadas. Esas personas desautorizadas puede que sean muy eruditas desde el punto de vista de las aptitudes académicas, pero como no siguen los principios del servicio devocional, oírlas se vuelve una total pérdida de tiempo. Algunas veces dichas personas interpretan los textos a su manera, para que se adapten a sus propios fines. Por lo tanto, primero uno debe seleccionar a un orador competente y genuino, y luego oírlo. Cuando el proceso de oír se hace de un modo perfecto y completo, los demás procesos automáticamente se vuelven perfectos por sí mismos.

Existen diferentes actividades trascendentales del Señor, y todas y cada una de ellas es capaz de proporcionar el resultado deseado, siempre y cuando el proceso de oír sea perfecto. En el Bhāgavatam, las actividades del Señor comienzan con Sus tratos con los Pāṇḍavas. Existen muchos otros pasatiempos del Señor respecto a Sus tratos con los asuras y otros. Y en el Décimo Canto se mencionan los sublimes tratos con Sus asociadas conyugales, las gopīs, así como con Sus esposas en Dvārakā. Puesto que el Señor es absoluto, no hay diferencia en la naturaleza trascendental de todos y cada uno de los tratos del Señor. Pero a veces, la gente, a través de un proceso de oír desautorizado, se interesa más en oír hablar de Sus tratos con las gopīs. Semejante inclinación pone de manifiesto los lujuriosos sentimientos del oyente, por lo cual un orador genuino de los tratos del Señor nunca condesciende con esa clase de audiciones. Uno debe oír hablar del Señor desde el mismo comienzo, tal como se presenta en el Śrīmad-Bhāgavatam o en cualesquiera otras Escrituras, y eso ayudará al oyente a alcanzar la perfección mediante el desarrollo progresivo. Uno no debe considerar, por consiguiente, que los tratos de Él con los Pāṇḍavas son menos importantes que Sus tratos con las gopīs. En todo momento debemos recordar que el Señor siempre es trascendental a todo apego mundano. En todos los tratos del Señor anteriormente mencionados, Él es el héroe en todas las circunstancias, y oír hablar de Él o de Sus devotos o combatientes es conducente a la vida espiritual. Se dice que los Vedas y Purāṇas, etc., se hicieron todos para revivir nuestra perdida relación con Él. El oír la exposición de todas esas Escrituras es esencial.

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