Text 31
viśuddhayā dhāraṇayā hatāśubhas
tad-īkṣayaivāśu gatā-yudha-śramaḥ
nivṛtta-sarvendriya-vṛtti-vibhramas
tuṣṭāva janyaṁ visṛjañ janārdanam
viśuddhayā—mediante la purificada; dhāraṇayā—meditación; hata-aśubhaḥ—aquel que ha reducido al mínimo las cualidades desfavorables de la existencia material; tat—Él; īkṣayā—mirando; eva—simplemente; āśu—inmediatamente; gatā—habiéndose ido; yudha—de las flechas; śramaḥ—fatiga; nivṛtta—siendo detenido; sarva—todos; indriya—sentidos; vṛtti—actividades; vibhramaḥ—estando muy dedicados; tuṣṭāva—oró; janyam—el tabernáculo material; visṛjan—mientras abandonaba; janārdanam—al controlador de los seres vivientes.
Mediante la meditación pura y mirando al Señor Kṛṣṇa, quedó liberado de inmediato de todo lo material desfavorable y de todos los dolores corporales causados por las heridas de las flechas. Así pues, todas las actividades externas de sus sentidos cesaron al instante, y de un modo trascendental le oró al controlador de todos los seres vivientes, mientras abandonaba el cuerpo material.
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SIGNIFICADO: El cuerpo material es un regalo de la energía material, técnicamente llamada ilusión. El identificarse con el cuerpo material se debe al olvido de la relación eterna que tenemos con el Señor. Para un devoto puro del Señor como Bhīṣmadeva, esa ilusión se disipó de inmediato, tan pronto como el Señor llegó. El Señor Kṛṣṇa es como el sol, y la ilusoria energía material es como la oscuridad. En presencia del sol no hay ninguna posibilidad de que la oscuridad permanezca. Por lo tanto, justo con la llegada del Señor Kṛṣṇa toda la contaminación material se disipó por completo, y Bhīṣmadeva pudo así situarse en una posición trascendental, mediante el cese de las actividades de los sentidos impuros que colaboran con la materia. El alma es pura originalmente, tal como también lo son los sentidos. Mediante la contaminación material, los sentidos asumen un papel de imperfección e impureza. Al revivir el contacto con el Supremo Ser Puro, Śrī Kṛṣṇa, los sentidos vuelven a quedar liberados de las contaminaciones materiales. Antes de dejar el cuerpo material, Bhīṣmadeva alcanzó todas esas condiciones trascendentales, debido a la presencia del Señor. El Señor es el controlador y benefactor de todos los seres vivientes. Ese es el veredicto de todos los Vedas. Él es la eternidad suprema y la entidad viviente suprema, entre todos los seres vivientes eternos.**** Y Él solo les provee de todo lo necesario a toda clase de seres vivientes. Así pues, Él proveyó de todas las facilidades necesarias para cumplir los trascendentales deseos de Su gran devoto Śrī Bhīṣmadeva, quien comenzó a orar como se indica a continuación.