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Text 23

diṣṭyā bhrātaḥ pravayasa
idānīm aprajasya te
prajāśāyā nivṛttasya
prajā yat samapadyata


diṣṭyā—es por buena fortuna; bhrātaḥ—¡oh, mi querido hermano!; pravayasaḥ—de ti, que tienes una edad ya bastante avanzada; idānīm—en este momento;aprajasya—de quien no tuvo hijos antes; te—de ti; prajā-āśāyāḥ nivṛttasya—de quien casi había perdido la esperanza de tener hijos a esa edad; prajā—un hijo;yat—cualquiera; samapadyata—se ha recibido por suerte.


Mi querido hermano Nanda Mahārāja, tú, ya entrado en años, te encontrabas sin hijos y sin esperanzas de tenerlos. Por lo tanto, que hayas tenido un hijo varón es señal de muy buena fortuna.


SIGNIFICADO: Una persona de edad avanzada no tiene muchas posibilidades de engendrar un hijo varón. A esa edad, si tiene la suerte de engendrar algún hijo, lo más probable es que sea mujer. Vasudeva preguntaba indirectamente a Nanda Mahārāja si su hijo había sido realmente varón, o si, por el contrario, había sido niña. Vasudeva sabía que Yaśodā había dado a luz una niña, pues él se la había robado y la había cambiado por un varón. Era un gran misterio, y Vasudeva trataba de averiguar si Nanda Mahārāja era consciente de aquel misterio. Preguntaba, sin embargo, con la esperanza de que el misterio del nacimiento de Kṛṣṇa y de cómo fue puesto bajo el cuidado de Yaśodā permaneciese todavía oculto. No había peligro, pues Kaṁsa, al menos, no podía saber la realidad de lo ocurrido.

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