Capítulo 1
El primer paso en la comprensión de Dios
Invocación: ¡Oh, mi Señor, la omnipresente Personalidad de Dios!, te ofrezco mis respetuosas reverencias.
Texto 1: Śrī Śukadeva Gosvāmī dijo: Mi querido rey, tu pregunta es gloriosa, pues es de gran beneficio para toda clase de gente. La respuesta a esa pregunta constituye la materia principal que debe oírse, y tiene la aprobación de todos los trascendentalistas.
Texto 2: Aquellas personas que se hallan sumidas en lo material, como están ciegas en lo referente al conocimiento acerca de la verdad suprema, tienen mucho de qué oír en la sociedad humana, ¡oh, emperador!
Texto 3: De noche, ese envidioso dueño de casa pasa la vida ya sea durmiendo o entregándose a la complacencia sexual, y de día, ya sea haciendo dinero o manteniendo a los familiares.
Texto 4: Las personas desprovistas de ātma-tattva no examinan los problemas de la vida, por estar demasiado apegadas a los soldados falibles, tales como el cuerpo, los hijos y la esposa. Aunque ellas tienen suficiente experiencia, no ven su inevitable destrucción.
Texto 5: ¡Oh, descendiente del rey Bharata!, aquel que desee liberarse de todos los sufrimientos debe oír hablar de la Personalidad de Dios, y glorificar y también recordar a la Personalidad de Dios, quien es la Superalma, el controlador y el que redime de todos los sufrimientos.
Texto 6: La máxima perfección de la vida humana —ya sea que se logre mediante el conocimiento completo acerca de la materia y el espíritu, mediante el ejercicio de los poderes místicos o mediante el desempeño perfecto de la ocupación obligatoria— consiste en recordar a la Personalidad de Dios al final de la misma.
Texto 7: ¡Oh, rey Parīkṣit!, los trascendentalistas más elevados de todos, que se encuentran por encima de las restricciones y los principios regulativos, son principalmente quienes se complacen en describir las glorias del Señor.
Texto 8: Al final de Dvāpara-yuga, yo estudié con mi padre, Śrīla Dvaipāyana Vyāsadeva, este gran suplemento de la literatura védica llamado Śrīmad-Bhāgavatam, que es igual a todos los Vedas.
Texto 9: ¡Oh, santo rey!, yo me encontraba sin duda perfectamente situado en la trascendencia, y aun así me atrajo la descripción de los pasatiempos del Señor, a quien se lo describe con versos iluminados.
Texto 10: Yo recitaré ante ti ese mismo Śrīmad-Bhāgavatam, porque tú eres el devoto más sincero del Señor Kṛṣṇa. Aquel que oye el Śrīmad-Bhāgavatam con toda atención y respeto, logra tener una fe resuelta en el Señor Supremo, el que da la salvación.
Texto 11: ¡Oh, rey!, el canto constante del santo nombre del Señor siguiendo el sendero de las grandes autoridades, es la manera libre de dudas y temor en que todos pueden lograr el éxito: tanto aquellos que están libres de todos los deseos materiales, como aquellos que están deseosos de todo el disfrute material, así como también aquellos que están autosatisfechos en virtud del conocimiento trascendental.
Texto 12: ¿Qué valor tiene una vida prolongada que se desperdicia, en la que no se ha adquirido ninguna experiencia después de estar muchos años en este mundo? Es mejor un solo momento de plena conciencia, porque eso lo inicia a uno en la búsqueda del bien supremo.
Texto 13: El santo rey Khaṭvāṅga, al informársele que su vida duraría solo un momento más, se liberó de inmediato de todas las actividades materiales, y se refugió en la seguridad suprema, la Personalidad de Dios.
Texto 14: Mahārāja Parīkṣit, ahora la duración de tu vida ha quedado limitada a siete días más, así que durante ese tiempo puedes realizar todos esos rituales que se requieren para la mejor utilización de tu siguiente vida.
Texto 15: En la última etapa de la vida, se debe ser lo suficientemente valiente como para no temer a la muerte. Pero uno debe cortar todo apego al cuerpo material y a todo lo que a él pertenece, y acabar con todos los deseos que de él se derivan.
Texto 16: Uno debe irse del hogar y practicar autocontrol. Uno debe bañarse regularmente en un lugar sagrado, y sentarse en un sitio solitario y debidamente santificado.
Text0 17: Después de sentarte de la manera descrita, haz que la mente recuerde las tres letras trascendentales [a-u-m], y, regulando el proceso respiratorio, controla la mente de modo tal que no olvides la semilla trascendental.
Texto 18: Gradualmente, mientras la mente se espiritualiza de un modo progresivo, apártala de las actividades de los sentidos, y, mediante la inteligencia, los sentidos quedarán controlados. La mente que está demasiado absorta en las actividades materiales puede ocuparse en el servicio de la Personalidad de Dios, y así quedar fija en el estado de plena conciencia trascendental.
Texto 19: Después, debes meditar en los miembros de Viṣṇu, uno tras otro, sin apartarte de la concepción de todo el cuerpo. De ese modo, la mente se libera de todos los objetos de los sentidos. No debe haber ninguna otra cosa en qué pensar. Como la Suprema Personalidad de Dios, Viṣṇu, es la Verdad Suprema, la mente se satisface por completo únicamente con Él.
Texto 20: La mente de uno siempre está agitada por la modalidad apasionada de la naturaleza material, y confundida por la modalidad ignorante de la naturaleza. Pero uno puede corregir esos conceptos mediante la relación con Viṣṇu, y apaciguarse así por medio de la limpieza de las cosas sucias que ellos han creado.
Texto 21: ¡Oh rey!, mediante este sistema de recuerdo y teniendo el firme hábito de ver la concepción personal del Señor, que es supremamente buena, uno puede conseguir muy pronto el servicio devocional del Señor, y quedar bajo Su protección directa.
Texto 22: El afortunado rey Parīkṣit, continuando con sus preguntas, dijo: ¡Oh brāhmaṇa!, por favor, describe con todo detalle cómo y dónde hay que aplicar la mente y cómo se puede fijar el concepto, de manera que de la mente de una persona se puedan eliminar todas las suciedades que haya en ella.
Texto 23: Śukadeva Gosvāmī respondió: Uno debe controlar la manera de sentarse, regular el proceso respiratorio mediante el prāṇāyāma yóguico y controlar así la mente y los sentidos, y con la inteligencia, dirigir la mente hacia las potencias burdas del Señor [conocidas como el virāṭ-rūpa].
Texto 24: Toda esta gigantesca manifestación del mundo material fenoménico es el cuerpo personal de la Verdad Absoluta, en donde el tiempo material se experimenta en la forma del pasado, el presente y el futuro universal resultante.
Texto 25: La gigantesca forma universal de la Personalidad de Dios —forma que se encuentra dentro del cuerpo del cascarón universal, el cual está cubierto por siete elementos materiales— es el objeto de la concepción virāṭ.
Texto 26: Las personas que lo han comprendido perfectamente, han analizado que los planetas conocidos como Pātāla constituyen las plantas de los pies del Señor universal, y los talones y los dedos de los pies son los planetas Rasātala. Los tobillos son los planetas Mahātala, y Sus canillas constituyen los planetas Talātala.
Texto 27: Las rodillas de la forma universal constituyen el sistema planetario denominado Sutala, y los dos muslos son los sistemas planetarios Vitala y Atala. Las caderas son Mahītala, y el espacio sideral es la depresión de Su ombligo.
Texto 28: El pecho de la Personalidad Original de la forma gigantesca es el sistema planetario luminoso, Su cuello constituye los planetas Mahar, Su boca constituye los planetas Janas, y Su frente es el sistema planetario Tapas. El sistema planetario más elevado de todos, conocido como Satyaloka, es la cabeza de Aquel que tiene mil cabezas.
Texto 29: Sus brazos son los semidioses encabezados por Indra, las diez direcciones son Sus oídos, y el sonido físico es Su sentido de la audición. Sus fosas nasales son los dos Aṣvinī-kumāras, y la fragancia material es Su sentido del olfato. Su boca es el ardiente fuego.
Texto 30: La esfera del espacio sideral constituye las cuencas de Sus ojos, y el globo ocular es el Sol como la capacidad de ver. Sus párpados son tanto el día como la noche, y en los movimientos de Sus cejas residen Brahmā y otras personalidades supremas semejantes. Su paladar es el director del agua, Varuṇa, y el jugo o la esencia de todo es Su lengua.
Texto 31: Ellos dicen que los himnos védicos son el conducto cerebral del Señor, y que las mandíbulas en las que tiene los dientes son Yama, el dios de la muerte, quien castiga a los pecadores. El arte del afecto es Su dentadura, y la muy seductora e ilusoria energía material es Su sonrisa. Este gran océano que es la creación material, no es más que la mirada que Él nos lanza.
Texto 32: La modestia es la porción superior de Sus labios, el anhelo es Su mentón, la religión es el pecho del Señor, y la irreligión es Su espalda. Brahmājī, quien engendra a todos los seres vivientes del mundo material, es Su órgano genital, y los Mitrā-varuṇas son Sus dos testículos. El océano es Su cintura, y las colinas y montañas son los conjuntos de Sus huesos.
Texto 33: ¡Oh, rey!, los ríos son las venas del gigantesco cuerpo, los árboles son los vellos de Su cuerpo, y el aire omnipotente es Su respiración. Las eras que pasan son Sus movimientos, y Sus actividades son las reacciones de las tres modalidades de la naturaleza material.
Texto 34: O best amongst the Kurus, the clouds which carry water are the hairs on His head, the terminations of days or nights are His dress, and the supreme cause of material creation is His intelligence. His mind is the moon, the reservoir of all changes.
Texto 35: El fundamento de la materia [mahat-tattva] es la conciencia del omnipresente Señor, tal como lo afirman los expertos, y Rudradeva es Su ego. El caballo, la mula, el camello y el elefante son Sus uñas, y los animales salvajes y todos los cuadrúpedos se encuentran en la zona de la cintura del Señor.
Texto 36: Las variedades de aves son indicaciones de Su magistral sentido artístico. Manu, el padre de la humanidad, es el emblema de Su inteligencia modelo, y la humanidad es Su residencia. Las especies celestiales de los seres humanos, tales como los gandharvas, los vidyādharas, los cāraṇas y los ángeles, representan todos Su ritmo musical, y los soldados demoníacos son representaciones de Su maravilloso heroísmo.
Texto 37: La cara del virāṭ-puruṣa constituye los brāhmaṇas, Sus brazos son los kṣatriyas, Sus muslos son los vaiśyas, y los śūdras se encuentran bajo la protección de Sus pies. Todos los semidioses venerables también están dominados por Él, y todo el mundo tiene el deber de ejecutar sacrificios con artículos apropiados, para apaciguar al Señor.
Texto 38: De ese modo te he explicado el gigantesco concepto material y burdo de la Personalidad de Dios. Aquel que desea sinceramente la liberación, concentra la mente en esta forma del Señor, porque en el mundo material no hay nada más que esto.
Texto 39: Uno debe concentrar la mente en la Suprema Personalidad de Dios, quien es el único que se distribuye en muchísimas manifestaciones, tal como las personas ordinarias crean miles de manifestaciones cuando sueñan. Uno debe concentrar la mente en Él, la única y supremamente bienaventurada Verdad Absoluta. De lo contrario, uno se desencaminará y provocará su propia degradación.