Text 7
yathā gopāyati vibhur
yathā saṁyacchate punaḥ
yāṁ yāṁ śaktim upāśritya
puru-śaktiḥ paraḥ pumān
ātmānaṁ krīḍayan krīḍan
karoti vikaroti ca
yathā—como; gopāyati—mantiene; vibhuḥ—el grande; yathā—como; saṁyacchate—termina; punaḥ—de nuevo; yām yām—como; śaktim—energías; upāśritya—mediante el uso; puru-śaktiḥ—el todopoderoso; paraḥ—el Supremo; pumān—la Personalidad de Dios; ātmānam—expansión plenaria; krīḍayan—habiéndolas ocupado; krīḍan—así como también estando ocupado personalmente; karoti—los hace; vikaroti—y hace que se haga; ca—y.
Ten la bondad de describir cómo el Señor Supremo, quien es todopoderoso, ocupa a Sus diferentes energías y diferentes expansiones en mantener y de nuevo acabar con el mundo fenoménico, con el espíritu deportivo de un jugador.
SIGNIFICADO: En el Kaṭha Upaniṣad (2.2.13) se describe al Señor Supremo como el principal ser eterno entre todos los demás seres individuales eternos (nityo nityānāṁ cetanaś cetanānām), y como el único Señor Supremo que mantiene a otros innumerables seres vivientes individuales (eko bahūnām yo vidadhāti kāmān). Así que, todas las entidades vivientes, tanto en el estado condicionado como en el estado liberado, son mantenidas por el Todopoderoso Señor Supremo. Esa manutención la efectúa el Señor a través de las diferentes expansiones de Su Ser y a través de tres energías principales, es decir, las energías interna, externa y marginal. Las entidades vivientes constituyen Sus energías marginales, y a algunas de ellas, que tienen la confianza del Señor, se las encarga también de la labor de la creación, como por ejemplo a Brahmā, Marīci, etc., y el Señor les inspira a ellas los actos de la creación (tene brahma hṛdā). La energía externa (māyā) es además secundada con las jīvas, o almas condicionadas. La potencia marginal no condicionada actúa en el reino espiritual, y el Señor, mediante Sus diferentes expansiones plenarias, las mantiene en diferentes relaciones trascendentales que se exhiben en el cielo espiritual. Así que, la Suprema Personalidad de Dios única se manifiesta como muchos seres (bahu syām), y de ese modo todas las diversidades están en Él, y Él está en todas las diversidades, aunque, no obstante, Él es diferente de todas ellas. Ese es el inconcebible poder místico del Señor, y, en consecuencia, todo es uno con Él y simultáneamente diferente de Él, mediante Sus potencias inconcebibles (acintya-bhedābheda-tattva).