Text 12
tan me sva-bhartur avasāyam alakṣamāṇau
yuṣmad-vyatikrama-gatiṁ pratipadya sadyaḥ
bhūyo mamāntikam itāṁ tad anugraho me
yat kalpatām acirato bhṛtayor vivāsaḥ
tat—por tanto; me—Mía; sva-bhartuḥ—de su amo; avasāyam—la intención; alakṣamāṇau—sin conocer; yuṣmat—contra ustedes; vyatikrama—ofensa; gatim—resultado; pratipadya—cosechando; sadyaḥ—inmediatamente; bhūyaḥ—de nuevo; mama antikam—cerca de Mí; itām—obtener; tat—ese; anugrahaḥ—un favor; me—a Mí; yat—el cual; kalpatām—que se disponga; acirataḥ—no largo; bhṛtayoḥ—de estos dos sirvientes; vivāsaḥ—exilio.
Estos sirvientes Míos se han propasado con ustedes, sin conocer la mente de Su amo. Por tanto, consideraré como un favor que Me hacen si ordenan que, sin dejar de cosechar el fruto de su falta, puedan regresar a Mi presencia pronto, y que, sin que mucho tiempo medie, expire el de su exilio de Mi morada.
SIGNIFICADO: De esta declaración podemos entender lo deseoso que el Señor está de tener de regreso en Vaikuṇṭha a Su servidor. Por tanto, este incidente prueba que quienes han entrado una vez en un planeta Vaikuṇṭha no pueden caer nunca. El caso de Jaya y Vijaya no es una caída; no pasa de ser un accidente. El Señor siempre está deseoso de tener a tales devotos de regreso en los planetas Vaikuṇṭhas lo antes posible. Debe darse por supuesto que no hay posibilidad de que se produzca un malentendido entre el Señor y los devotos, pero cuando hay discrepancias o desavenencias entre un devoto y otro, hay que sufrir las consecuencias, aunque ese sufrimiento sea temporal. El Señor es tan bondadoso con Sus devotos que tomó toda la responsabilidad de la ofensa de los porteros, y pidió a los sabios que facilitasen su regreso a Vaikuṇṭha tan pronto como fuese posible.