Text 41
maitreya uvāca
evaṁ samuditas tena
kapilena prajāpatiḥ
dakṣiṇī-kṛtya taṁ prīto
vanam eva jagāma ha
maitreyaḥ uvāca—el gran sabio Maitreya dijo; evam—de este modo; samuditaḥ—escuchando; tena—a Él; kapilena—a Kapila; prajāpatiḥ—el progenitor de la sociedad humana; dakṣiṇī-kṛtya—habiendo caminado alrededor; tam—de Él; prītaḥ—apaciguado; vanam—al bosque; eva—en verdad; jagāma—se fue; ha—entonces.
Śrī Maitreya dijo: Cuando su hijo Kapila acabó de hablarle, Kardama Muni, el progenitor de la sociedad humana, caminó alrededor de Él, y con la mente serena y en paz, partió hacia el bosque inmediatamente.
SIGNIFICADO: Ir al bosque es obligatorio para todos. No se trata de una excursión mental a la que unos van y otros no. Todos deben ir al bosque, al menos como vānaprasthas. Ir al bosque significa refugiarse en el Señor Supremo al cien por ciento, como Prahlāda Mahārāja explica en las conversaciones con su padre. Sadā samudvigna-dhiyām (Bhāg. 7.5.5). La gente que ha aceptado un cuerpo material temporal está siempre llena de ansiedades. De modo que el cuerpo material no debe influir demasiado en nosotros, sino que debemos tratar de liberarnos. Para ello, el proceso preliminar es ir al bosque, es decir, abandonar las relaciones familiares y ocuparnos exclusivamente en actividades de conciencia de Kṛṣṇa. Esa es la finalidad que tiene ir al bosque. De lo contrario, el bosque solo es una lugar de monos y animales salvajes. Ir al bosque no quiere decir volverse un mono o un animal feroz. Significa aceptar exclusivamente el refugio de la Suprema Personalidad de Dios y ocuparse en Su servicio a plenitud. No es que haya que ir al bosque, en el sentido literal de la expresión. Para el hombre de hoy, que pasa toda su vida en la gran ciudad, eso no es nada recomendable. Como explica Prahlāda Mahārāja (hivātma-pātaṁ gṛham andha-kūpam), no debemos permanecer siempre ocupados en las responsabilidades de la vida familiar, porque la vida familiar sin conciencia de Kṛṣṇa es como un pozo oculto. Si alguien que va solo por el campo cae en un pozo oculto, y no hay nadie allí para salvarle, aunque grite durante años, nadie verá ni escuchará de dónde vienen los gritos. La muerte es segura. De manera parecida, aquellos que se han olvidado de su relación eterna con el Señor Supremo están en el pozo oculto de la vida familiar; están en una situación muy inquietante. Prahlāda Mahārāja nos aconseja que, de una u otra forma, abandonemos ese pozo y adoptemos el proceso para la conciencia de Kṛṣṇa, para así liberarnos del enredo material, que está lleno de ansiedades.