Text 12
yathā jala-stha ābhāsaḥ
sthala-sthenāvadṛśyate
svābhāsena tathā sūryo
jala-sthena divi sthitaḥ
yathā—como; jala-sthaḥ—situado en el agua; ābhāsaḥ—un reflejo; sthala-sthena—situado en la pared; avadṛśyate—se percibe; sva-ābhāsena—por su reflejo; tathā—de esa manera; sūryaḥ—el sol; jala-sthena—situado en el agua; divi—en el cielo; sthitaḥ—situado.
La presencia del Señor Supremo se puede percibir tal como se percibe el sol: primero, como un reflejo en el agua, y, de nuevo, como un segundo reflejo en la pared de una habitación, aunque el sol propiamente dicho está situado en el cielo.
SIGNIFICADO: El ejemplo que se da aquí es perfecto. El sol está situado en el cielo, a muchísima distancia de la superficie de la Tierra, pero su reflejo se puede ver en un recipiente de agua puesto en la esquina de una habitación. La habitación está a oscuras, el sol, que está en el cielo a una gran distancia, ilumina la oscuridad con su reflejo en el agua. El devoto puro puede percibir la presencia de la Suprema Personalidad de Dios en todo por el reflejo de Su energía. En el Viṣṇu Purāṇa se afirma que, al igual que la presencia del fuego se puede percibir por el calor y la luz, a la Suprema Personalidad de Dios, aunque es uno sin par, se Le puede percibir en todas partes por la difusión de Sus distintas energías. En el Īśopaniṣad se confirma que el alma liberada percibe la presencia del Señor en todas partes, de la misma manera que la luz y el reflejo del sol se pueden percibir en todas partes, aunque el sol está situado a mucha distancia de la superficie del globo.