Text 4
tad vā idaṁ bhuvana-maṅgala maṅgalāya
dhyāne sma no darśitaṁ ta upāsakānām
tasmai namo bhagavate ’nuvidhema tubhyaṁ
yo ’nādṛto naraka-bhāgbhir asat-prasaṅgaiḥ
tat—la Suprema Personalidad de Dios, Śrī Kṛṣṇa; vā—o; idam—esta forma actual; bhuvana-maṅgala—¡oh, Tú, que eres plenamente auspicioso para todos los universos!; maṅgalāya—en busca de plena prosperidad; dhyāne—en meditación; sma—por decirlo así; naḥ—a nosotros; darśitam—manifestado; te—Tus; upāsakānām—de los devotos; tasmai—a Él; namaḥ—mis respetuosas reverencias; bhagavate—a la Personalidad de Dios; anuvidhema—yo realizo; tubhyam—a Ti; yaḥ—el cual; anādṛtaḥ—es desdeñado; naraka-bhāgbhiḥ—por personas destinadas a ir al infierno; asat-prasaṅgaiḥ—por temas materiales.
Esta forma actual, o cualquier otra forma trascendental expandida por la Suprema Personalidad de Dios, Śrī Kṛṣṇa, es igualmente auspiciosa para todos los universos. Como Tú has manifestado esta eterna forma personal en la que meditan Tus devotos, yo Te ofrezco, por lo tanto, mis respetuosas reverencias. Aquellos que están destinados a ser enviados al sendero del infierno desdeñan Tu forma personal, para especular acerca de temas materiales.
SIGNIFICADO: En lo referente a los aspectos personal e impersonal de la Suprema Verdad Absoluta, las formas personales exhibidas por el Señor en Sus diferentes expansiones plenarias tienen todas por objeto bendecir a todos los universos. La forma personal del Señor también se adora como Superalma, Paramātmā, mediante la meditación, pero el brahmajyoti impersonal no se adora. Las personas que están adictas al aspecto impersonal del Señor, bien sea mediante la meditación o de otra manera, son todos peregrinos con rumbo al infierno, porque, como se afirma en el Bhagavad-gītā (12.5), los impersonalistas simplemente desperdician su tiempo en la especulación mental mundana, debido a que están más adictos a los argumentos falsos que a la realidad. Por consiguiente, Brahmā condena aquí la compañía de los impersonalistas.
Todas las expansiones plenarias de la Personalidad de Dios son igualmente potentes, como se confirma en la Brahma-saṁhitā (5.46):
dīpārcir eva hi daśāntaram abhyupetya
dīpāyate vivṛta-hetu-samāna-dharmā
yas tādṛg eva hi ca viṣṇutayā vibhāti
govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi
El Señor Se expande como se expanden las llamas de un fuego una tras otra. Aunque a la llama original, Śrī Kṛṣṇa, se Le reconoce como Govinda, la Persona Suprema, todas las demás expansiones, como Rāma, Nṛsiṁha y Varāha, son tan potentes como el Señor original. Toda esa clase de formas que de Él se expanden son trascendentales. Al comienzo del Śrīmad-Bhāgavatam se deja en claro que la Verdad Suprema Se encuentra eternamente libre de la contaminación del contacto con lo material. No existe malabarismo de palabras y actividades en el reino trascendental del Señor. Todas las formas del Señor son trascendentales, y dichas manifestaciones son siempre idénticas. La forma particular del Señor que se exhibe al devoto no es mundana, aunque el devoto puede que retenga algún deseo material, ni tampoco se manifiesta bajo la influencia de la energía material, como neciamente lo consideran los impersonalistas. Los impersonalistas que consideran las formas trascendentales del Señor como productos del mundo material están sin duda destinados a ir al infierno.