Text 29
parītyābhyarcya dhiṣṇyāgryaṁ
pārṣadāv abhivandya ca
iyeṣa tad adhiṣṭhātuṁ
bibhrad rūpaṁ hiraṇmayam
parītya—habiendo caminado alrededor; abhyarcya—habiendo adorado; dhiṣṇya-agryam—el avión trascendental; pārṣadau—a los dos sirvientes directos; abhivandya—habiendo ofrecido reverencias; ca—también; iyeṣa—intentó; tat—aquel avión; adhiṣṭhātum—embarcar; bibhrat—luminosa; rūpam—su forma; hiraṇmayam—oro.
Antes de subir al avión, Dhruva Mahārāja lo adoró y caminó dando vueltas alrededor de él, y ofreció también sus reverencias a los sirvientes directos de Viṣṇu. Mientras tanto, se había vuelto tan brillante y luminoso como el oro fundido. Así pues, estaba perfectamente preparado para subir al aeroplano trascendental.
SIGNIFICADO: En el mundo absoluto, tanto el avión como los sirvientes directos del Señor Viṣṇu y el propio Señor Viṣṇu son todos espirituales. Allí no existe la contaminación material. Todo es cualitativamente uno. Los acompañantes del Señor Viṣṇu, Sus objetos, Su avión y Su morada son tan dignos de adoración como el propio Señor Viṣṇu, pues todo lo relativo a Viṣṇu es como Él mismo. Dhruva Mahārāja, como vaiṣṇava puro, lo sabía muy bien, y antes de subir al avión, ofreció reverencias a sus pilotos y al propio avión. Pero mientras tanto, su cuerpo pasó a ser espiritual, y se volvió tan luminoso como el oro fundido. También él pasó entonces a ser uno con los demás elementos de Viṣṇuloka.
Los filósofos māyāvādīs no pueden imaginar cómo es posible esta unidad que se manifiesta incluso en diversidades. Su concepto de unidad consiste en la ausencia de diversidad. Debido a ello, se han vuelto impersonalistas. De la misma manera que Śiśumāra, Viṣṇuloka o Dhruvaloka son completamente distintos del mundo material, los templos de Viṣṇu en este mundo también son completamente distintos del mundo material. Tan pronto como entremos en un templo, debemos saber muy bien que no nos encontramos en el mundo material. El trono del Señor Viṣṇu, el propio Señor Viṣṇu, Su habitación y todas las demás cosas relacionadas con el templo son trascendentales. Las tres modalidades, sattva-guṇa, rajo-guṇa y tamo-guṇa, no tienen cabida en el templo. Por eso se dice que la vida en el bosque está bajo la influencia de la modalidad de la bondad, la vida en la ciudad, bajo la influencia de la pasión, y la vida en un burdel, en una taberna o en un matadero, bajo la influencia de la ignorancia; sin embargo, vivir en el templo significa vivir en Vaikuṇṭhaloka. Todo lo que hay en el templo es tan digno de adoración como el Señor Viṣṇu o Kṛṣṇa.