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Text 38

adṛṣṭāya namaskṛtya
nṛpaḥ sandarśitātmane
avyaktāya ca devānāṁ
devāya sva-puraṁ yayau

adṛṣṭāya—al que está más allá del ámbito de la visión material; namaḥ-kṛtya—ofrecer reverencias; nṛpaḥ—el rey; sandarśita—revelada; ātmane—al Alma Suprema; avyaktāya—que están más allá de la manifestación del mundo material; ca—también; devānām—de los semidioses; devāya—al Señor Supremo; sva-puram—a su propia casa; yayau—regresó.

El rey Pṛthu ofreció entonces sus respetuosas reverencias a la Suprema Personalidad de Dios, que es el Señor Supremo de todos los semidioses. A pesar de que no es objeto de la visión material, el Señor Se reveló ante los ojos de Mahārāja Pṛthu. El rey, después de ofrecer reverencias al Señor, regresó a su hogar.

SIGNIFICADO: El Señor Supremo no es visible para los ojos materiales, pero cuando los sentidos materiales sienten inclinación por el servicio amoroso del Señor y, con ello, se purifican, el Señor Se revela ante la visión del devoto. Avyakta significa «no manifestado». Aunque el mundo material es creación de la Suprema Personalidad de Dios, Él no Se manifiesta ante los ojos materiales. Sin embargo, Mahārāja Pṛthu, mediante su servicio devocional puro, adquirió ojos espirituales. Por esa razón, en este verso se explica que el Señor es sandarśitātmā, pues Él Se revela a Sí mismo ante la visión del devoto, aunque no es visible para los ojos del hombre común.

Así terminan los significados de Bhaktivedanta correspondientes al capítulo vigésimo del Canto Cuarto del Śrīmad-Bhāgavatam, titulado: «El Señor Viṣṇu aparece en el recinto de sacrificios de Mahārāja Pṛthu».

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