Text 52
namo vivṛddha-sattvāya
puruṣāya mahīyase
yo brahma kṣatram āviśya
bibhartīdaṁ sva-tejasā
namaḥ—toda reverencia; vivṛddha—muy elevada; sattvāya—a la existencia; puruṣāya—a la persona; mahīyase—a aquel a quien se glorifica de esa forma; yaḥ—quien; brahma—cultura brahmínica; kṣatram—deber administrativo; āviśya—entrar; bibharti—mantener; idam—esto; sva-tejasā—por su propio poder.
Querido señor, tú estás situado en tu posición existencial pura, en el plano de la bondad; por consiguiente, eres el representante perfecto del Señor Supremo. Se te glorifica por tu poder, pues has restablecido la cultura brahmínica y proteges a todos cumpliendo con los deberes que, como kṣatriya, te corresponden; de esa forma, eres el sustentador del mundo entero.
SIGNIFICADO: Sin la difusión de la cultura brahmínica y sin una adecuada protección por parte del gobierno, no es posible mantener de un modo apropiado ningún principio social. Eso es lo que en este verso admiten los súbditos de Mahārāja Pṛthu, el cual, gracias a su posición en el plano de la bondad pura, pudo mantener la maravillosa situación que creó durante su gobierno. Es significativa la palabra vivṛddha-sattvāya. En el mundo material hay tres cualidades, que son la bondad, la pasión y la ignorancia. Mediante el servicio devocional, hay que elevarse desde el nivel de la ignorancia hasta el nivel de la bondad. Esa práctica de servicio devocional es la única manera de elevarse desde el estado más bajo de la vida hasta el más elevado; como se aconsejó en los capítulos anteriores del Śrīmad-Bhāgavatam, mediante el sencillo proceso de relacionarse con devotos y escuchar regularmente de ellos el Śrīmad-Bhāgavatam, podemos elevarnos desde la posición más baja a la más elevada.
śṛṇvatāṁ sva-kathāḥ kṛṣṇaḥ
puṇya-śravaṇa-kīrtanaḥ
hṛdy antaḥ-stho hy abhadrāṇi
vidhunoti suhṛt satām
«Cuando el devoto se ocupa en las primeras etapas del servicio devocional, escuchar y cantar, el Señor, que está en el corazón de todos, le ayuda a purificar su corazón» (Bhāg. 1.2.17). En el proceso gradual de limpieza, el devoto se libera de la influencia de la pasión y la ignorancia, y se sitúa en el plano de la bondad. El resultado del contacto con las cualidades de la pasión y la ignorancia es que la persona se llena de lujuria y de codicia. Sin embargo, quien se eleva hasta el plano de la bondad está satisfecho en toda circunstancia, y libre de codicia y de lujuria. Esa mentalidad indica que se ha situado en el plano de la bondad. El devoto debe trascender también esa bondad, y elevarse hasta el plano de la bondad pura, que se denomina vivṛddha-sattva y es el estado avanzado de la bondad. En ese estado avanzado de la bondad puede volverse consciente de Kṛṣṇa. Por consiguiente, en este verso se describe a Mahārāja Pṛthu con las palabras vivṛddha-sattva, es decir, «aquel que está situado en la posición trascendental». Pero Mahārāja Pṛthu, a pesar de estar situado en la posición trascendental del devoto puro, descendió a la posición de brāhmaṇa y kṣatriya para beneficio de la sociedad humana, y de esa forma protegió al mundo entero mediante su poder. A pesar de que era un rey kṣatriya, como vaiṣṇava también era brāhmaṇa, y como tal podía instruir en lo correcto a sus súbditos, mientras que, en calidad de kṣatriya, podía brindarles la protección debida, de manera que los súbditos de Mahārāja Pṛthu, el rey perfecto, estaban protegidos en todo aspecto.
Así terminan los significados de Bhaktivedanta correspondientes al capítulo vigesimoprimero del Canto Cuarto del Śrīmad-Bhāgavatam, titulado: «Enseñanzas de Mahārāja Pṛthu».