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Text 28

yaḥ paraṁ raṁhasaḥ sākṣāt
tri-guṇāj jīva-saṁjñitāt
bhagavantaṁ vāsudevaṁ
prapannaḥ sa priyo hi me

yaḥ—todo el que; param—trascendental; raṁhasaḥ—del controlador; sākṣāt—directamente; tri-guṇāt—de las tres modalidades de la naturaleza material; jīva-saṁjñitāt—entidades vivientes que reciben el nombre de jīvas; bhagavantam—a la Suprema Personalidad de Dios; vāsudevam—a Kṛṣṇa; prapannaḥ—entregado; saḥ—él; priyaḥ—muy querido; hi—indudablemente; me—de mí.

El Señor Śiva continuó: En realidad, toda persona que se haya entregado a la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, que es el controlador de todo, tanto de la naturaleza material como de la entidad viviente, me es muy querida.

SIGNIFICADO: Ahora el Señor Śiva explica la razón por la cual se ha presentado personalmente ante los príncipes. Lo ha hecho porque los príncipes son devotos del Señor Kṛṣṇa. Como se afirma en el Bhagavad-gītā (7.19):

bahūnāṁ janmanām ante
jñānavān māṁ prapadyate
vāsudevaḥ sarvam iti
sa mahātmā sudurlabhaḥ

«Después de muchos nacimientos y muertes, aquel que verdaderamente posee conocimiento se rinde a Mí, sabiendo que Yo soy la causa de todas las causas y de todo lo que existe. Esa gran alma es muy difícil de encontrar».

Los hombres comunes muy rara vez ven al Señor Śiva; de la misma manera, tampoco es frecuente ver a una persona completamente entregada a Vāsudeva, Kṛṣṇa, pues ese tipo de personas completamente entregadas al Señor Supremo son muy difíciles de encontrar (sa mahātmā sudurlabhaḥ). De modo que el Señor Śiva fue especialmente a ver a los Pracetās porque ellos se habían entregado por completo a la Suprema Personalidad de Dios, Vāsudeva. A Vāsudeva se Le menciona también al principio del Śrīmad-Bhāgavatam, en el mantra oṁ namo bhagavate vāsudevāya. Puesto que Vāsudeva es la Verdad Suprema, el Señor Śiva proclama abiertamente que el devoto del Señor Vāsudeva, que se ha entregado al Señor Kṛṣṇa, le es muy querido. El Señor Vāsudeva, Kṛṣṇa, es digno de la adoración, no solo de las entidades vivientes comunes, sino también de semidioses como el Señor Śiva, el Señor Brahmā, etc. Yaṁ brahmā-varuṇendra-rudra-marutaḥ stunvanti divyaiḥ stavaiḥ (Bhāg. 12.13.1). Kṛṣṇa recibe la adoración del Señor Brahmā, del Señor Śiva, de Varuṇa, de Indra, de Candra y de todos los demás semidioses. Lo mismo ocurre con el devoto. En verdad, aquel que emprende el sendero de conciencia de Kṛṣṇa, de inmediato les es muy querido a todos los que están descubriendo y comenzando a entender la realidad del proceso de conciencia de Kṛṣṇa. De manera similar, también los semidioses tratan de averiguar quién se ha entregado verdaderamente al Señor Vāsudeva. Debido a que los príncipes Pracetās se habían entregado a Vāsudeva, el Señor Śiva se complació en salir a su encuentro.

En el Bhagavad-gītā se explica que el Señor Vāsudeva, Kṛṣṇa, es Puruṣottama. Él es el verdadero disfrutador (puruṣa), y también el Supremo (uttama). Él es el disfrutador de todo, tanto de prakṛti como de puruṣa. Bajo la influencia de las tres modalidades de la naturaleza material, la entidad viviente trata de dominar la naturaleza material, pero en realidad no es el puruṣa (disfrutador), sino que es prakṛti, como se explica en el Bhagavad-gītā (7.5): apareyam itas tv anyāṁ prakṛtiṁ viddhi me parām. Así pues, la jīva, la entidad viviente, en realidad es prakṛti, energía marginal del Señor Supremo. Cuando está en contacto con la energía material, trata de enseñorearse de la naturaleza material. Esto también se confirma en el Bhagavad-gītā (15.7):

mamaivāṁśo jīva-loke
jīva-bhūtaḥ sanātanaḥ
manaḥ-ṣaṣṭhānīndriyāṇi
prakṛti-sthāni karṣati

«Las entidades vivientes de este mundo condicionado son Mis partes fragmentarias eternas. Debido a la vida condicionada, sostienen una lucha muy dura con los seis sentidos, entre los que se incluye la mente».

En su esfuerzo por dominar la naturaleza material, lo único que hace la entidad viviente es luchar por la existencia. En verdad, lucha con tanto ahínco por disfrutar que ni siquiera puede disfrutar de los recursos materiales. Por esa razón, a veces recibe el nombre de prakṛti o jīva, pues está situada en la potencia marginal. Bajo la cubierta de las tres modalidades de la naturaleza material, la entidad viviente recibe el nombre de jīva-saṁjñita. Hay dos tipos de entidades vivientes: unas son kṣara, y las otras son akṣara. Kṣara se refiere a aquellas que han caído y han quedado condicionadas, y akṣara se refiere a las que no están condicionadas. La gran mayoría de las entidades vivientes viven en el mundo espiritual y se dice que son akṣara. Están situadas en la posición de Brahman, de existencia espiritual pura. Son distintas de las que han quedado condicionadas bajo las tres modalidades de la naturaleza material.

En el Bhagavad-gītā (15.18) se explica que el Señor Kṛṣṇa, Vāsudeva, que está por encima de kṣara y de akṣara, es Puruṣottama. Aunque los impersonalistas digan que Vāsudeva es el Brahman impersonal, en realidad el Brahman impersonal está subordinado a Kṛṣṇa, como se confirma también en el Bhagavad-gītā (14.27): brahmaṇo hi pratiṣṭhāham. En la Brahma-saṁhitā (5.40) también se confirma que Kṛṣṇa es la fuente del Brahman impersonal: yasya prabhā prabhavato jagadaṇḍa-koṭi. El Brahman impersonal no es otra cosa que la refulgencia de Kṛṣṇa, es decir, los rayos que emanan de Su cuerpo, y en esos rayos de Su cuerpo flotan infinitos universos. Así pues, Kṛṣṇa, Vāsudeva, es el Señor Supremo en todo aspecto, y el Señor Śiva se siente muy satisfecho con aquellos que se han entregado por completo a Él. Tal como indica Kṛṣṇa en el último capítulo del Bhagavad-gītā (18.66), lo que Él desea es entrega completa: sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja.

La palabra sākṣāt, que significa «directamente», es muy significativa. Hay muchos supuestos devotos, pero en realidad son simples karmīs o jñānīs, pues no son directamente devotos del Señor Kṛṣṇa. Los karmīs a veces ofrecen los resultados de sus actividades al Señor Vāsudeva; esa ofrenda se denomina karmārpaṇam, y se considera actividad fruitiva, pues para los karmīs el Señor Viṣṇu es un semidiós, como el Señor Śiva y el Señor Brahmā. Apoyándose en esa consideración de que el Señor Viṣṇu está al mismo nivel que los semidioses, sostienen que entregarse a los semidioses y entregarse a Vāsudeva es lo mismo. Esa tesis queda negada con este verso, porque, si fuese cierta, el Señor Śiva habría dicho que entregarse a él es lo mismo que entregarse al Señor Vāsudeva, a Viṣṇu o a Brahmā. Sin embargo, no es eso lo que dice, pues en el verso se expresa sin ningún tipo de reservas que el Señor Śiva se entrega a Vāsudeva, y que siente un gran afecto por las personas que se han entregado a Vāsudeva. La conclusión es que el Señor Śiva no siente un afecto especial por sus propios devotos, mientras que los devotos del Señor Kṛṣṇa le son muy queridos.

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