Text 38
kaṁ nu tvad-anyaṁ ramaye
hy arati-jñam akovidam
asamparāyābhimukham
aśvastana-vidaṁ paśum
kam—a quién; nu—entonces; tvat—que tú; anyam—otro; ramaye—voy a permitir disfrutar; hi—ciertamente; arati-jñam—sin conocimiento del disfrute sexual; akovidam—por lo tanto, prácticamente tontos; asamparāya—sin conocimiento de la siguiente vida; abhimukham—mirar hacia adelante; aśvastana-vidam—el que no sabe lo que va a ocurrir después; paśum—como animales.
¿Cómo puedo pensar en unirme a otros, que ni son expertos en la vida sexual, ni saben cómo disfrutar de la vida en el presente y después de la muerte? Esos tontos son como animales, porque no conocen el proceso para disfrutar de los sentidos en esta vida y después de la muerte.
SIGNIFICADO: Como hay 8 400 000 especies de vida, también hay muchas condiciones de vida diferentes. En las etapas inferiores de la vida (la vida de los árboles y plantas), no hay ningún sistema de relación sexual. En etapas superiores (las aves e insectos), hay vida sexual, pero en realidad los insectos y demás animales no saben cómo disfrutar de la vida sexual. En la forma humana de vida, sin embargo, se dispone de conocimiento completo acerca de cómo disfrutar de la vida sexual. De hecho, hay muchos mal llamados filósofos que dan directrices para disfrutar de la vida sexual. Existe incluso una ciencia denominada kāma-śāstra, que es la ciencia de la vida sexual. Por otra parte, en la vida humana tenemos las divisiones de brahmacarya, gṛhastha, vānaprastha y sannyāsa. La vida sexual se limita al āśrama de gṛhastha, es decir, a la vida de casado. Al brahmacārī no se le permite ninguna vida sexual, el vānaprastha se abstiene voluntariamente, y el sannyāsī es completamente renunciado. Los karmīs no practican vida de brahmacarya, vānaprastha o sannyāsa, pues sienten gran atracción por la vida de gṛhastha. En otras palabras, en el ser humano están muy marcadas las tendencias materiales. De hecho, esas tendencias materiales están en todas las entidades vivientes. Prefieren la vida de gṛhastha, porque en ella se permite la vida sexual. Los karmīs piensan que las restantes posiciones son peores que la vida animal, pues los animales también tienen relaciones sexuales, mientras que el brahmacārī, el vānaprastha y el sannyāsī las abandonan por completo. Por esa razón, para los karmīs esas órdenes de vida espiritual son aborrecibles.