Text 15
na tathaitarhi rocante
gṛheṣu gṛha-sampadaḥ
yadi na syād gṛhe mātā
patnī vā pati-devatā
vyaṅge ratha iva prājñaḥ
ko nāmāsīta dīnavat
na—no; tathā—como antes; etarhi—en este momento; rocante—resulta agradable; gṛheṣu—en el hogar; gṛha-sampadaḥ—todos los enseres domésticos; yadi—si; na—no; syāt—hay; gṛhe—en el hogar; mātā—madre; patnī—esposa; vā—o; pati-devatā—dedicada al esposo; vyaṅge—sin ruedas; rathe—en un carro; iva—como; prājñaḥ—hombre erudito; kaḥ—quién es ese; nāma—en verdad; āsīta—se sentaría; dīna-vat—como una criatura muy pobre.
El rey Purañjana dijo: No entiendo por qué no me atraen como antes las cosas del hogar. Creo que, sin una madre o una esposa dedicada a él, el hogar es como un carro sin ruedas. Muy tonto habría que ser para sentarse en ese carro inútil.
SIGNIFICADO: El gran político Cāṇakya Paṇḍita dijo:
mātā yasya gṛhe nāsti
bhāryā cāpriya-vādinī
araṇyaṁ tena gantavyaṁ
yathāraṇyaṁ tathā gṛham
«Quien no tenga en su hogar una madre o una complaciente esposa, debe irse de casa y retirarse al bosque, porque para él no hay diferencia entre el bosque y el hogar». La verdadera mātā, la verdadera madre, es el servicio devocional del Señor, y la verdadera patnī, la esposa consagrada, es aquella que ayuda a su cónyuge en la ejecución de los principios religiosos del servicio devocional. Para que un hogar sea feliz se precisan esas dos cosas.
De hecho, se considera que la mujer es la energía del hombre. La historia nos muestra que detrás de cada gran hombre hay una madre o una esposa. Cuando alguien tiene una buena madre y una buena esposa, su vida familiar es un gran éxito. En ese caso, todo lo relativo a los asuntos domésticos y a los enseres del hogar es muy agradable. El Señor Caitanya Mahāprabhu era muy feliz en su hogar, con una buena madre y una esposa complaciente. Aun así, para beneficio de todo el género humano, entró en la orden de sannyāsa, abandonando a Su madre y a Su esposa. En otras palabras, para gozar de felicidad completa en el hogar es esencial tener una buena madre y una buena esposa. De lo contrario, no tiene sentido vivir en el hogar. A una persona santa solo le resulta agradable el hogar de aquellos que tienen una inteligencia religiosa y se ocupan en ofrecer servicio devocional a la Suprema Personalidad de Dios. En otras palabras, el hombre que tiene una buena madre o una buena esposa no tiene necesidad de entrar en la orden de sannyāsa, siempre y cuando no sea absolutamente necesario, como lo fue en el caso del Señor Caitanya Mahāprabhu.