Text 18
atha mayy anapāyinyā
bhaktyā pakva-guṇāśayāḥ
upayāsyatha mad-dhāma
nirvidya nirayād ataḥ
atha—por lo tanto; mayi—a Mí; anapāyinyā—sin ningún tipo de desviación; bhaktyā—con servicio devocional; pakva-guṇa—libre de contaminación material; āśayāḥ—sus mentes; upayāsyatha—alcanzarán; mat-dhāma—Mi morada; nirvidya—completamente desapegados; nirayāt—de la existencia material; ataḥ—así.
Después, Me ofrecerán servicio devocional sin ningún tipo de desviación, y se liberarán de todo rastro de contaminación material. Para entonces estarán completamente desapegados del disfrute material de los planetas supuestamente celestiales y de los planetas infernales, y regresarán al hogar, de vuelta a Dios.
SIGNIFICADO: Por la gracia del Señor, los Pracetās recibieron dones especiales. Aunque iban a poder disfrutar de toda clase de bienes materiales durante millones de años, no se desviarían del servicio amoroso trascendental del Señor. De este modo, completamente ocupados en servicio devocional, los Pracetās se liberarían por completo del apego material. Ese apego es muy fuerte. Durante el tiempo que dura su vida, el materialista se dedica a conseguir tierras, dinero, amigos, y a luchar por la sociedad, la amistad, el amor, etc. Además, también desea disfrutar de los planetas celestiales después de la aniquilación del cuerpo. Sin embargo, la persona que se ocupa en servicio devocional se desapega de los disfrutes y sufrimientos materiales en todas sus formas. En el mundo material, se considera que los que se elevan a los sistemas planetarios superiores gozan de todas las formas de disfrute material, mientras que los que se degradan a los sistemas planetarios inferiores, se considera que viven en condiciones infernales. El devoto, sin embargo, es trascendental a ambas condiciones, tanto celestiales como infernales. En el Bhagavad-gītā (14.26), la posición del devoto se describe de la siguiente manera:
māṁ ca yo ’vyabhicāreṇa
bhakti-yogena sevate
sa guṇān samatītyaitān
brahma-bhūyāya kalpate
«Aquel que se dedica por completo al servicio devocional, firme en todas las circunstancias, trasciende de inmediato las modalidades de la naturaleza material y llega así al plano del Brahman».
El devoto está siempre en el nivel de Brahman. No tiene nada que ver ni con la felicidad ni con la aflicción materiales. Aquel que está firmemente establecido en el plano del servicio devocional, libre del apego material y de la contaminación de las modalidades materiales de la naturaleza, reúne las cualidades necesarias para regresar al hogar, de vuelta a Dios. Los Pracetās iban a disfrutar de todo tipo de bienes materiales durante millones de años, pero sin apegarse a esas bendiciones materiales. De este modo, al final de su período de disfrute material, se elevarían al mundo espiritual para ir de regreso a Dios.
La palabra pakva-guṇāśayāḥ tiene una importancia especial, pues significa que mediante el servicio devocional podemos abandonar la influencia de las tres modalidades de la naturaleza material. Mientras estemos bajo la influencia de esas tres modalidades, no podremos regresar a Dios. Se explica claramente que todos los planetas del mundo material, desde Brahmaloka hasta los planetas infernales, son lugares inadecuados para el devoto. Padaṁ padaṁ yad vipadāṁ na teṣām. Ciertamente, un lugar en el que hay un peligro a cada paso, no es un lugar confortable. Por esa razón, el Señor, en el Bhagavad-gītā (8.16), dice:
ābrahma-bhuvanāl lokāḥ
punar āvartino ’rjuna
mām upetya tu kaunteya
punar janma na vidyate
«Desde el planeta más elevado del mundo material hasta el más bajo, son todos lugares de sufrimiento en los que tiene lugar el ciclo de nacimientos y muertes. Pero aquel que alcanza Mi morada, ¡oh, hijo de Kuntī!, nunca más vuelve a nacer».
Es decir, ni siquiera la elevación al planeta más elevado del universo material, Brahmaloka, supone beneficio alguno. Sin embargo, si de una u otra forma nos elevamos a la morada del Señor, nunca regresaremos al mundo material.