Text 27
rūpaṁ bhagavatā tv etad
aśeṣa-kleśa-saṅkṣayam
āviṣkṛtaṁ naḥ kliṣṭānāṁ
kim anyad anukampitam
rūpam—forma; bhagavatā—por Tu Señoría; tu—pero; etat—esta; aśeṣa—ilimitadas; kleśa—miserias; saṅkṣayam—que disipas; āviṣkṛtam—revelada; naḥ—de nosotros; kliṣṭānām—que sufrimos debido a circunstancias materiales; kim anyat—qué decir de; anukampitam—aquellos a quienes siempre estás dispuesto a mostrar Tu favor.
Querido Señor, nosotros, las almas condicionadas, siempre estamos cubiertos por la ignorancia, bajo la influencia del concepto corporal de la vida. Por esa razón, siempre preferimos las miserables condiciones de la existencia material. Tú, para liberarnos de esos sufrimientos, has descendido en esta forma trascendental. Esto prueba Tu ilimitada misericordia sin causa sobre los que estamos sufriendo de este modo. ¿Qué podemos decir, entonces, de los devotos, a quienes siempre estás dispuesto a mostrar Tu favor?
SIGNIFICADO: Cuando adviene en Su forma original, el Señor actúa para liberar a los piadosos y aniquilar a los malvados (Bg. 4.8). Incluso los demonios se benefician de ser aniquilados por el Señor. Se explica que todas las entidades vivientes que murieron en el campo de batalla de Kurukṣetra recuperaron su posición constitucional original (svarūpa), debido a que tuvieron la oportunidad de ver a Kṛṣṇa cara a cara, como auriga de la cuadriga de Arjuna. Desde un punto de vista superficial, en el campo de batalla de Kurukṣetra estaban ocurriendo dos cosas: los demonios estaban siendo matados, y el devoto, Arjuna, estaba siendo protegido. Sin embargo, el resultado fue el mismo para todos. Por eso se dice que el advenimiento del Señor disminuye las condiciones miserables de todo tipo que produce la existencia material.
En este verso se afirma claramente que esa forma del Señor (aśeṣa-kleśa-saṅkṣayam) viene para disminuir todas las circunstancias miserables en las vidas, no solo de los devotos, sino de todas las personas. Āviṣkṛtaṁ naḥ kliṣṭānām: los Pracetās se consideraban personas comunes. Kim anyad anukampitam: el Señor siempre acoge favorablemente a los devotos. El Señor Se muestra plenamente misericordioso, no solo con las almas condicionadas, sino también con los devotos, que ya están liberados debido a su servicio devocional.
La forma del Señor que se adora en los templos recibe el nombre de arcā-vigraha o arcāvatāra, es decir, la forma adorable o encarnación Deidad. Se trata de una facilidad que los devotos neófitos reciben para que puedan ver cara a cara la verdadera forma del Señor, y para que puedan ofrecerle sacrificios y respetuosas reverencias en la forma de arcā. Con esas facilidades, los neófitos reviven poco a poco su estado original de conciencia de Kṛṣṇa. La adoración de la Deidad en el templo es la bendición más elevada que el Señor concede a los principiantes. Por consiguiente, todos los neófitos deben ocuparse en la adoración del Señor, instalando el arcā-vigraha (arcāvatāra) en el hogar o en el templo.