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Text 19

sakṛn manaḥ kṛṣṇa-padāravindayor
niveśitaṁ tad-guṇa-rāgi yair iha
na te yamaṁ pāśa-bhṛtaś ca tad-bhaṭān
svapne ’pi paśyanti hi cīrṇa-niṣkṛtāḥ


sakṛt—una vez solamente; manaḥ—la mente; kṛṣṇa-pada-aravindayoḥ—a los dos pies de loto de Kṛṣṇa; niveśitam—completamente entregada; tat—de Kṛṣṇa; guṇa-rāgi—que de alguna forma está apegada a las cualidades, el nombre, la fama y los objetos; yaiḥ—por quien; iha—en este mundo; na—no; te—esas personas; yamam—Yamarāja, el superintendente de la muerte; pāśa-bhṛtaḥ—quienes llevan cuerdas (para apresar a los pecadores); ca—y; tat—sus; bhaṭān—enviados; svapne api—ni siquiera en sueños; paśyanti—ven; hi—en verdad; cīrṇa-niṣkṛtāḥ—que han realizado el tipo correcto de expiación.


Las personas que se han entregado por completo a los pies de loto de Kṛṣṇa al menos una vez y sienten atracción por Su nombre, forma, cualidades y pasatiempos, aunque quizás no hayan llegado a una comprensión plena de Kṛṣṇa, están completamente libres de reacciones pecaminosas, pues, han adoptado el verdadero método de expiación. Esas almasentregadas no se encuentran, ni siquiera en sueños, con Yamarāja ni sus enviados, que llevan cuerdas para atar a los pecadores.


SIGNIFICADO: En el Bhagavad-gītā (18.66), Kṛṣṇa dice:

sarva-dharmān parityajya
mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja
ahaṁ tvāṁ sarva-pāpebhyo
mokṣayiṣyāmi mā śucaḥ


«Abandona toda clase de religión y sencillamente entrégate a Mí. Yo te liberaré de toda reacción pecaminosa. No temas». En este verso se explica el mismo principio (sakṛn manaḥ kṛṣṇa-padāravindayoḥ). Si, mediante el estudio del Bhagavad-gītā, decidimos entregarnos a Kṛṣṇa, de inmediato quedaremos libres de toda reacción pecaminosa. También es significativo el hecho de que Śukadeva Gosvāmī, tras repetir varias veces las palabras vāsudeva-parāyaṇa nārayaṇa-parāyaṇa, finalmente diga kṛṣṇa-padāravindayoḥ. De ese modo indica que Kṛṣṇa es el origen de Nārāyaṇa y de Vāsudeva. Aunque Nārāyaṇa y Vāsudeva no son diferentes de Kṛṣṇa, por el simple hecho de entregarnos a Kṛṣṇa también nos entregamos por completo a todas Sus expansiones, como Nārāyaṇa, Vāsudeva y Govinda. Como Kṛṣṇa dice en el Bhagavad-gītā (7.7):mattaḥ parataraṁ nānyat: «No hay verdad superior a Mí». La Suprema Personalidad de Dios tiene muchos nombres y muchas formas, pero la forma suprema es Kṛṣṇa (kṛṣṇas tu bhagavān svayam). Por esa razón, Kṛṣṇa recomienda a los devotos neófitos que se entreguen solamente a Él (mām ekam). Como los devotos neófitos no pueden entender la naturaleza de las formas de Nārāyaṇa, Vāsudeva y Govinda, Kṛṣṇa dice directamente: mām ekam. Esto se subraya también en este verso con las palabras kṛṣṇa-padāravindayoḥ. Nārāyaṇa no habla personalmente, pero Kṛṣṇa, Vāsudeva, sí lo hace, como,por ejemplo, en el Bhagavad-gītā. Por consiguiente, seguir las directrices del Bhagavad-gītā es lo mismo que entregarse a Kṛṣṇa, y esa entrega es la perfección más elevada del bhakti-yoga.


Parīkṣit Mahārāja ha preguntado a Śukadeva Gosvāmī cómo podemos salvarnos de caer a las diversas condiciones de vida infernal, y en este verso, Śukadeva Gosvāmī responde que un alma que se ha entregado a Kṛṣṇa no puede caer a la existencia infernal, naraka. Y no solo eso: no verá a Yamarāja y a sus enviados, que son quienes podrían llevarla allí, ni siquiera en sueños. En otras palabras, quien desee salvarse de caer a la vida infernal, naraka, debe entregarse plenamente a Kṛṣṇa. La palabra sakṛt es significativa porque indica que una sola vez que nos entreguemos sinceramente a Kṛṣṇa es suficiente para salvarnos, incluso si por casualidad caemos de nuevo en actividades pecaminosas. Por eso Kṛṣṇa dice en el Bhagavad-gītā (9.30):

api cet su-durācāro
bhajate mām ananya-bhāk
sādhur eva sa mantavyaḥ
samyag vyavasito hi saḥ


«Aunque alguien cometa la acción más abominable, si está ocupado en servicio devocional, debe ser considerado un santo, pues está apropiadamente situado en su determinación». Aquel que no olvida a Kṛṣṇa ni por un momento, está a salvo, incluso si, por casualidad, cae en actividades pecaminosas.


En el segundo capítulo del Bhagavad-gītā (2.40), el Señor dice también:

nehābhikrama-nāśo ’sti
pratyavāyo na vidyate
svalpam apy asya dharmasya
trāyate mahato bhayāt


«En este empeño no hay pérdida ni disminución, y un pequeño avance en esta senda puede proteger del más peligroso tipo de temor».


En otro pasaje del Gīta (6.40), el Señor dice: na hi kalyāṇa-kṛt kaścid durgatiṁ tāta gacchati: «Aquel que realiza actospiadosos nunca es vencido por el mal». La actividad kalyāṇa (auspiciosa) más elevada es entregarse a Kṛṣṇa. Esa es la única senda que nos permite salvarnos de caer a la vida infernal. Esto lo confirma Śrīla Prabhodhānanda Sarasvatī de la siguiente manera:

kaivalyaṁ narakāyate tri-daśa-pūr ākāśa-puṣpāyate
durdāntendriya-kāla-sarpa-paṭalī protkhāta-daṁṣṭrāyate
viśvaṁ pūrṇa-sukhāyate vidhi-mahendrādiś ca kīṭāyate
yat-kāruṇya-kaṭākṣa-vaibhavavatāṁ taṁ gauram eva stumaḥ

(Caitanya-candrāmṛta 5)


Las actividades pecaminosas de aquel que se ha entregado a Kṛṣṇa se comparan a una serpiente que ha perdido sus venenosos colmillos (protkhāta-daṁṣṭrāyate). Esa serpiente ya no da miedo. Por supuesto, no debemos cometer actividades pecaminosas apoyándonos en el hecho de habernos entregado a Kṛṣṇa. No obstante, si llega a ocurrir que una persona que se ha entregado a Kṛṣṇa incurre en actos pecaminosos debido a sus hábitos pasados, esas acciones pecaminosas no tienen efectos destructivos. Por lo tanto, debemos apegarnos firmemente a los pies de loto de Kṛṣṇa y servirle bajo la dirección del maestro espiritual. De ese modo, estaremos libres de temor, akuto-bhaya, en toda circunstancia.

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