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Text 21

śrī-brahmovāca
aho bata sura-śreṣṭhā
hy abhadraṁ vaḥ kṛtaṁ mahat
brahmiṣṭhaṁ brāhmaṇaṁ dāntam
aiśvaryān nābhyanandata


śrī-brahmā uvāca—el Señor Brahmā dijo; aho—¡ay!; bata—es muy sorprendente; sura-śreṣṭhāḥ—¡oh, ustedes, los mejores entre los semidioses!; hi—en verdad; abhadram—injusticia; vaḥ—por ustedes; kṛtam—hecha; mahat—grande;brahmiṣṭham—a una persona obediente por completo al Brahman Supremo; brāhmaṇam—a un brāhmaṇadāntam—que ha controlado por completo la mente y los sentidos; aiśvaryāt—debido a su opulencia material; na—no; abhyanandata—recibieron como es debido.


El Señor Brahmā dijo: ¡Oh, ustedes, los mejores entre los semidioses!, por desdicha, debido a la locura que nace de la opulencia material, no recibieron correctamente a Bṛhaspati cuando entró en la sala de asambleas. Él es consciente del Brahman Supremo, y controla sus sentidos a la perfección. Por ello, es el mejor de los brāhmaṇas. Así pues, me sorprende mucho que hayan sido tan insolentes con él.


SIGNIFICADO: El Señor Brahmā reconoció las cualidades brahmínicas de Bṛhaspati, quien, por ser consciente del Brahman Supremo, era el maestro espiritual de los semidioses. Bṛhaspati poseía un alto grado de control sobre sus sentidos y su mente, de modo que era un brāhmaṇa sumamente cualificado. El Señor Brahmā reprendió a los semidioses por no haber ofrecido el debido respeto a aquel brāhmaṇa, que era su guru. El Señor Brahmā quería hacer entender a los semidioses que no se debe faltar al respeto al guru en ninguna circunstancia. Cuando Bṛhaspati entró en la sala de asambleas de los semidioses, ni estos ni su rey, Indra, dieron la menor importancia a su visita, pensando que, como venía todos los días, no había necesidad de ofrecerle mayores muestras de respeto. Como suele decirse, de la familiaridad surge el desdén. Nada complacido, Bṛhaspati salió inmediatamente del palacio de Indra. De ese modo, todos los semidioses, comenzando por Indra, cometieron una ofensa contra los pies de loto de Bṛhaspati; el Señor Brahmā, muy consciente de ello, les reprochó su falta de respeto. En una canción que cantamos todos los días, Narottama dāsa Ṭhākura dice: cakṣu-dāna dila yei, janme janme prabhu sei: El guru da al discípulo la visión espiritual, y, por esa razón, el discípulo debe considerar al guru su señor vida tras vida. No se debe faltar al respeto al guru bajo ninguna circunstancia; los semidioses, sin embargo, envanecidos de sus posesiones materiales, no mostraron el debido respeto a su guru. El Śrīmad-Bhāgavatam (11.17.27), por todo ello, aconseja: ācāryaṁ māṁ vijānīyān nāvamanyeta karhicit/ na martya-buddhyāsūyeta: Siempre se deben ofrecer respetuosas reverencias al ācārya; nunca se debe sentir envidia de él, considerándole un ser humano corriente.

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