Text 21
śrī-devā ūcuḥ
vāyv-ambarāgny-ap-kṣitayas tri-lokā
brahmādayo ye vayam udvijantaḥ
harāma yasmai balim antako ’sau
bibheti yasmād araṇaṁ tato naḥ
śrī-devāḥ ūcuḥ—los semidioses dijeron; vāyu—compuestos de aire; ambara—cielo; agni—fuego; ap—agua;kṣitayaḥ—y tierra; tri-lokāḥ—los tres mundos; brahma-ādayaḥ—comenzando con el Señor Brahmā; ye—quien; vayam—nosotros; udvijantaḥ—que sentimos mucho temor; harāma—ofrecemos; yasmai—a quien;balim—ofrenda; antakaḥ—el destructor, la muerte; asau—esos; bibheti—miedos; yasmāt—de quien;araṇam—refugio; tataḥ—por lo tanto; naḥ—nuestro.
Los semidioses dijeron: Los tres mundos son creados por los cinco elementos —éter, aire, fuego, agua y tierra—, que están bajo el control de diversos semidioses, comenzando con el Señor Brahmā. Nos atemoriza pensar que el factor tiempo vaya a poner fin a nuestra existencia, y por ello presentamos ofrendas al tiempo, realizando nuestras actividades conforme a sus dictados. Sin embargo, el propio factor tiempo siente temor de la Suprema Personalidad de Dios. Así pues, adoremos ahora a ese Señor Supremo, pues solo Él nos puede brindar plena protección.
SIGNIFICADO: Quien teme ser matado, tiene que refugiarse en la Suprema Personalidad de Dios. A Él Le adoran todos los semidioses, comenzando con Brahmā, a pesar de estar encargados de los diversos elementos del mundo material. Las palabras bibheti yasmāt indican que todos los demonios, por grandes y poderosos que sean, temen a la Suprema Personalidad de Dios. Los semidioses, temerosos de la muerte, se refugiaron en el Señor y Le ofrecieron estas oraciones. El factor tiempo es temido por todos, pero la propia personificación del temor siente temor del Señor Supremo, a quien, por esa razón, se Le conoce con el nombre de abhaya, «libre de temor». Quien se refugia en el Señor Supremo queda verdaderamente libre de temor. Esa es la razón que llevó a los semidioses a refugiarse en el Señor.