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Text 37

pañca-ṣaḍḍhāyanārbhābhāḥ
pūrveṣām api pūrvajāḥ
dig-vāsasaḥ śiśūn matvā
dvāḥ-sthau tān pratyaṣedhatām


pañca-ṣaṭ-dhā—cinco o seis años; āyana—dirigiéndose; arbha-ābhāḥ—como niños; pūrveṣām—los ancianos del universo (Marīci, etc.); api—aunque; pūrva-jāḥ—nacidos antes; dik-vāsasaḥ—desnudos; śiśūn—niños; matvā—pensando; dvāḥ-sthau—los dos porteros, Jaya y Vijaya; tān—a ellos; pratyaṣedhatām—prohibieron.


Esos cuatro sabios eran mayores que otros hijos de Brahmā como Marīci, pero por su aspecto parecían niños desnudos de cinco o seis años. Cuando Jaya y Vijaya, los porteros de Vaikuṇṭhaloka, les vieron tratando de entrar, les tomaron por unos niños corrientes y se lo prohibieron.


SIGNIFICADO: Con respecto a esto, Śrīla Madhvācārya dice en su Tantra-sāra:

dvāḥ-sthāv ity anenādhikāra-sthatvam uktam

adhikāra-sthitāś caiva
vimuktāś ca dvidhā janāḥ
viṣṇu-loka-sthitās teṣāṁ
vara-śāpādi-yoginaḥ

adhikāra-sthitāṁ muktiṁ
niyataṁ prāpnuvanti ca
vimukty-anantaraṁ teṣāṁ
vara-śāpādayo nanu

dehendriyāsu-yuktaś ca
pūrvaṁ paścān na tair yutāḥ
apy abhimānibhis teṣāṁ
devaiḥ svātmottamair yutāḥ


El significado de estos versos es que los sirvientes personales del Señor Viṣṇu en Vaikuṇṭhaloka siempre son almas liberadas. Incluso si a veces son maldecidos o bendecidos, siempre permanecen liberados y nunca les contamina la influencia de las modalidades materiales de la naturaleza. Antes de alcanzar la liberación y elevarse a Vaikuṇṭhaloka, poseían cuerpos materiales, pero una vez en Vaikuṇṭha, dejan de tenerlos. Por lo tanto, los sirvientes directos del Señor Viṣṇu siempre están liberados, aun si a veces descienden como si hubieran sido maldecidos.

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