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CAPÍTULO 15

Instrucciones para
los seres humanos civilizados


A continuación, resumimos el capítulo quince. En el capítulo anterior, Śrī Nārada Muni demostró la importancia del brāhmaṇa en la sociedad. Ahora, en este capítulo, mostrará las diferencias entre los distintos niveles debrāhmaṇas. Entre ellos están los casados, que, principalmente, están apegados a las actividades fruitivas y a la mejora de las condiciones sociales. Por encima de ellos, sin embargo, hay brāhmaṇas que se sienten muy atraídos por las austeridades y penitencias y que se retiran de la vida familiar. Se les conoce comovānaprasthas. Otros brāhmaṇas muestran un profundo interés por estudiar los Vedas y explicar a otros su significado. Esos brāhmaṇas se denominan brahmacārīs. Hay, además, otros brāhmaṇas, cuyo interés está en los distintos tipos de yoga, y en especial, en el bhakti-yoga y el jñāna-yoga. Esos brāhmaṇas, en su mayoría, son sannyāsīs, miembros de la orden de vida de renuncia.


Los casados, en particular, se ocupan en distintos tipos de actividades reguladas por las Escrituras, y especialmente en ofrecer oblaciones a los antepasados y en dar como caridad a otros brāhmaṇas lo ofrecido en esos sacrificios. Generalmente, la caridad se da a los sannyāsīs, que son brāhmaṇas pertenecientes a la orden de vida de renuncia. Si no hay sannyāsīs, la caridad se da a los brāhmaṇas casados ocupados en actividades fruitivas.


Para realizar la ceremonia śrāddha, la ofrenda de oblaciones a los antepasados, no hay que hacer preparativos demasiado complicados. La mejor manera de llevar a cabo esta ceremonia es obsequiar conbhāgavata-prasāda (remanentes de alimentos ofrecidos a Kṛṣṇa) a todos los antepasados y familiares. Esa forma de celebrar la ceremonia śrāddha es excelente. En la ceremonia śrāddha no hay necesidad de ofrecer ni de comer carne. Se debe evitar la innecesaria matanza de animales. Los miembros de las capas sociales más bajas prefieren realizar sacrificios matando animales, pero la persona avanzada en conocimiento debe evitar esa violencia innecesaria.


Los brāhmaṇas deben cumplir con sus deberes regulativos en la adoración del Señor Viṣṇu. Los que son avanzados en el conocimiento de los principios religiosos deben evitar los cinco tipos de irreligión: vidharma,para-dharmadharmābhāsaupadharma y chala-dharma. Se debe actuar conforme a los principios religiosos correspondientes a la propia posición constitucional; no todo el mundo tiene que seguir el mismo tipo de religión. Un principio general es que el hombre pobre no debe esforzarse inútilmente por el crecimiento económico. Aquel que se abstiene de ese tipo de esfuerzos y se ocupa en servicio devocional es muy afortunado.


Quien no tenga la mente satisfecha, acabará degradándose. Es necesario dominar los deseos de disfrute, la ira, la codicia, el miedo, la lamentación, la ilusión, el terror, las inútiles conversaciones sobre temas materiales, la violencia, las cuatro miserias de la existencia material, y las tres cualidades materiales. Ese es el objetivo de la vida humana. La persona que no tiene fe en el maestro espiritual, que es idéntico a Śrī Kṛṣṇa, no puede obtener beneficio alguno de la lectura de los śāstras. Nunca se debe considerar al maestro espiritual un ser humano corriente, aunque sus familiares le vean de esa forma. La meditación y otros procesos de austeridad solo son útiles si ayudan a avanzar hacia el estado de conciencia de Kṛṣṇa; de lo contrario, son una simple pérdida de tiempo y energía. Para quienes no son devotos, esa meditación y esas austeridades no son más que una causa de caída.


El cabeza de familia debe ser muy cauteloso, pues, aunque trate de dominar sus sentidos, debido a la relación con sus familiares, acaba cayendo. Por lo tanto, el gṛhastha debe volverse vānaprastha o sannyāsī, debe vivir en un lugar apartado y satisfacerse con el alimento que pueda obtener mendigando de puerta en puerta. Debe cantar los mantras oṁkāra o Hare Kṛṣṇa; de ese modo percibirá la felicidad trascendental dentro de sí mismo. Sin embargo, aquel que, después de haber entrado en la orden de sannyāsa, vuelve a la vida degṛhastha, recibe el nombre de vāntāśī, que significa «el que come su propio vómito». Esa persona no tiene vergüenza. El casado no debe abandonar las actividades rituales, y el sannyāsī no debe vivir en la sociedad. Un sannyāsī agitado por los sentidos es un engañador bajo la influencia de las modalidades de la pasión y la ignorancia. Cuando alguien acepta el papel de filántropo altruista bajo la influencia de la bondad, sus actividades en ese campo se convierten en obstáculos en la senda del servicio devocional.


El mejor proceso para avanzar en el servicio devocional es seguir las órdenes del maestro espiritual, pues solamente bajo su dirección se pueden dominar los sentidos. Mientras no se alcance el nivel de conciencia de Kṛṣṇa plena, siempre hay posibilidad de caer. Por supuesto, la senda de las ceremonias rituales y las actividades fruitivas también está plagada de peligros. Las actividades fruitivas se han dividido en doce grupos. La práctica de las actividades fruitivas, que constituyen la senda del dharma, lleva a permanecer en el ciclo del nacimiento y la muerte; sin embargo, quien sigue la senda de mokṣa, la liberación, que en el Bhagavad-gītāse define como arcanā-mārga, puede llegar a liberarse del ciclo del nacimiento y la muerte. Los Vedas dan a esas dos sendas los nombres de pitṛ-yāna y deva-yāna. Aquellos que siguen las sendas de pitṛ-yāna y deva-yāna nunca se confunden, ni siquiera mientras permanecen en el cuerpo material. El filósofo monista que, poco a poco, llega a dominar los sentidos, entiende que todos los āśramas, o etapas de la vida, tienen por objeto la salvación. Se debe vivir y actuar conforme a los śāstras.


El que celebra ceremonias rituales védicas, incluso si es gṛhastha, puede recibir la misericordia sin causa de Kṛṣṇa si se hace devoto. El objetivo del devoto es ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Por la voluntad suprema de la Personalidad de Dios, ese devoto avanza en el cultivo de conciencia espiritual, aunque no realice ceremonias rituales. Por la misericordia de los devotos se puede alcanzar el verdadero éxito en el cultivo de conciencia espiritual, y por no respetarles debidamente se puede caer del nivel espiritual de conciencia. En relación con esto, Nārada Muni contó la historia de su caída del reino de los gandharvas para nacer en una familia śūdra, y cómo, gracias al servicio que prestó a brāhmaṇas excelsos, nació como hijo del Señor Brahmā y volvió a establecerse en su posición trascendental. Después de narrar estos hechos, Nārada Muni alabó la misericordia que los Pāṇḍavas recibían del Señor. Mahārāja Yudhiṣṭhira, escuchando a Nārada, se llenó de éxtasis de amor por Kṛṣṇa; después, Nārada Muni abandonó el palacio y regresó a su residencia. De este modo, Śukadeva Gosvāmī, habiendo hablado de diversos descendientes de las hijas de Dakṣa, termina el Séptimo Canto del Śrīmad-Bhāgavatam.

Text 1:
Nārada Muni continuó: Mi querido rey, algunos brāhmaṇas están muy apegados a las actividades fruitivas, otros están apegados a las austeridades y penitencias, y los hay también que estudian las Escrituras védicas; otros, aunque son muy pocos, cultivan conocimiento y practican distintos yogas, en especial, el bhakti-yoga.

Text 2:
La persona que desee la liberación para sus antepasados o para sí misma, debe dar caridad a un brāhmaṇaseguidor del monismo impersonal [jñāna-niṣṭhā]. En ausencia de esos brāhmaṇas avanzados, debe dar caridad a brāhmaṇas dedicados a las actividades fruitivas [karma-kāṇḍa].

Text 3:
En el período indicado para la ofrenda de oblaciones a los semidioses, solo hay que invitar a dos brāhmaṇas; cuando se ofrecen oblaciones a los antepasados, los brāhmaṇas pueden ser tres. O, en cualquiera de los dos casos, un solo brāhmaṇa sería suficiente. Ni siquiera los más ricos deben tratar de invitar a más brāhmaṇas, ni de disponer preparativos costosos para esas ocasiones.

Text 4:
Si se hacen preparativos para alimentar a muchos brāhmaṇas y familiares con ocasión de la ceremoniaśrāddha, surgirán diferencias de opinión en relación con el momento, el lugar, la respetabilidad, los elementos a ofrecer, la persona a adorar y el método para ofrecer adoración.

Text 5:
Cuando se presenta la oportunidad, y el momento y el lugar son favorables, se deben ofrecer a la Deidad de la Suprema Personalidad de Dios alimentos preparados con ghī; esa ofrenda debe hacerse con amor, y el prasādadebe ofrecerse a la persona adecuada, un vaiṣṇava o un brāhmaṇa. Esto será causa de prosperidad eterna.

Text 6:
El prasāda debe ofrecerse a los semidioses, a las personas santas, a los antepasados, a la gente en general, a los miembros de la familia, a los parientes y a los amigos, considerándoles a todos ellos devotos de la Suprema Personalidad de Dios.

Text 7:
La persona plenamente consciente de los principios religiosos nunca debe ofrecer carne, huevos o pescado en la ceremonia śrāddha, y ni siquiera el que es kṣatriya debe probar ese tipo de comida. Cuando se preparan conghī los alimentos adecuados, y se ofrecen a las personas santas, la celebración complace a los antepasados y al Señor Supremo, quienes nunca se complacen cuando se matan animales con la excusa de realizar un sacrificio.

Text 8:
Las personas que deseen avanzar hasta un nivel superior de religión, deben abandonar por completo la envidia hacia las demás entidades vivientes, ya sea en relación con el cuerpo, con las palabras o con la mente. No hay religión superior a esta.

Text 9:
Debido al despertar del conocimiento espiritual, las personas inteligentes a la hora de celebrar sacrificios, que son verdaderamente conscientes de los principios religiosos y están libres de deseos materiales, controlan el ser en el fuego del conocimiento espiritual, el conocimiento de la Verdad Absoluta. Esas personas pueden abandonar el proceso de las ceremonias rituales.

Text 10:
Al ver a la persona que realiza el sacrificio, los animales que van a ser sacrificados, llenos de terror, piensan: «Este despiadado ejecutor de sacrificios, que ignora la finalidad del sacrificio, está decidido a matarnos, pues eso le causa gran satisfacción».

Text 11:
Por lo tanto, día tras día, la persona que es consciente de los verdaderos principios de la religión y está libre de la crueldad y la envidia hacia los indefensos animales, debe sentirse feliz de realizar sacrificios, tanto diariamente como en fechas señaladas, con los alimentos que, por la gracia del Señor, pueda adquirir sin dificultad.

Text 12:
Cinco son las ramas de la irreligión, bien definidas con los nombres de irreligión [vidharma], principios religiosos para los que no se es apto [para-dharma], farsa de religión [ābhāsa], religión de imitación [upadharma], y religión engañosa [chala-dharma]. La persona consciente de la verdadera vida religiosa debe abandonar esas cinco formas de irreligión.

Text 13:
Los principios religiosos que impiden a la persona seguir su propia religión se denominan vidharma. Los principios religiosos introducidos por otros se llaman para-dharma. Un nuevo tipo de religión creado por una persona llena de orgullo falso, y que va en contra de los principios de los Vedas, se llama upadharma, y dar interpretaciones basadas en juegos de palabras es chala-dharma.

Text 14:
El supuesto sistema religioso ideado por alguien que, conscientemente, deja de lado los deberes prescritos de la orden de vida a que pertenece, se denomina ābhāsa [un tenue reflejo o falso parecido]. Pero si una persona lleva a cabo los deberes prescritos para su āśrama o varṇa en particular, ¿por qué no van a ser suficientes esos deberes para aliviarle de todos los sufrimientos materiales?

Text 15:
El hombre, aunque sea pobre, no debe esforzarse por mejorar su condición económica sin otro objetivo que mantener juntos el cuerpo y el alma o adquirir renombre por su religiosidad. Del mismo modo que la gran serpiente pitón permanece tendida en un lugar y no hace nada por ganarse el sustento, y aun así recibe el alimento que necesita para mantener cuerpo y alma, la persona que está libre de deseos también se gana la vida sin realizar esfuerzos.

Text 16:
Aquel que permanece contento y satisfecho y vincula sus actividades con la Suprema Personalidad de Dios, que vive en el corazón de todos, disfruta de felicidad trascendental sin esforzarse por su manutención. ¿Puede acaso gozar de esa felicidad el hombre materialista que, impulsado por la lujuria y la codicia, vaga en todas direcciones con el deseo de hacerse rico?

Text 17:
La persona que tiene los pies debidamente calzados no corre peligro ni siquiera cuando camina sobre guijarros y espinas. Para ella, todo es auspicioso. Del mismo modo, para el que permanece satisfecho en el ser, no hay sufrimiento; en verdad, se siente feliz en todas partes.

Text 18:
Mi querido rey, la persona que halla satisfacción en sí misma puede ser feliz aunque no tenga más que agua para beber. Sin embargo, el que es arrastrado por los sentidos, y en especial por la lengua y los genitales, para satisfacer sus sentidos debe aceptar la posición de un perro faldero.

Text 19:
Debido a la codicia de los sentidos, el devoto o brāhmaṇa que no ha alcanzado la satisfacción en su propio ser ve disminuidas su fuerza espiritual, su educación, su austeridad y su buena reputación; poco a poco, su conocimiento desaparece.

Text 20:
Los intensos deseos y necesidades corporales de una persona afligida por el hambre y la sed quedan ciertamente satisfechos cuando come. Del mismo modo, una persona muy iracunda verá satisfecha su ira con el castigo y su correspondiente reacción. Sin embargo, la persona codiciosa no se sentirá satisfecha ni después de conquistar el mundo en todas direcciones, ni tras disfrutar de todo lo que el mundo puede ofrecer.

Text 21:
¡Oh, rey Yudhiṣṭhira!, muchas y de muy variada experiencia han sido las personas que han caído en la vida infernal por no estar satisfechas con sus respectivas posiciones, desde asesores legales a sabios eruditos y personas dignas de presidir asambleas de intelectuales.

Text 22:
Para abandonar los deseos de disfrutar de la complacencia material de los sentidos, hay que elaborar planes con determinación. Del mismo modo, para vencer la ira es necesario abandonar la envidia; la codicia se debe abandonar conversando sobre las desventajas de atesorar riquezas, y, para abandonar el miedo, se debe hablar de la verdad.

Text 23:
Hablando acerca del conocimiento espiritual, se pueden superar la lamentación y la ilusión; si servimos a un gran devoto, podemos liberarnos del orgullo; guardando silencio, se evitan los obstáculos en la senda del yogamístico; y, por el simple hecho de abandonar la complacencia de los sentidos, se puede superar la envidia.

Text 24:
Mediante la buena conducta y la ausencia de envidia, debemos contrarrestar los sufrimientos debidos a otras entidades vivientes; la meditación en estado de trance debe permitirnos anular los sufrimientos debidos a la providencia; y, con las prácticas de haṭha-yoga, prāṇāyāma, etc., debemos contrarrestar los sufrimientos debidos al cuerpo y la mente. Del mismo modo, con el cultivo de la modalidad de la bondad, especialmente en lo que se refiere a la comida, debemos dominar el sueño.

Text 25:
Mediante el cultivo de la modalidad de la bondad, se deben vencer las modalidades de la pasión y la ignorancia; a continuación, es necesario desapegarse de la modalidad de la bondad mediante la elevación al plano deśuddha-sattva. Todo ello podrá lograrlo de modo natural quien se ocupe con fe y devoción en el servicio del maestro espiritual. De ese modo se puede superar la influencia de las modalidades de la naturaleza.

Text 26:
El maestro espiritual debe ser considerado la manifestación directa del Señor Supremo, debido a que transmite el conocimiento trascendental que lleva a la iluminación. En consecuencia, aquel que sostenga el concepto material de que el maestro espiritual es un ser humano corriente, solo encontrará el fracaso. Su iluminación, su estudio de los Vedas y su conocimiento son como el baño de un elefante.

Text 27:
La Suprema Personalidad de Dios, el Señor Kṛṣṇa, es el amo de todas las demás entidades vivientes y de la naturaleza material. Sus pies de loto son el objeto buscado y adorado por grandes personas santas como Vyāsa. Sin embargo, hay necios que consideran al Señor Kṛṣṇa un ser humano corriente.

Text 28:
Las ceremonias rituales, los principios regulativos, las austeridades y la práctica del yoga tienen por finalidad el control de los sentidos y la mente; sin embargo, todas esas actividades no habrán sido más que un esfuerzo vano si, tras haber dominado los sentidos y la mente, no nos elevamos al plano de la meditación en el Señor Supremo.

Text 29:
Del mismo modo que las actividades profesionales y las ganancias de los negocios no nos pueden ayudar a avanzar espiritualmente, sino que son una fuente de enredo material, las ceremonias rituales védicas no pueden ayudar a una persona que no es devota de la Suprema Personalidad de Dios.

Text 30:
Quien desee conquistar la mente debe abandonar la compañía de su familia y vivir en un lugar solitario, libre de compañías contaminantes. Para mantener cuerpo y alma juntos, debe mendigar únicamente lo imprescindible para cubrir las necesidades mínimas de la vida.

Text 31:
Mi querido rey, esa persona debe disponer un sitio llano, ni demasiado alto, ni demasiado bajo, en un lugar sagrado de peregrinaje, a fin de practicar yoga. Allí debe sentarse con toda comodidad, manteniendo el cuerpo derecho. Entonces, manteniéndose estable y equilibrada, debe comenzar a cantar el praṇava.

Texts 32-33:
Sin desviar la vista de la punta de la nariz, el yogī erudito practica los ejercicios respiratorios mediante las técnicas denominadas pūraka, kumbhaka y recaka, controlando la inspiración y la espiración, para después detenerlas. De ese modo, el yogī aleja su mente de los apegos materiales y abandona todos los deseos mentales. Tan pronto como la mente, vencida por los deseos de disfrute, se desvíe hacia sentimientos de complacencia sensorial, el yogī debe traerla de vuelta inmediatamente y confinarla en lo más profundo del corazón.

Text 34:
Cuando el yogī se entrega a estas prácticas con regularidad, en poco tiempo su corazón queda firmemente establecido y libre de perturbación, como un fuego sin llamas ni humo.

Text 35:
La conciencia, cuando está libre de la contaminación de los deseos de disfrute material, permanece serena y pacífica en todas las actividades, pues la persona se halla en el plano de la vida eterna y bienaventurada. Una vez que ha alcanzado esa posición, ya no regresa a las actividades materiales.

Text 36:
Quien entra en la orden de sannyāsa abandona los tres principios de las actividades materiales que se consienten en el ámbito de la vida familiar, es decir, la religión, el crecimiento económico y la complacencia de los sentidos. Una persona que entre en la orden de sannyāsa, pero que más tarde vuelva a esas actividades materialistas, merece el calificativo de vāntāśī, es decir, «el que come su propio vómito». En verdad, esa persona no tiene vergüenza alguna.

Text 37:
Los sannyāsīs que, tras considerar que el cuerpo tiene que morir y transformarse en excremento, gusanos o cenizas, vuelven a darle importancia y a glorificarlo como si fuese su propio ser, deben ser considerados los mayores sinvergüenzas.

Texts 38-39:
Es abominable que una persona que vive en el gṛhastha-āśrama abandone los principios regulativos, que unbrahmacārī no siga los votos de brahmacārī mientras vive bajo la tutela de su guru, que un vānaprastha viva en el pueblo y se ocupe en supuestas actividades sociales, y que un sannyāsī sea adicto a la complacencia de los sentidos. Quien actúe de ese modo debe ser considerado el más bajo de los renegados. Ese farsante ha sido confundido por la energía externa de la Suprema Personalidad de Dios; es necesario, o bien rechazarle de la posición en que se encuentra, o bien ser compasivo con él, enseñándole, si fuera posible, a recobrar su posición original.

Text 40:
El cuerpo de forma humana tiene por objeto la comprensión del yo y del Yo Supremo, la Suprema Personalidad de Dios; ambos se encuentran en una posición trascendental. Si ambos pueden ser comprendidos gracias a la purificación que viene del avance en el conocimiento, ¿qué o quién impulsa a la persona necia y codiciosa a mantener el cuerpo para complacer los sentidos?

Text 41:
Los trascendentalistas de conocimiento avanzado comparan el cuerpo, que ha sido hecho por orden de la Suprema Personalidad de Dios, a una cuadriga. Los sentidos son como los caballos; la mente, el amo de los sentidos, es como las riendas; los objetos de los sentidos son los lugares de destino; la inteligencia es el auriga; y la conciencia, que se difunde por todo el cuerpo, es la causa del cautiverio en el mundo material.

Text 42:
Las diez clases de aires que actúan en el cuerpo se comparan a los radios de las ruedas de la cuadriga; las partes superior e inferior de la rueda son la religión y la irreligión. La entidad viviente que se halla bajo la influencia del concepto corporal de la vida es el propietario de la cuadriga. El mantra praṇava de los Vedas es el arco, la entidad viviente pura es la flecha, y el blanco es el Ser Supremo.

Texts 43-44:
En el estado condicionado, a veces nuestros conceptos de la vida están contaminados por la pasión y la ignorancia, que se manifiestan en forma de apego, hostilidad, codicia, lamentación, ilusión, miedo, locura, prestigio falso, insultos, ganas de encontrar defectos, engaño, envidia, intolerancia, pasión, confusión, hambre y sueño. Todos ellos son enemigos. A veces, nuestros conceptos se contaminan también de bondad.

Text 45:
Mientras tengamos que recibir cuerpos materiales, que, con sus distintas partes y objetos relacionados, no están totalmente bajo nuestro control, debemos acudir a los pies de loto de nuestros superiores, el maestro espiritual y sus antecesores. Por su misericordia, podremos afilar la espada del conocimiento; entonces, con el poder de la misericordia de la Suprema Personalidad de Dios, tenemos que vencer a los enemigos de que te he hablado. De este modo, el devoto debe ser capaz de sumergirse en su propia bienaventuranza trascendental, para después abandonar el cuerpo y recuperar su identidad espiritual.

Text 46:
De lo contrario, si no nos refugiamos en Acyuta y Baladeva, los sentidos, que actúan como caballos, y la inteligencia, que hace de auriga, unirán sus tendencias hacia la contaminación material, y, sin que nos demos cuenta, llevarán el cuerpo, que es como una cuadriga, a la senda de la complacencia de los sentidos. Y cuando volvemos a ser atraídos por los bandoleros viṣaya —comer, dormir y aparearse—, los caballos y el conductor de la cuadriga son arrojados al pozo oculto de la existencia material, y de nuevo nos vemos en el ciclo de nacimientos y muertes, que es una situación peligrosa y llena de temores.

Text 47:
Según los Vedas, hay dos tipos de actividades: pravṛtti y nivṛtti. Las actividades pravṛtti consisten en elevarse desde una condición inferior a una condición superior de vida materialista; nivṛtti, sin embargo, es la desaparición de los deseos materiales. Con las actividades pravṛtti sufrimos por causa del enredo material, pero las actividades nivṛtti nos purifican y nos capacitan para disfrutar de una vida eterna y bienaventurada.

Texts 48-49:
Las ceremonias y sacrificios rituales conocidos con los nombres de agni-hotra-yajña, darśa-yajña, pūrṇamāsa-yajña, cāturmāsya-yajña, paśu-yajña y soma-yajña tienen como características comunes la matanza de animales y la quema de productos valiosos, especialmente cereales, todo ello para satisfacer deseos materiales y crear ansiedades. La celebración de esos sacrificios, junto con la adoración de Vaiśvadeva y la ceremoniabaliharaṇa, que se consideran el objetivo de la vida, así como la construcción de templos para los semidioses, la edificación de casas y jardines de reposo, la excavación de pozos para administrar agua, el establecimiento de puestos para repartir alimentos, y las actividades para el bienestar público, se caracterizan por el apego a los deseos materiales.

Texts 50-51:
Mi querido rey Yudhiṣṭhira, las oblaciones de ghī y granos alimenticios, como la cebada y el sésamo, que se ofrecen en sacrificio, se convierten en humo celestial, que nos lleva a sistemas planetarios cada vez más elevados, como los reinos de Dhumā, Rātri, Kṛṣṇapakṣa, Dakṣiṇam y, finalmente, a la Luna. Después, sin embargo, esas personas que celebran sacrificios descienden de nuevo a la Tierra, donde nacen en forma de hierbas, plantas, verduras y cereales, que son comidos por distintas entidades vivientes y transformados en semen. Ese semen es inyectado en cuerpos femeninos, y de ese modo la entidad viviente nace una y otra vez.

Text 52:
El brāhmaṇa nacido por segunda vez [dvija] viene a la vida por la gracia de sus padres mediante el proceso de purificación denominado garbhādhāna. Luego sigue sometiéndose a otros procesos purificatorios hasta el final de su vida, momento en que se celebra la ceremonia funeraria [antyeṣṭi-kriyā]. Así, con el paso del tiempo, elbrāhmaṇa cualificado pierde el interés por las actividades y sacrificios materialistas; sin embargo, ofrece con pleno conocimiento el sacrificio de los sentidos en los sentidos para la acción, iluminados por el fuego del conocimiento.

Text 53:
La mente siempre está agitada por las olas de la aceptación y el rechazo. Por lo tanto, todas las actividades de los sentidos deben ser ofrecidas en la mente, que se debe ofrecer en las propias palabras. Después, hay que ofrecer las palabras en el agregado de todos los alfabetos, que debe ofrecerse en la concisa forma de oṁkāra.Oṁkāra debe ofrecerse en el punto bindu, bindu en la vibración sonora, y esa vibración en el aire vital. A continuación, la entidad viviente, que es lo único que queda, debe situarse en el Brahman, el Supremo. Ese es el proceso del sacrificio.

Text 54:
En su progreso por la senda ascendente, la entidad viviente entra en los mundos del fuego, del Sol, del día, del final del día, de la quincena de Luna creciente, de la Luna llena, y del paso del Sol por el norte, con sus respectivos semidioses regentes. Cuando entra en Brahmaloka, disfruta de la vida durante muchos millones de años, hasta que, por último, llega el final de su identificación material. A continuación entra en el plano de la identificación sutil, del cual pasa a la identificación causal, donde es testigo de todos los estados anteriores. Tras la aniquilación de ese estado causal, alcanza su estado puro, en el cual se identifica con la Superalma. De ese modo, la entidad viviente se vuelve trascendental.

Text 55:
Este proceso gradual de elevación hacia la autorrealización va dirigido a las personas verdaderamente conscientes de la Verdad Absoluta. Tras nacer repetidas veces en esta senda, que recibe el nombre de deva-yāna, se alcanzan esas etapas sucesivas. El que está libre por completo de todo deseo material, al estar situado en el ser, no tiene necesidad de recorrer la senda de los sucesivos nacimientos y muertes.

Text 56:
El que es perfectamente consciente de las sendas denominadas pitṛ-yāna y deva-yāna, y que, por ello, tiene los ojos abiertos en función del conocimiento védico, nunca se confunde en el mundo material, aunque esté situado en un cuerpo material.

Text 57:
Aquel que existe interna y externamente, al principio y al final de todo y de todos los seres vivos, y que es, al mismo tiempo, lo que es disfrutable y el disfrutador de todo, lo superior y lo inferior, es la Verdad Suprema. Él existe siempre como conocimiento y objeto del conocimiento, como expresión y como objeto de la comprensión, como oscuridad y como luz. De ese modo, Él, el Señor Supremo, lo es todo.

Text 58:
Se podría pensar que el reflejo del Sol en un espejo es falso, pero su existencia es real. Teniendo esto en cuenta, sería sumamente difícil demostrar, mediante el conocimiento especulativo, que la realidad no existe.

Text 59:
En este mundo hay cinco elementos —tierra, agua, fuego, aire y éter—, pero el cuerpo no es ni un reflejo, ni una combinación o transformación de esos elementos. Como el cuerpo y sus integrantes no están ni separados ni amalgamados, todas esas teorías carecen de fundamento.

Text 60:
El cuerpo, al estar formado por los cinco elementos, no puede existir sin los objetos sutiles de los sentidos. Por lo tanto, como el cuerpo es falso, los objetos de los sentidos también son falsos o temporales por naturaleza.

Text 61:
Cuando una sustancia está separada de sus partes, el aceptar la semejanza entre ambas se denomina ilusión. Cuando soñamos, creamos una separación entre las existencias denominadas vigilia y sueño. Los principios regulativos de las Escrituras, compuestos de mandamientos y prohibiciones, se recomiendan para cuando nos encontramos en ese estado de mente.

Text 62:
Tras considerar la unidad de la existencia, la actividad y los útiles, y tras percibir que el ser es diferente de todas las acciones y reacciones, el especulador mental [muni], conforme a su propia comprensión, abandona los tres estados de vigilia, ensoñación y sueño.

Text 63:
Cuando se comprende que el resultado y la causa son una sola cosa, y que la dualidad es en última instancia irreal, como la idea de que los hilos de un tejido son distintos del tejido en sí, se llega al concepto de unidad denominado bhāvādvaita.

Text 64:
Mi querido Yudhiṣṭhira [Pārtha], cuando todas las actividades que llevamos a cabo con la mente, las palabras y el cuerpo, se dedican directamente al servicio de la Suprema Personalidad de Dios, alcanzamos el estado de unidad de las actividades, denominado kriyādvaita.

Text 65:
Cuando una persona coincide en su objetivo e interés supremo con su propia esposa, sus hijos, sus familiares y todos los demás seres vivos corporificados, ese estado se denomina dravyādvaita, o unidad de intereses.

Text 66:
En condiciones normales, en ausencia de peligro, ¡oh, rey Yudhiṣṭhira!, el hombre debe realizar sus actividades prescritas conforme a su posición en la vida; debe realizarlas valiéndose de los útiles, esfuerzos, procedimientos y residencia que no le estén prohibidos, y no debe recurrir a ningún otro medio.

Text 67:
¡Oh, rey!, los deberes prescritos deben llevarse a cabo conforme a estas y otras instrucciones que se dan en las Escrituras védicas, a fin de permanecer como devotos del Señor Kṛṣṇa. De ese modo, podremos alcanzar nuestro destino incluso si permanecemos en el hogar.

Text 68:
¡Oh, rey Yudhiṣṭhira!, debido al servicio que han ofrecido al Señor Supremo, ustedes, los Pāṇḍavas, han superado los enormes peligros que les presentaron infinidad de reyes y semidioses. Por servir a los pies de loto de Kṛṣṇa, han vencido a grandes enemigos, que eran como elefantes, y de ese modo pudieron reunir todo lo necesario para el sacrificio. Que, por Su Gracia, se liberen del enredo material.

Text 69:
Hace muchísimo tiempo, en otro mahā-kalpa [milenio de Brahmā], yo era el gandharva Upabarhaṇa. Era muy respetado por todos los demás gandharvas.

Text 70:
Tenía un hermoso rostro, y la estructura de mi cuerpo era agradable y atractiva. Adornado con collares de flores y pasta de madera de sándalo, yo era muy del agrado de las mujeres de mi ciudad. Así vivía confundido, siempre lleno de deseos de disfrute.

Text 71:
En cierta ocasión, se celebró un festival de saṅkīrtana para glorificar al Señor Supremo en una asamblea de semidioses; gandharvas y apsarās recibimos de los prajāpatis la invitación para participar en él.

Text 72:
Nārada Muni continuó: Habiendo sido invitado, yo también me uní al festival, y, rodeado de mujeres, comencé a cantar melodiosamente las glorias de los semidioses. Debido a ello, los prajāpatis, los grandes semidioses encargados de los asuntos del universo, me impusieron la siguiente maldición: «Por haber cometido una ofensa, vuélvete inmediatamente un śūdra sin el menor rastro de belleza».

Text 73:
Nací como śūdra en el vientre de una sirvienta, pero me ocupé en el servicio de vaiṣṇavas bien versados en el conocimiento védico. Gracias a ello, en esta vida recibí la oportunidad de nacer como hijo del Señor Brahmā.

Text 74:
El proceso de cantar el santo nombre del Señor es tan poderoso que, con ese canto, incluso los casados [gṛhasthas] pueden alcanzar sin dificultad el resultado supremo que obtienen los miembros de la orden de renuncia. Mahārāja Yudhiṣṭhira, con esto te he explicado el proceso de la religión.

Text 75:
Mi querido Mahārāja Yudhiṣṭhira, ustedes, los Pāṇḍavas, son tan afortunados en este mundo que muchísimos grandes santos, capaces de purificar todos los planetas del universo, vienen a su casa como visitantes comunes. Además de esto, la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, vive en intimidad con ustedes en su casa, como un hermano más.

Text 76:
¡Qué maravilloso es que la Suprema Personalidad de Dios, el Parabrahman, Kṛṣṇa, a quien los más grandes de los sabios están buscando a fin de obtener la liberación y la bienaventuranza trascendental, actúe como su mejor bienqueriente, y que sea su amigo, su primo, su misma vida y alma, su guía adorable y su maestro espiritual!

Text 77:
Ahora, aquí, ante nosotros, está esa misma Suprema Personalidad de Dios, cuya verdadera forma no pueden comprender ni siquiera grandes personalidades como el Señor Brahmā y el Señor Śiva, y a quien comprenden los devotos gracias a su entrega inquebrantable. Que esa misma Personalidad de Dios, que es el sustentador de Sus devotos, y a quien se adora mediante el silencio, el servicio devocional y el fin de las actividades materiales, Se complazca con nosotros.

Text 78:
Śrī Śukadeva Gosvāmī dijo: De este modo, Mahārāja Yudhiṣṭhira, el mejor de los miembros de la dinastía Bharata, escuchó todas las explicaciones de Nārada Muni. Tras oír esas instrucciones, sintió un gran placer dentro del corazón, y, lleno de éxtasis, amor y afecto, adoró al Señor Kṛṣṇa.

Text 79:
Nārada Muni, después de recibir la adoración de Kṛṣṇa y de Mahārāja Yudhiṣṭhira, se despidió de ellos y se marchó. Yudhiṣṭhira Mahārāja, tras escuchar que Kṛṣṇa, su primo, era la Suprema Personalidad de Dios, estaba completamente atónito.

Text 80:
Toda la diversidad de entidades vivientes, móviles e inmóviles, que pueblan todos los planetas del universo, y entre ellas los semidioses, los demonios y los seres humanos, fueron generadas a partir de las hijas de Mahārāja Dakṣa. Te he hablado de ellas y de sus respectivas dinastías.

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