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Text 28
niśamyākranditaṁ devī
putrayor nīyamānayoḥ
hatāsmy ahaṁ kunāthena
napuṁsā vīra-māninā
niśamya—al escuchar; ākranditam—el llanto (por ser robados); devī—Urvaśī; putrayoḥ—de aquellos dos corderos, que ella trataba como a hijos; nīyamānayoḥ—cuando los robaban; hatā—matada; asmi—soy; aham—yo; ku-nāthena—bajo la protección de un mal marido; na-puṁsā—por el eunuco; vīra-māninā—aunque se cree un héroe.
Urvaśī trataba a los corderitos como a sus propios hijos. Por eso, al escuchar su llanto de angustia mientras los gandharvas los robaban, Urvaśī se dirigió a su esposo con palabras ásperas: «Ahora me están matando —dijo—, bajo la protección de un marido indigno, que se cree un gran héroe pero es un cobarde y un eunuco».