Text 51
evaṁ varṣa-sahasrāṇi
manaḥ-ṣaṣṭhair manaḥ-sukham
vidadhāno ’pi nātṛpyat
sārva-bhaumaḥ kad-indriyaiḥ
evam—de ese modo; varṣa-sahasrāṇi—durante mil años; manaḥ-ṣaṣṭhaiḥ—con la mente y los cinco sentidos para adquirir conocimiento; manaḥ-sukham—felicidad temporal creada por la mente; vidadhānaḥ—realizando; api—aunque; na atṛpyat—no logró sentirse satisfecho; sārva-bhaumaḥ—aunque era rey del mundo entero; kat-indriyaiḥ—porque sus sentidos eran impuros.
A pesar de ser rey del mundo entero y a pesar de ocupar su mente y sus cinco sentidos durante mil años en el disfrute de las posesiones materiales, Mahārāja Yayāti no lograba sentirse satisfecho.
SIGNIFICADO: Los sentidos sin purificar, kad-indriya, pueden purificarse si ocupamos la mente y los sentidos en el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa. Sarvopādhi-vinirmuktaṁ tat-paratvena nirmalam. Debemos liberarnos de todas las falsas identificaciones. Cuando nos identificamos con el mundo material, nuestros sentidos son impuros. Pero, cuando obtenemos iluminación espiritual y nos identificamos como sirvientes del Señor, los sentidos se purifican inmediatamente. El hecho de ocupar en el servicio del Señor los sentidos purificados se denomina bhakti. Hṛṣīkeṇa hṛṣīkeśa-sevanaṁ bhaktir ucyate. Podemos disfrutar de los sentidos durante muchos miles de años, pero no podremos ser felices mientras no purifiquemos los sentidos.
Así terminan los significados de Bhaktivedanta correspondientes al capítulo decimoctavo del Canto Noveno del Śrīmad-Bhāgavatam, titulado «El rey Yayāti recobra la juventud».