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Aligerando la Carga del Mundo

bhārāvatāraṇāyānye
bhuvo nāva ivodadhau
sīdantyā bhūri-bhāreṇa
jāto hy ātma-bhuvārthitaḥ


Otros dicen que el mundo, estando sobrecargado como un barco en el mar, está muy afligido, y que Brahmā, que es Tu hijo, oró por Ti, y que por eso Tú has aparecido para aminorar el problema.


Śrīmad-Bhāgavatam 1.8.34


Brahmā es directamente el hijo del padre, y no se le puso en el vientre de una madre. Por consiguiente, se le conoce como ātma-bhū. Este Brahmā está a cargo de las creaciones posteriores que ocurren en el universo, reflejadas de un modo secundario por la potencia del Omnipotente. Dentro del halo del universo hay un planeta trascendental conocido como Śvetadvīpa, que es la morada de Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu, el aspecto Paramātmā del Señor Supremo. Cuando quiera que hay algún problema en el universo que no puede ser resuelto por los semidioses administrativos, éstos acuden a Brahmājī en busca de una solución, y si ni siquiera Brahmājī puede resolverlo, éste consulta y ora a Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu, pidiéndole una encarnación y la solución de los problemas. Un problema de esa índole surgió cuando Kaṁsa y otros gobernaban la Tierra y ésta quedó demasiado sobrecargada con las fechorías de los asuras. Brahmājī, junto con otros semidioses, oró a orillas del océano Kṣīrodaka, y se les informó del descenso de Kṛṣṇa como hijo de Vasudeva y Devakī. Así que algunas personas dicen que el Señor vino debido a las oraciones de Brahmājī.


Kuntīdevi está describiendo las diferentes declaraciones de diferentes personas acerca de por qué Kṛṣṇa adviene. Algunos dicen que Él advino a pedido de Vasudeva y Devakī, y otros dicen que advino a pedido de Brahmā. Bhāravatāraṇāyānye bhuvo nāva ivodadhau: «Unos dicen que Él advino sólo para reducir la carga del mundo, que estaba sobrecargado como un barco en el mar». Cuando el mundo está sobrecargado, debe haber guerra, peste, hambre, epidemias, etc. Ésa es la ley de la naturaleza.


La Tierra flota en el espacio entre muchos millones de otros planetas, todos ellos con inmensas montañas y océanos. La Tierra flota porque Kṛṣṇa entra en ella, como se afirma en el Bhagavad-gītā (gām āviśya), de la misma manera en que Él entra en el átomo. Es indudable que la Tierra no es ingrávida; por el contrario, es muy pesada. Pero flota porque el Espíritu Supremo está dentro de ella.


Todo se aligera con la presencia del espíritu. El cuerpo de una persona flota en el agua mientras esté vivo, pero en cuanto el alma espiritual se va, el cuerpo se hunde de inmediato. Mientras un niño esté vivo podemos llevarlo con una mano, pero cuando el niño está muerto es pesado. Así que ahora somos pesados, pero cuando estemos adelantados espiritualmente, quedaremos libres de impedimentos. Ahora no podemos volar por el aire, pero el alma espiritual es tan ligera que, cuando se libra del cuerpo, puede ir en un segundo a Vaikuṇṭhaloka, el mundo espiritual (tyaktvā dehaṁ punar janma naiti mām eti).


¿Por qué, entonces, se sobrecarga el mundo? Por la presencia de demonios, de aquellos que están en contra del servicio devocional. Cuando la Madre Tierra siente que esta carga es muy pesada, Kṛṣṇa viene tan sólo para descargarla. Si un barco está sobrecargado, su posición es muy peligrosa, ya que puede hundirse en cualquier momento. Por lo tanto, cuando la Madre Tierra se sintió muy incómoda por estar sobrecargada de demonios (sīdantyā bhūri-bhāreṇa), acudió a Brahmā, el principal ser viviente de este universo. Cuando hay alguna necesidad, las principales personalidades de este universo acuden a Brahmā, el cual acude a Viṣṇu para pedirle que reduzca la carga en cuestión. Entonces, Viṣṇu o Kṛṣṇa aparece como una encarnación, tal como se declara en el Bhagavad-gītā (4.7):

yadā yadā hi dharmasya
glānir bhavati bhārata
abhyutthānam adharmasya
tadātmānaṁ sṛjāmy aham


«Cuando quiera y dondequiera que disminuya la práctica religiosa, ¡oh, descendiente de Bharata!, y aumente la irreligión de manera predominante, en ese momento desciendo personalmente».


Cuando hay mucha anarquía y demasiados criminales, el Estado se sobrecarga y se perturba, y los administradores estatales quedan desconcertados en relación con lo que debe hacerse. De igual modo, cuando el mundo está inundado de demonios y ateos, éstos crean una carga, y los semidioses, los administradores piadosos del universo, se quedan perplejos. Cuando la gente de un Estado acata las leyes, la administración es fácil, pero si entre la gente sólo hay criminales, éstos sobrecargan a los administradores estatales. Una situación similar a veces perturba el equilibrio de los asuntos cósmicos del mundo material. Tanto los demonios como los semidioses existen siempre, pero cuando el poder demoníaco aumenta, el mundo se sobrecarga. En ese entonces, los semidioses acuden al Señor Brahmā en busca de asistencia.


El Señor Brahmā es una de las doce autoridades conocidas como dvādaśa-mahājana (svayambhūr nāradaḥ śambhu kumāraḥ kapilo manuḥ / prahlādo janako bhīṣmo balir vaiyāsakir vayam, Bhāg. 6.3.20). Si queremos recibir conocimiento trascendental, tenemos que seguir a los mahājanas, las grandes autoridades. El mandamiento védico dice: tad-vijñānārthaṁ sa gurum evābhigacchet: Si queremos  tener conocimiento de todo, debemos acudir a un guru, una autoridad genuina, un maestro espiritual. El guru original es Kṛṣṇa. Así como Kṛṣṇa enseñó a Arjuna, también enseñó a Brahmā, tal como se declara en el Śrīmad-Bhāgavatam (tene brahma hṛdā ya ādi-kavaye).


El Śrīmad-Bhāgavatam describe la fuente original de la creación, y ése debe ser el verdadero tema de nuestro trabajo de investigación. ¿Cuál es la fuente original de la creación? Janmādy asya yataḥ: la fuente original de todo es la fuente de janma, sthiti y pralaya: la creación, la conservación y la disolución. Nuestro cuerpo ha nacido en una cierta fecha, dura algunos años —diez años, veinte años, cincuenta años, o los que sean, según el cuerpo—, y luego se acabará. ¿De dónde provino este cuerpo y, cuando se destruya, a dónde ira? Existen leyes científicas en relación con la conservación de la energía. ¿Cuál es la fuente de esa energía? Existe una fuente (yato va imāni bhūtāni jāyante), y esa fuente se identifica en el Śrīmad-Bhāgavatam.


Esa fuente no es ciega. Los sinvergüenzas piensan que todo ha surgido de la nada. Pero, ¿cómo puede algo surgir de la nada? No existe ninguna prueba de que semejante cosa ocurra, pero los necios dicen que sí ocurre, por tanto, están ciegos. ¿Cuál es la naturaleza de la fuente original de la que todo ha surgido, en la que todo existe, y dentro de la cual todo entrará? El Bhāgavatam (1.1.1) dice: janmādy asya yato ’nvayād itarataś cārtheṣv abhijñaḥ. La palabra abhijñaḥ indica que la fuente de todo está completamente consciente.


La palabra jña significa «conocimiento», y abhi significa «específico». Nosotros tenemos conocimiento insuficiente acerca del lugar de donde provenimos y del lugar a donde iremos después de la muerte y, en consecuencia, no estamos abhijña, supremamente conscientes. Pero la fuente suprema está abhijña. Él no es una piedra ni un vacío. ¿Cómo podía serlo? La creación por sí misma es prueba de la conciencia del Supremo. Todo el mundo puede apreciar la manifestación cósmica y cuán bien está funcionando. El Sol y la Luna salen a una hora exacta, sin desviarse ni siquiera una diezmilésima de segundo, y las estaciones cambian de la misma manera, trayendo consigo frutas y flores. Así pues, toda la manifestación cósmica se está desenvolviendo de una manera muy ordenada y sistemática. Por lo tanto, a menos que haya alguna abhijña —una inteligencia muy clara que lo sepa todo—, ¿cómo pudo todo esto ser creado? Algunas personas dicen que todo esto ha aparecido de la nada. ¿Qué disparate es ése? ¿Puede semejante creación provenir de la nada? ¿Demuestra esta idea un muy buen razonamiento? El Bhāgavatam dice que no.


El Bhāgavatam nos dice que todo proviene de la persona que es abhijña, muy inteligente y experimentada, y que esa inteligente persona original transmitió conocimiento a ādi-kavi, el ser creado original, el Señor Brahmā (tene brahma hṛdā ya ādi-kavaye). Brahmā, el ser creado original, tiene una fuente original, y él está en contacto con esa fuente. Nosotros entendemos que recibimos conocimiento de una persona ante la cual estamos frente a frente. Pero cuando Brahmā fue creado, estaba solo. Por consiguiente, ¿cómo recibió conocimiento? Eso se explica en el Bhāgavatam: tene brahma hṛdā. La palabra hṛdā significa «a través del corazón». La Persona Suprema, Paramātmā, está dentro del corazón de cada ser viviente, incluso de Brahmā. Por lo tanto, aunque Brahmā estaba sólo, recibió conocimiento dictado por el Supremo. La palabra brahma significa «conocimiento védico». De manera que el conocimiento védico se le dio primero al Señor Brahmā.


El conocimiento védico se le da a todo el mundo, porque Kṛṣṇa se halla dentro del corazón de todo el mundo (sarvasya cāhaṁ hṛdi sanniviṣṭaḥ), pero hay que ser apto para recibir ese conocimiento. Kṛṣṇa nos ayuda dándonos conocimiento tanto desde dentro, en forma de la Superalma (caitya-guru), como desde fuera, en forma del maestro espiritual.


Brahmā recibe conocimiento proveniente de Kṛṣṇa, él distribuye ese conocimiento védico, y por ello él es una autoridad. Existen cuatro sampradāyas, o cadenas de sucesión discipular, a través de las cuales se distribuye el conocimiento védico: una proviene de Brahmā, otra de Lakṣmī, otra del Señor Śiva, y otra de los Cuatro Kumāras. Tenemos que acudir a un representante autoritativo de Kṛṣṇa que aparezca en una de esas sampradāyas, y entonces podremos recibir verdadero conocimiento. Así pues, la personificación de la Tierra acudió a Brahmā, el cual oró a la Suprema Personalidad de Dios, diciendo: «Ahora el mundo está sobrecargado de demonios, por lo tanto, Te pido que aparezcas». Algunos dicen, en consecuencia, que el Señor advino atendiendo el pedido de Brahmā de que aligerara la carga del mundo.


Cuando Kṛṣṇa viene, protege a los devotos y mata a los demonios. Por eso Kṛṣṇa, en Su forma de Nārāyaṇa, tiene cuatro brazos. En dos manos lleva un disco y una maza, con los cuales mata a los demonios, y en las otras dos manos lleva la caracola y el loto, con los cuales bendice y protege a los devotos. El Señor dice: kaunteya pratijānīhi na me bhaktaḥ praṇaśyati. De modo que, Kṛṣṇa toca con Su caracola: «Mis devotos nunca serán vencidos». Y con la flor de loto Él extiende Sus bendiciones. La flor de loto, que a veces también aparece en la mano de Lakṣmī, es un símbolo de bendiciones.


Ahora bien, algunos dicen que Kṛṣṇa advino con este propósito o con aquel propósito, pero la verdadera conclusión es que Kṛṣṇa advino para Su propio placer, y no porque estuviera obligado por alguna otra causa. Nosotros nacemos porque nuestro karma nos obliga a ello, pero Kṛṣṇa, siendo plenamente independiente, no viene porque alguien lo pida o a causa del karma. Por el contrario, Él viene por Su propio y libre albedrío (ātma-māyayā). Nosotros estamos obligados a nacer, debido a la energía material externa de Kṛṣṇa, pero a Kṛṣṇa no Lo controla la māyā o energía de nadie más y, por eso, Él no nace en esa condición. Māyā, la energía ilusoria, está bajo el control de Kṛṣṇa, así que, ¿cómo podría māyā controlarlo a Él? A aquel que piensa que a Kṛṣṇa, tal como a nosotros, lo controla māyā, el Bhagavad-gītā lo describe como mūḍha, necio (avajānanti māṁ mūḍha mānuṣīm tanum āśritam).


Kṛṣṇa es el Nārāyaṇa original, la fuente original de toda la manifestación cósmica. Brahmā, el primer ser viviente que nació justo después de la creación, es el hijo directo de Nārāyaṇa, quien, en forma de Gabhodakaśāyī Viṣṇu, fue el primero en entrar en el universo material. Sin contacto con lo espiritual, la materia no puede crear. Aquellos que están buscando la causa original de la creación material deben saber que la creación ocurre cuando el alma espiritual está presente. La materia es activada por el alma espiritual; al alma no la crea la materia.


Según la teoría budista, las condiciones materiales crean la fuerza viviente, la energía viviente que todos tenemos. En los actuales momentos, el mundo entero está influenciado por esa teoría budista. Lo cierto, sin embargo, es que la materia se desarrolla debido a la presencia de la fuerza viviente. Esto es algo muy fácil de entender. Después de que el niño nace, él crece y su cuerpo se desarrolla; pero si el niño nace muerto —si el alma espiritual no se halla presente—, el cuerpo no se desarrollará. Por lo tanto, el espíritu es la base del desarrollo de la materia, y no viceversa. ¿Por qué un niño muerto no crece? Porque el espíritu no está presente. Un árbol crece mientras haya vida en él. Si en un buen suelo plantamos la pequeña semilla de un árbol baniano y la favorecemos con agua, la semilla crecerá, debido a que el alma espiritual está presente. Pero si friéramos esa misma semilla en el fuego y luego la plantáramos, no crecería, porque el alma espiritual no estaría allí.


La materia crece y se desarrolla debido a la presencia del alma espiritual, y este principio se ha estado siguiendo desde el mismo comienzo de la creación. Al comienzo de la creación, el Espíritu Supremo entró en el universo, y el primer ser viviente, Brahmā, nació en una flor de loto que crecía del trascendental abdomen de Viṣṇu. Aceptando que el loto en que Brahmā nació es materia, debemos entender que también creció a partir del espíritu. Por consiguiente, el espíritu es la base de la creación.


Como la flor de loto en la que el Señor Brahmā nace, crece del ombligo de Viṣṇu, al Señor Viṣṇu se Le conoce como Padmanābha. A Brahmā se le conoce como ātma-bhū, porque fue engendrado directamente a partir del padre, Nārāyaṇa, Viṣṇu, sin contacto con madre Lakṣmījī. Lakṣmījī se hallaba presente cerca de Nārāyaṇa, dedicada al servicio del Señor, mas, aun así, Nārāyaṇa engendró a Brahmā sin ponerse en contacto con Lakṣmījī. He ahí la omnipotencia del Señor. Cuando nosotros queremos engendrar a un hijo, necesitamos la ayuda de una esposa, pues solos no podemos hacerlo. Pero como Kṛṣṇa, el Señor Viṣṇu, no depende de nada, produjo al Señor Brahmā sin la ayuda de Su esposa, Lakṣmī, aunque ella se hallaba presente. Aquel que neciamente considera que Nārāyaṇa es como los demás seres vivientes debe aprender con esto una lección.


Las Escrituras védicas nos prohiben pensar que otros seres vivientes están en un mismo nivel que Nārāyaṇa.

yas tu nārāyaṇaṁ devaṁ
brahma-rudrādi-daivataiḥ
samatvenaiva vīkṣeta
sa pāṣaṇḍī bhaved dhruvam


Alguien ha inventado la palabra daridra-nārāyaṇa, tratando de señalar que Nārāyaṇa se ha vuelto pobre y que el mendigo que viene a mi puerta a pedir también es Nārāyaṇa. Eso no se autoriza en las Escrituras védicas. Nārāyaṇa es el señor de Lakṣmī, la diosa de la fortuna, y únicamente los tontos piensan que Él Se vuelve pobre de alguna manera. Los sinvergüenzas dicen que Nārāyaṇa, Brahmā, Śiva, todos los semidioses, tú, yo, y todos los demás, estamos en el mismo nivel. Eso es descabellado. Nārāyaṇa es asamordhva. Eso significa que nadie puede ser igual ni más grande que Él. De modo que, el propio Kṛṣṇa, el Nārāyaṇa original, dice en el Bhagavad-gītā: mattaḥ parataraṁ nānyat: «No hay nadie superior a Mí». Ni nadie es igual a Él. La palabra asama significa que nadie es igual a Él, y anūrdhva significa que nadie es más grande que Él. Ésa es la posición del Señor.


Nārāyaṇa no es un ser viviente común. Él es la propia Personalidad de Dios, y tiene todas las potencias de todos los sentidos en todas las partes de Su cuerpo trascendental. Un ser viviente común engendra a un hijo mediante la relación sexual, y no tiene ningún otro medio de engendrar a un hijo más que el que se le ha asignado. Pero Nārāyaṇa es todopoderoso y, en consecuencia, puede engendrar a un hijo a partir de Su ombligo. Cada parte de Su cuerpo tiene plena potencia, como se explica en el Brahma-saṁhitā (5.32): aṅgāni yasya sakalendriya-vṛttimanti. Por ejemplo, yo puedo ver con mis ojos, pero Kṛṣṇa puede también comer con Sus ojos. Los necios sinvergüenzas dirán: «Ustedes están ofreciendo comida a Kṛṣṇa, pero ¿qué ha comido? La comida aún está ahí. Él no ha comido nada». Esa clase de gente no sabe que Kṛṣṇa puede comer con sólo ver, pues Él puede hacer cualquier cosa con cualquier parte de Su cuerpo trascendental. Cuando en Mathurā un lavandero rehusó proveerle a Kṛṣṇa de tela, el Señor Kṛṣṇa exhibió Su potencia trascendental cortando con Su mano la cabeza del hombre. ¿Cómo fue posible eso? Fue posible por la omnipotencia del Señor.

El Señor es completo y es independiente de hacer absolutamente todo mediante Sus diversas potencias. Eso se explica al comienzo del Śrīmad-Bhāgavatam con las palabras abhijñaḥ svarāṭ. La palabra svarāṭ indica que Él es autosuficiente, que no depende de nadie. Ésa es la cualidad característica de Dios. Hoy en día hay muchísimas encarnaciones de Dios autoproclamadas, pero en cuanto tienen un dolor de muelas, de inmediato dicen: «¡Aaaaaay!, doctor, ayúdeme. Sálveme». Si eres Dios, sálvate tú mismo. ¿Por qué ir al doctor? Esa clase de personas son gente sinvergüenza, y hacen que sea muy difícil difundir el proceso de conciencia de Kṛṣṇa. El mundo entero está ahora sobrecargado de esa clase de sinvergüenzas y demonios y, por consiguiente, la bomba atómica los está aguardando por la voluntad del Supremo.

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