TEXT 32
ātmaupamyena sarvatra
samaṁ paśyati yo ’rjuna
sukhaṁ vā yadi vā duḥkhaṁ
sa yogī paramo mataḥ
ātma—con su yo; anupamyena—mediante la comparación; sarvatra—en todas partes; samam—igualmente; paśyati—ve; yaḥ—aquel que; arjuna—¡oh, Arjuna!; sukham—felicidad; vā—o; yadi—si; vā—o; duḥkham—aflicción; saḥ—ese; yogī—un trascendentalista; paramaḥ—perfecto; mataḥ—se considera.
¡Oh, Arjuna!, aquel que, mediante la comparación con su propio ser, ve la verdadera igualdad de todos los seres tanto en su felicidad como en su aflicción, es un yogī perfecto.
SIGNIFICADO: Aquel que está consciente de Kṛṣṇa es un yogī perfecto; él está consciente de la felicidad y la aflicción de todos, en virtud de su propia experiencia personal. La causa de la aflicción de una entidad viviente la constituye el olvido de la relación que ella tiene con Dios. Y la causa de la felicidad la constituye el hecho de saber que Kṛṣṇa es el disfrutador supremo de todas las actividades del ser humano, el propietario de todas las tierras y de todos los planetas, y el amigo más sincero de todas las entidades vivientes. El yogī perfecto sabe que el ser viviente, quien está condicionado por las modalidades de la naturaleza material, está supeditado al triple sufrimiento material, debido al olvido de la relación que tiene con Kṛṣṇa. Como aquel que está consciente de Kṛṣṇa es feliz, trata de distribuir el conocimiento de Kṛṣṇa por todas partes. Puesto que el yogī perfecto trata de divulgar la importancia de volverse consciente de Kṛṣṇa, él es el mejor filántropo del mundo y es el servidor más querido por el Señor. Na ca tasmān manuṣyeṣu kaścin me priya-kṛttamaḥ (Bg. 18.69). En otras palabras, el devoto del Señor siempre vela por el bienestar de todas las entidades vivientes, y, de ese modo, él es en verdad el amigo de todo el mundo. Él es el mejor yogī, porque no desea la perfección del yoga para su beneficio personal, sino que se esfuerza también por los demás. Él no envidia a sus semejantes. He aquí un contraste entre el devoto puro del Señor y un yogī que solo está interesado en su elevación personal. El yogī que se ha retirado a un lugar apartado con el fin de meditar perfectamente, puede que no sea tan perfecto como un devoto que está tratando lo mejor que puede de hacer que cada hombre se vuelva hacia el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa.