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Mantra Cuatro

anejad ekaṁ manaso javīyo
nainad devā āpnuvan pūrvam arṣat

tad dhāvato ’nyān atyeti tiṣṭhat
tasminn apo mātariśvā dadhāti

anejat — fijo; ekam — uno; manasaḥ — que la mente; javī-yaḥ — más veloz; na — no; enat — este Señor Supremo; devāḥ — los semidioses como Indra, etc; āpnuvan — pueden acercarse; pūrvam — delante; arṣat — moviéndose rápidamente; tat — Él; dhāvataḥ — los que están corriendo; anyān — otros; atyeti — sobrepasa; tiṣṭhat — permaneciendo en un lugar; tasmin — en Él; apaḥ — lluvia; mātariśvā — los dioses que controlan el viento y la lluvia; dadhāti — abastecen.

Aunque la Personalidad de Dios se halla fijo en Su morada, es más veloz que la mente, y puede superar a todos los demás cuando corren. Los poderosos semidioses no pueden acercarse a Él. Aunque Él esté en un sólo lugar, controla a los que abastecen el aire y la lluvia. Él supera a todos en excelencia.

Nadie puede conocer al Señor Supremo, quien es la Personalidad Absoluta de Dios, por medio de la especulación mental, ni siquiera el mejor filósofo. Sólo pueden conocerlo Sus devotos, gracias a Su misericordia. El Brahma-saṁhitā afirma que si un filósofo no devoto viaja incluso a la velocidad de la mente por cientos de años, todavía encontrará a la Verdad Absoluta demasiado lejos de él. Como se describe en El Īśopaniṣad, la Personalidad Absoluta de Dios tiene Su morada trascendental llamada Kṛṣṇaloka, donde permanece y se dedica a Sus pasatiempos. No obstante, gracias a Sus potencias inconcebibles, Él puede llegar simultáneamente a todas partes de Su energía creativa. El Viṣṇu Purāṇa compara Sus potencias con el calor y la luz que emanan del fuego. Aunque el fuego esté situado en un solo lugar, puede distribuir su luz y calor por todas partes; en forma similar, aunque la Personalidad de Dios Absoluta esté fijo en Su morada trascendental, puede difundir Sus diferentes energías por todas partes.

Aunque Sus energías son innumerables, pueden dividirse en tres categorías principales: la potencia interna, la potencia marginal y la potencia externa. Cada categoría tiene cientos y millones de subdivisiones. Todos los semidioses dominantes que están facultados para controlar y administrar los fenómenos de la naturaleza tales como el aire, la luz, la lluvia, etc., están clasificados dentro de la potencia marginal de la Persona Absoluta. Los seres vivientes, incluyendo los humanos, también son productos de la potencia marginal del Señor. El mundo material es una creación de la potencia externa del Señor, y el mundo espiritual, o sea el Reino de Dios, es la manifestación de Su potencia interna.

Las diversas energías del Señor están así presentes en todas partes a través de Sus diversas potencias. Aunque no existe diferencia entre el Señor y Sus energías, no debe pensarse erróneamente que el Señor Supremo está distribuido impersonalmente por todas partes, o que ha perdido Su existencia personal. Los hombres se han acostumbrado a hacer conclusiones en base a su propia capacidad de comprensión, pero el Señor Supremo no está sujeto a nuestra limitada capacidad de comprensión. Por este motivo los Upaniṣads nos advierten que nadie puede acercarse al Señor con su propia potencia limitada.

El Señor dice en El Bhagavad-gītā (10.2) que ni siquiera pueden conocerlo los grandes ṛṣis y suras. ¿Y qué decir de los asuras que ni siquiera son aptos para comprender las obras del Señor? Este cuarto mantra sugiere muy claramente que la Verdad Absoluta es finalmente la Persona Absoluta; de otra forma no hubiese sido necesario mencionar tantas cosas para sustentar Sus aspectos personales.

A pesar de que todas las partes integrales individuales de las potencias del Señor tienen todos los síntomas del Señor Mismo, sus campos de actividad son limitados y por lo tanto todas ellas son limitadas. Las partes integrales nunca son iguales a la totalidad, y por consiguiente no pueden apreciar toda la potencia del Señor. Estando bajo la influencia de la naturaleza material, los seres vivientes tontos e ignorantes, quienes sólo son partes integrales del Señor, hacen conjeturas sobre la posición trascendental del Señor. El Śrī Īśopaniṣad advierte que es inútil tratar de establecer la identidad del Señor con especulaciones mentales. Uno debe tratar de conocer a la trascendencia usando una fuente superior como los Vedas, los cuales ya contienen conocimiento de la trascendencia.

Todas las partes de la totalidad completa están dotadas de alguna energía particular para actuar. Cuando esa parte olvida sus actividades particulares, se le considera cubierta por māyā, la ilusión. El Śrī Īśopaniṣad por eso nos advierte desde el mismo principio que seamos muy cuidadosos y desempeñemos el papel que el Señor nos ha asignado. Esto no significa que el alma individual carece de iniciativa propia. Ya que es parte integral del Señor, también debe tener la misma iniciativa del Señor. Cuando uno utiliza correctamente su iniciativa o naturaleza activa, con inteligencia, comprendiendo que todo es la potencia del Señor, puede entonces revivir su conciencia original que había perdido debido a su asociación con māyā, la energía externa.

Todos los poderes provienen del Señor; por eso todo poder particular debe ser utilizado para cumplir la voluntad del Señor, y para nada más. Los que han adoptado una actitud sumisa pueden conocer al Señor. Conocimiento perfecto significa conocer al Señor en todos Sus aspectos, conocer Sus potencias y conocer cómo trabajan estas potencias debido a Su voluntad. El Señor describe específicamente estos temas en El Bhagavad-gītā, el cual es la esencia de todos los Upaniṣads.

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