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Text 20

na vā idaṁ rājarṣi-varya citraṁ
bhavatsu kṛṣṇaṁ samanuvrateṣu
ye ’dhyāsanaṁ rāja-kirīṭa-juṣṭaṁ
sadyo jahur bhagavat-pārśva-kāmāḥ


na—ni; —así; idam—esto; rājarṣi—rey santo; varya—el principal; citram—asombroso; bhavatsu—a todos ustedes;kṛṣṇam—el Señor Kṛṣṇa; samanuvrateṣu—aquellos que están estrictamente en la línea de; ye—quien; adhyāsanam—sentado en el trono; rāja-kirīṭa—yelmos de reyes; juṣṭam—adornados; sadyaḥ—de inmediato; jahuḥ—abandonó; bhagavat—la Personalidad de Dios; pārśva-kāmāḥ—deseando tener la compañía.


[Los sabios dijeron:] ¡Oh, tú, el principal de todos los reyes santos de la dinastía de Pāṇḍu, que están estrictamente en la línea del Señor Śrī Kṛṣṇa! No es en absoluto asombroso que abandones tu trono, el cual está decorado con los yelmos de muchos reyes, para poder tener la compañía eterna de la Personalidad de Dios.


SIGNIFICADO: Políticos necios que ocupan cargos administrativos políticos, creen que los puestos temporales que ocupan constituyen el máximo beneficio material de la vida y, en consecuencia, se aferran a ellos incluso hasta el último momento de la vida, sin saber que lograr la liberación y volverse uno de los asociados del Señor en Su morada eterna, es el máximo beneficio de la vida. La vida humana está hecha para lograr ese fin. El Señor nos ha asegurado muchas veces en el Bhagavad-gītā, que el ir de vuelta a Dios, a Su morada eterna, es el logro máximo. Prahlāda Mahārāja, mientras le oraba al Señor Nṛsiṁha, dijo: «¡Oh, mi Señor!, le tengo mucho miedo al modo de vida materialista, y no siento ni el más mínimo temor a Tu actual aspecto de Nṛsiṁha-deva, que es horrible y feroz. Este modo de vida materialista es algo así como la piedra de un mortero, y estamos siendo aplastados por ella. Hemos caído en este horrendo remolino de las vapuleantes olas de la vida, y por eso, mi Señor, oro a Tus pies de loto para que me lleves de vuelta a Tu morada eterna como uno de Tus servidores. Esa es la liberación cumbre de este modo de vida materialista. Yo tengo una experiencia muy amarga del modo de vida materialista. En cualesquiera especies de vida que he nacido, impelido por la fuerza de mis propias actividades, he experimentado dos cosas con mucho dolor, a saber: la separación de mi amado y el encuentro con lo que no deseaba. Y para contrarrestarlo, los remedios que adopté fueron más peligrosos que la propia enfermedad. Así que ando a la deriva de un punto a otro, nacimiento tras nacimiento, por lo cual Te oro a Ti para que me des un refugio a Tus pies de loto».


Los reyes Pāṇḍavas, que son más que muchos santos del mundo, conocían los amargos resultados del modo de vida materialista. Ellos nunca fueron cautivados por el resplandor del trono imperial que ocupaban, y siempre buscaban la oportunidad de que el Señor los llamara para asociarse con Él eternamente. Mahārāja Parīkṣit era el digno nieto de Mahārāja Yudhiṣṭhira. Mahārāja Yudhiṣṭhira le dejó el trono imperial a su nieto, y, de igual modo, Mahārāja Parīkṣit, el nieto de Mahārāja Yudhiṣṭhira, le dejó el trono imperial a su hijo Janamejaya. Ese es el camino que siguen todos los reyes de la dinastía, porque todos ellos se hallan estrictamente en la línea del Señor Kṛṣṇa. Así pues, a los devotos del Señor nunca los hechiza el resplandor de la vida materialista, y ellos viven de una manera imparcial, desapegados de los objetos del falso e ilusorio modo de vida materialista.

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