Text 1
maitreya uvāca
tad evam ākarṇya jaleśa-bhāṣitaṁ
mahā-manās tad vigaṇayya durmadaḥ
harer viditvā gatim aṅga nāradād
rasātalaṁ nirviviśe tvarānvitaḥ
maitreyaḥ—el gran sabio Maitreya; uvāca—dijo; tat—aquél; evam—así; ākarṇya—oyendo; jala-īśa—del controlador del agua, Varuṇa; bhāṣitam—palabras; mahā-manāḥ—orgulloso; tat—aquellas palabras; vigaṇayya—sin haberles prestado mucha atención; durmadaḥ—vanidoso; hareḥ—de la Suprema Personalidad de Dios; viditvā—habiéndose informado; gatim—del paradero; aṅga—¡oh, querido Vidura!; nāradāt—de Nārada; rasātalam—a las profundidades del océano; nirviviśe—entró; tvarā-anvitaḥ—a gran velocidad.
Maitreya continuó: El orgulloso y falsamente glorioso daitya prestó poca atención a las palabras de Varuṇa. ¡Oh, querido Vidura!; al informarle Nārada del paradero de la Suprema Personalidad de Dios, marchó apresuradamente hacia las profundidades del océano.
SIGNIFICADO: Los materialistas pendencieros no temen siquiera luchar con su enemigo más poderoso, la Personalidad de Dios. El demonio se animó mucho al informarle Varuṇa de que había un luchador que podía verdaderamente batirse con él, y, solamente para luchar con Él, buscó con gran entusiasmo a la Suprema Personalidad de Dios, a pesar de que Varuṇa había pronosticado que por batirse con Viṣṇu se convertiría en presa de perros, chacales y buitres. Como las personas demoníacas son poco inteligentes, se atreven a luchar con Viṣṇu, a quien se conoce como Ajita, aquel que nunca ha sido derrotado.