Text 9
iṅgita-jñāḥ puru-prauḍhā
ekārāmāś ca sātvatāḥ
sātvatām ṛṣabhaṁ sarve
bhūtāvāsam amaṁsata
iṅgita-jñāḥ—expertos en el estudio síquico; puru-prauḍhāḥ—sumamente experimentados; eka—una; ārāmāḥ—diversión; ca—también; sātvatāḥ—devotos, o Sus hombres; sātvatām ṛṣabham—cabeza de la familia; sarve—todos; bhūta-āvāsam—omnipresente; amaṁsata—podían pensar.
Los Yadus eran todos devotos experimentados, eruditos y expertos en el estudio síquico. Además de eso, siempre estaban con el Señor en toda clase de diversiones, y aun así solo podían conocerlo como el único Supremo que mora en todas partes.
SIGNIFICADO: En los Vedas se dice que no puede entenderse al Señor Supremo o Paramātmā simplemente con base en la erudición o poder de especulación mental que se tenga: nāyam ātmā pravacanena labhyo na medhayā na bahunā śrutena (Kaṭha Upaniṣad 1.2.23). Únicamente Lo puede conocer aquel que tenga la misericordia del Señor. Los Yādavas eran todos excepcionalmente eruditos y experimentados, pero, a pesar de que conocían al Señor como aquel que vive en el corazón de todos, no pudieron entender que Él es la Personalidad de Dios original. Esa falta de conocimiento no se debía a su erudición insuficiente; se debía a su mala fortuna. En Vṛndāvana, sin embargo, al Señor no se Le conocía ni siquiera como Paramātmā, pues los residentes de Vṛndāvana eran devotos puros y espontáneos del Señor, y podían pensar en Él únicamente como el objeto de su amor. No sabían que Él es la Personalidad de Dios. Sin embargo, los Yadus, los residentes de Dvārakā, pudieron conocer a Śrī Kṛṣṇa como Vāsudeva, la Superalma que vive en todas partes, mas no como Señor Supremo. Como eruditos que eran en los Vedas, verificaron los himnos védicos: eko devaḥ sarva-bhūtā dhivāsaḥ antaryāmī, y vṛṣṇīnāṁ para-devatā... Por consiguiente, los Yadus aceptaban a Śrī Kṛṣṇa como la Superalma que Se había encarnado en su familia, y nada más que eso.