Text 44
vibhajya navadhātmānaṁ
mānavīṁ suratotsukām
rāmāṁ niramayan reme
varṣa-pūgān muhūrtavat
vibhajya—habiendo dividido; nava-dhā—en nueve; ātmānam—a sí mismo; mānavīm—a la hija de Manu (Devahūti); surata—de vida sexual; utsukām—que estaba deseosa; rāmām—a su esposa; niramayan—dando placer; reme—él disfrutó; varṣa-pūgān—durante muchos años; muhūrtavat—como un momento.
Después de regresar a la ermita, y solo para dar placer a Devahūti, la hija de Manu, que estaba deseosa de vida sexual, se dividió en nueve personalidades. De este modo disfrutó con ella durante muchísimos años, que pasaron como si fuesen un momento.
SIGNIFICADO: Aquí se describe a Devahūti, la hija de Svāyambhuva Manu, como suratotsuka. Después de viajar con su esposo por todo el universo, ir al monte Meru y a los hermosos jardines de los reinos celestiales, ella naturalmente sentía excitación sexual, y para satisfacer su deseo sexual, Kardama Muni se expandió en nueve formas. Se volvió nueve, en vez de uno, y durante muchísimos años Devahūti tuvo relación sexual con nueve personas. Puede entenderse que el apetito sexual de la mujer es nueve veces más grande que el del hombre. Eso se indica claramente aquí. De no ser por ello, Kardama Muni no habría tenido motivo para expandirse en nueve. Aquí tenemos otro ejemplo de poder yóguico. Tal como la Suprema Personalidad de Dios puede expandirse en millones de formas, un yogī también puede llegar a expandirse hasta en nueve formas, pero no en más. Otro ejemplo es el de Saubhari Muni; él se expandió en ocho formas. Pero por muy poderoso que un yogī pueda ser, no puede expandirse en más de ocho o nueve. La Suprema Personalidad de Dios, sin embargo, puede expandirse en millones de formas, ananta-rūpa, innumerables, incontables formas, como se afirma en la Brahma-saṁhitā. Nadie puede compararse a la Suprema Personalidad de Dios por medio de ninguna manifestación energética de poder que pueda concebirse.