Text 24
stanau vyañjita-kaiśorau
sama-vṛttau nirantarau
vastrāntena nigūhantīṁ
vrīḍayā gaja-gāminīm
stanau—senos; vyañjita—indicando; kaiśorau—juventud reciente; sama-vṛttau—iguales y redondos; nirantarau—muy juntos, el uno contra el otro; vastra-antena—con el extremo del sārī; nigūhantīm—tratar de cubrir; vrīḍayā—por timidez; gaja-gāminīm—caminar como un gran elefante.
Con el extremo del sārī, la mujer trataba de cubrirse los senos, redondos y perfectamente simétricos. La timidez hacía que tratase de cubrirlos una y otra vez, mientras caminaba como un gran elefante.
SIGNIFICADO: Los dos senos representan el apego y la envidia. Estas características, rāga y dveṣa (apego y envidia), se describen en el Bhagavad-gītā (3.34):
indriyasyendriyasyārthe
rāga-dveṣau vyavasthitau
tayor na vaśam āgacchet
tau hy asya paripanthinau
«Existen principios para regular el apego y la aversión relacionados con los sentidos y sus objetos. No hay que caer bajo el control de ese apego y esa aversión, pues son grandes obstáculos en el sendero de la autorrealización».
Esos representantes del apego y de la envidia son muy desfavorables para el avance en la vida espiritual. No hay que dejarse atraer por los senos de las mujeres jóvenes. El gran santo Śaṅkarācārya ha explicado que los senos de las mujeres, y en especial de las mujeres jóvenes, no son más que una combinación de músculos y sangre; por lo tanto, no hay que dejarse atraer por la energía ilusoria de unos senos erguidos y de unos pezones. Son agentes de māyā cuya misión es hacer de los miembros del sexo opuesto sus víctimas. Siendo ambos senos igual de atractivos, en este verso se los describe con la palabra sama-vṛttau. En la vejez, el impulso sexual todavía permanece en el corazón; llega incluso hasta el momento de la muerte. Para liberarse de esa agitación, hay que ser muy avanzado en conciencia espiritual, como Yāmunācārya, que dijo:
yad-avadhi mama cetaḥ kṛṣṇa-pādāravinde
nava-nava-rasa-dhāmany udyataṁ rantum āsīt
tad-avadhi bata nārī-saṅgame smaryamāṇe
bhavati mukha-vikāraḥ suṣṭhu niṣṭhīvanaṁ ca
«Desde que me ocupo en el amoroso servicio trascendental de Kṛṣṇa y saboreo en Él un placer cada vez más fresco, cuando pienso en el placer sexual, escupo en el pensamiento, y mis labios se tuercen con asco». El que es avanzado espiritualmente ya no puede sentir atracción por los senos de las mujeres jóvenes, que no son más que bultos de carne y sangre. Es significativa la palabra nirantarau, pues aunque cada seno ocupa un lugar distinto, ambos actúan de la misma forma. No debemos hacer ninguna diferencia entre el apego y la envidia. Como se explica en el Bhagavad-gītā (3.37), ambas cosas son producto de rajo-guṇa (kāma eṣa krodha eṣa rajo-guṇa-samudbhavaḥ).
La palabra nigūhantīm («tratando de cubrir») indica que incluso cuando estamos contaminados de kāma, lobha, krodha, etc., esas malas cualidades se pueden transfigurar de un modo consciente de Kṛṣṇa. En otras palabras, kāma (la lujuria), puede usarse para servir a Kṛṣṇa. Bajo el impulso de esa lujuria, un trabajador común trabaja sin descanso, día y noche; el devoto también puede trabajar con tesón, día y noche, para satisfacer a Kṛṣṇa. Tal como los karmīs trabajan sin parar para satisfacer kāma-krodha, el devoto debe trabajar de la misma manera para satisfacer a Kṛṣṇa. De manera similar, krodha (la ira), también se puede usar en el servicio de Kṛṣṇa, dirigiéndola contra los demonios no devotos. Hanumānjī empleó su ira de esa manera. Él era un gran devoto del Señor Rāmacandra, y se sirvió de su ira para incendiar el reino de Rāvaṇa, un demonio no devoto. De esa forma, kāma (la lujuria) se puede emplear para servir a Kṛṣṇa, y krodha (la ira) se puede emplear para castigar a los demonios. Cuando se usan para servir a Kṛṣṇa, ambas pierden su significado material y pasan a ser importantes en sentido espiritual.