Text 46
yadā yasyānugṛhṇāti
bhagavān ātma-bhāvitaḥ
sa jahāti matiṁ loke
vede ca pariniṣṭhitām
yadā—cuando; yasya—a quien; anugṛhṇāti—favorece con misericordia sin causa; bhagavān—la Suprema Personalidad de Dios; ātma-bhāvitaḥ—comprendido por el devoto; saḥ—ese devoto; jahāti—abandona; matim—conciencia; loke—en el mundo material; vede—en las ceremonias védicas; ca—también; pariniṣṭhitām—fijo.
Cuando una persona se ocupa íntegramente en servicio devocional, el Señor la favorece concediéndole Su misericordia sin causa. En ese entonces, el devoto despierto abandona todas las actividades materiales y todas las ejecuciones rituales que se mencionan en los Vedas.
SIGNIFICADO: En el verso anterior se ha explicado que los que poseen conocimiento no pueden percibir a la Suprema Personalidad de Dios. De manera similar, este verso indica que los seguidores de los rituales védicos y los seguidores de la senda de las actividades fruitivas tampoco pueden ver a la Suprema Personalidad de Dios. En estos dos versos se explica que ni los karmīs ni los jñānīs pueden entender al Señor. Tal como explica Śrīla Rūpa Gosvāmī, solo el que está completamente libre de la especulación mental y las actividades fruitivas (anyābhilāṣitā-śūnyaṁ jñāna-karmādy-anāvṛtam) puede ocuparse en servicio devocional puro, libre de la contaminación de los deseos materiales. La significativa palabra ātma-bhāvitaḥ indica que el Señor Se revela en la mente de quien piensa constantemente en Él. El devoto puro siempre piensa en los pies de loto del Señor (sa vai manaḥ kṛṣṇa-padāravindayoḥ). El devoto puro no puede permanecer ni un solo instante sin absorberse en pensamientos acerca de la Suprema Personalidad de Dios. Ese pensamiento constante en el Señor se explica en el Bhagavad-gītā con la palabra satata-yuktānām, «siempre ocupado en el servicio del Señor». Bhajatāṁ prīti-pūrvakam: Eso es servicio devocional lleno de amor y afecto. El devoto puro recibe desde dentro las instrucciones de la Suprema Personalidad de Dios; debido a ello, se salva de todas las actividades materiales. Entre esas actividades materiales se incluyen también las ceremonias rituales védicas, pues con esas actividades lo único que se alcanza es la elevación a otros sistemas planetarios, las moradas donde residen los semidioses. En el Bhagavad-gītā (9.25), el Señor Kṛṣṇa dice:
yānti deva-vratā devān
pitṝn yānti pitṛ-vratāḥ
bhūtāni yānti bhūtejyā
yānti mad-yājino ’pi mām
«Los que adoren a los semidioses nacerán entre los semidioses; los que adoren a los antepasados irán a los antepasados; los que adoren a los fantasmas y espíritus nacerán entre esos seres; y los que Me adoren a Mí vivirán conmigo».
La palabra ātma-bhāvitaḥ indica también que el devoto siempre se ocupa en predicar para liberar a las almas condicionadas. De los Seis Gosvāmīs se dice: nānā-śāstra-vicāraṇaika-nipuṇau sad-dharma-saṁsthāpakau lokānāṁ hita-kāriṇau. El devoto puro de la Suprema Personalidad de Dios siempre está pensando en la manera de liberar a las caídas almas condicionadas. La Suprema Personalidad de Dios, influido por el misericordioso intento de los devotos de liberar a las almas caídas, ilumina desde dentro a la generalidad de la gente por Su misericordia sin causa. El devoto que recibe las bendiciones de otro devoto se libera de las actividades de karma-kāṇḍa y jñāna-kāṇḍa. Como se confirma en la Brahma-saṁhitā: vedeṣu durlabham: No se puede percibir a la Suprema Personalidad de Dios mediante karma-kāṇḍa ni jñāna-kāṇḍa. Adurlabham ātma-bhaktau: Solo el devoto sincero puede percibir al Señor.
La Suprema Personalidad de Dios ha creado el mundo material, es decir, la manifestación cósmica, y las entidades vivientes han venido aquí para disfrutar. Las instrucciones de los Vedas las guían conforme a diversos principios regulativos, y las personas inteligentes se benefician de esas instrucciones. De esa forma disfrutan de la vida material sin sufrir perturbaciones. En realidad, todo ello no es más que ilusión, y es muy difícil liberarse de esa ilusión con el propio esfuerzo. La población en general se ocupa en actividades materiales, y los que son un poco más avanzados quedan atraídos por las ceremonias rituales que se mencionan en los Vedas. Sin embargo, cuando uno de ellos se decepciona con la práctica de esas ceremonias rituales, vuelve a ocuparse en actividades materiales. De esa forma, tanto los seguidores de los rituales védicos como los seguidores de las actividades materiales se enredan en la vida condicionada. Solo por la buena voluntad del guru y de Kṛṣṇa pueden recibir la semilla del servicio devocional. Esto se confirma en el Caitanya-caritāmṛta: guru-kṛṣṇa-prasāde pāya bhakti-latā-bīja.
El que se ocupa en servicio devocional deja de sentir atracción por las actividades materiales. Sin embargo, el que está cubierto por diversas identificaciones falsas no puede ocuparse en servicio devocional. Por lo tanto, hay que liberarse de esas actividades basadas en la identificación falsa (sarvopādhi-vinirmuktam) y llegar a un estado de pureza, para servir a la Suprema Personalidad de Dios mediante los sentidos purificados. Hṛṣīkeṇa hṛṣīkeśa-sevanaṁ bhaktir ucyate: El servicio del Señor mediante los sentidos purificados se denomina bhakti-yoga, servicio devocional. El devoto sincero siempre cuenta con la ayuda de la Superalma, que reside en el corazón de todas las entidades vivientes, como confirma el Señor Kṛṣṇa en el Bhagavad-gītā (10.10):
teṣāṁ satata-yuktānāṁ
bhajatāṁ prīti-pūrvakam
dadāmi buddhi-yogaṁ taṁ
yena mām upayānti te
«A aquellos que están constantemente consagrados a servirme con amor, Yo les doy la comprensión con la cual pueden llegar hasta Mí».
Esa es la etapa en que nos liberamos de la contaminación del mundo material. En esa etapa, el devoto hace amistad con otros devotos, y su ocupación en actividades materiales cesa por completo. En ese entonces, alcanza el favor del Señor y pierde la fe en la civilización material, que comienza con el varṇāśrama-dharma. Śrī Caitanya Mahāprabhu habla claramente de llegar a liberarse del varṇāśrama-dharma, que es el sistema de civilización humana más sublime. En esa etapa, el devoto siente que es el sirviente eterno del Señor Kṛṣṇa, posición que el propio Śrī Caitanya Mahāprabhu aceptó.
nāhaṁ vipro na ca nara-patir nāpi vaiśyo na śūdro
nāhaṁ varṇī na ca gṛha-patir no vana-stho yatir vā
kintu prodyan nikhila-paramānanda-pūrṇāmṛtābdher
gopī-bhartuḥ pada-kamalayor dāsa-dāsānudāsaḥ
(Padyāvalī 63)
«No soy ni brāhmaṇa, ni kṣatriya, ni vaiśya, ni śūdra. Ni soy brahmacārī, gṛhastha, vānaprastha ni sannyāsī. ¿Qué soy? Soy el sirviente eterno del sirviente del sirviente del Señor Kṛṣṇa». La sucesión discipular puede llevarnos a esta conclusión, que es la elevación perfecta al plano trascendental.